Tacto de canto.

Una ciudad completa para andar y sin embargo por mucho que camine no logro dar dos pasos sin pensarte, sin pretenderte a un lado mío, de frente a mi frente y bajo mis manos. Tanto espacio entre andenes y abochornados y aún así tengo mis ojos en ti clavados, candados prófugos de mis labios perfumados. Tu pedido es El Dorado perdido y encontrado, es mi ley que tu deseo sea cumplido y tu capricho satisfecho, nobleza obliga y entereza también, dame relámpago en la médula y mis nervios reflejarán el sonido de nuestras ganas chocando, colisión astronómica de magnitudes bíblicas, tanto, tanto esperaba la tormenta y el ciclón que cuando sufrimos el tercer impacto aún duraba mi espasmo, fantasma en mi propio cuerpo, revolución de mis neuronas bailando en tu respiración y el sofoco de dos cuerpos siendo liberados, las historias permanecen en sepulcros porque la leyendas no hacen más que promulgar fantasía y yo, por el contrario, prefiero nuestra realidad en privado.

Tuvimos un eclipse de alcohol dorado en vaso rebalsado, no tuvimos un eclipse, eclipsamos el tiempo y el espacio, Fuimos mercado y abasto, centro comercial y comercio vendiendo el alma al diablo, al demonio los contratos, los placebos y los armarios, al santo infierno los vocablos, es cierto, nunca logré entenderte, aunque quiera creer que alguna vez lo hice, lejos estoy de que dicha creencia sea facto, por mucho que intente mentirme y convencerme el alfabeto que más me llena es el de tus labios, escribiendo en su tacto a fuego en mi boca, mi cuello, mi abdomen y mi canto.

Tu cuerpo reposando en mi espalda y mi pecho, mis terrenos vibrando, mis fantasmas danzando y mis cicatrices curando. Ángeles riendo y brindando un espectáculo a los ausentes casi a fin de otro año, habla por mí con dardos lanzados, dame un segundo de tu paz y será un siglo de laberintos descifrados, apareces de sorpresa y no puedo hacer más que morir de encanto. Me he preguntado más de una vez "Qué hago aquí" y aún así no cambio la decisión tomada ni el sendero andado, Lola decía que aunque el mundo se tambaleara sobre una cúspide milimétrica mi porte no se vería afectado, comprobé de un modo extraño, en un escenario bizarro que sin importar qué tan descontrolado esté todo desde mi Iris hacia adentro mi exterior permanece inmaculado. Me complace la mayoría de las decisiones que he tomado, con cuchillos en el pecho o pecados entre manos, me cautiva la inexpresión de las miradas que se evitan, que las escaleras nos regalen un abrazo, me conforma saber que cuando vi en tus ojos decepción, casi llanto por mucho que mi corazón latiera en furia preferí permanecer calmado, instinto animal pero modales de felino domesticado, fantaseo con saltar a tu cuello y morder tu cuerpo, desgarrar tus hilos y curar tus manos, menos truenos y más sueño, la Flor, su aroma y el sabor de sus frutos madurando, la miel, el chocolate y las almendras, la magia de esperarla ansioso como el viaje del final, el mundo acaba si me llama Tigre, el rugido se silencia, pero no se censura el apetito de las miradas.

Del polvo a los momentos.

Dimos vueltas por un Sol instalado en la Tierra, recé ante tus cicatrices que tu aroma no me olvide, me enseñaste que la vida es bella, aún más bella de lo que la recordaba, me diste una lección de carácter y así venciste mis sentidos, no esperaba la batalla descarada, a contra pié me nombraste mis defectos y tan campante te fuiste a paso firme, con tu porte sensual y prepotente, llevándote a tu paso las miradas de la gente, la mía al verte ir, pensando en morderte, tus brazos, tus piernas, tu Norte y tu emblema. Merezco tal vez la muerte, buscabas revólveres como si con tu boca cerca no bastara para condenarme a la locura y la esclavitud, cantabas, como si no te importara, bailabas, como si el mundo no temblara cuando lo haces, quería morderte, día y noche hundir mis colmillos gentilmente en tu cuello y tus meridianos, siempre fui capaz de escribir, mas nunca me costó tanto hacerlo sin enfocarme plenamente en ti, por eso escribo una media maratón de letras a tu honor, Lola te nombro, eres Lola, eres fantasía y despierto transpirando tus medidas, te he recorrido más veces que al antiguo camino dónde suelo perderme, el de tus ojos caramelo.

Solíamos perdernos en el tiempo y encontrarnos en el freno, tenía la costumbre de enfermarme viéndote andar y tú andabas por la eternidad, te movías en la inmensidad y te encontraba, permanecías estática en un tumulto y yo, por atracción levantaba la mirada sólo para verte, sin desorientarme, sin confundir colores ni curiosidades, encontrarte es un detalle sublime aunque no sea por siempre, vamos, que no muchas cosas pueden asumirse como no efímeras, oye, que tú tampoco lo eres, mas mientras mis ojos al verte tiemblen y mi cuerpo se deshaga por transpirarte me vale.
Besa, besa mi piel para que el cielo se aclare y la lluvia cese, quiero hundir mis manos en tu vientre y con mis dientes la vertiente, soy en tu palacio un indigente, libre de ropajes y libre de presidentes, quedaré desamparado al despertar del sueño en que con tus labios duermes mi boca, es que, mi piel tiene tinta y la tinta ganas de tenerte, tiene color y tiene urgencia, urgente necesito sobre mí tu cuerpo preciso y tu movimiento inteligente, mi piel tiene miedo, pero el miedo no le teme al castigo de perder por corromperse. 

Soy un hombre lleno de defectos y más defectos diferentes, los tengo todos y si los perdiera la historia sería diferente, soy un error tras otro y unidos forman lo que ves, lo que sientes al evitarnos, problemáticos complejos de gente diferente, soy un solemne intento de atraerte, somos una certeza que no deja verse, pero una duda constante y poco coherente, acabaremos por ser polvo del polvo del que hemos venido, caminarán sobre nosotros los náufragos del calvario y sentirán la paz de nuestro rastro desplegado tras amarnos, mi cuerpo entre tus piernas, tus dedos de piano en mi espalda como caldera, los míos sosteniendo tus piernas para que no caigas al vacío, podría dejar de morderte, Lola, pero eso sería como pedirle a Dios que baje a tocar conmigo la canción que ya no cantaba por la falta de los coros ausentes. 

Ciego podría olvidar tu aspecto, tu pelo y el contorno de tu cuello bajo mi abdomen, pero nunca, jamás, podré olvidar como hueles, lo que sentí cuando tomé tu mano la primera vez, cómo huele tu cansancio, cómo sabe tu sexo y cómo suena tu suspiro, dame la mano otra vez Lola, el mundo seguirá girando siempre, por el resto de nuestros días y los días siguientes, pero tu tiempo y mi tiempo seguirá siendo nuestro, el momento se transforma entre tus muslos y tus besos, se gana su calificativo más puntilloso y correcto, momento perfecto.



Tigre.-

Oro intenso en labios.

Con tu facilidad para anestesiar mi piel y mi capacidad de perderme en la mirada que esquivan tus ojos cuando me vuelvo hacia ti. Con una gota de tu perfume fatal y mi lágrima encubierta haremos un gran cóctel, juguemos a desear y deseemos que nadie pida uno, así no tendremos que llorar, así podremos beber y mirarnos a la cara sin ocultar que somos vulnerables en nosotros. Entre un acorde y un Martini, un Gin Tonic y el sentido palpitar, haz que el tiempo se detenga que no quiero tener que decirte Adiós, no de nuevo, no aún, no sino hasta que jures despedirte como nuestros labios envueltos en lo recíproco se ruegan un beso fatal.

Pensando mil veces antes de respirar un día despertarás sin aire, sin bien, sin mal, sin errores cometidos ni aciertos por rememorar, pensando mil veces antes de besar una de entre tantas noches te encontrarás sin fieras, sin voz y sin coral. Verás, tengo en la sangre culpa y tengo crímenes, un sociópata encapsulado entre los traumas y nosotros, entre las pautas y los paraguas de una tal Monroe, deme un poco de su paz y locura armoniosa, amor nos sobra, se nos cae de las manos y se lo lleva el cauce de la tormenta por los cordones de las aceras, que los mendigos de las alcantarillas reciban un poco de aquello que nombro, menciono y rememoro. Viajes lujosos no caben en los bolsillos, viajes placenteros azules y verdes con banderas de alquiler y sábanas mojadas. Lento Karma, veloz impacto de tu pecho y mi sofá, hermana de las marcas, alambra mis fronteras con tu tacto y mis brazos serán tu territorio, mis manos con dedos caminantes recorrerán el sendero de tus botas a los pies de mi cama, vete de aquí, por dos minutos vete, necesito hablar de otra cosa que no sea de ti, vete y déjame, que no puedo pensar en otra cosa ni desear algo más cerca de mi piel, vete, mis manos se rehúsan a tocar otra cosa que no sea tu piel, maldito boicot del cuerpo y los sentidos, en el navío de mi fisonomía se amotinan las sensaciones con tus sonrisa en  mi cuello. Dame las palabras que me faltan sin siquiera un suspiro, dame la mueca que estudio y rindo como cuentas en Diciembre, dame balance y te cedo mi economía, con tu aura cerca de qué me sirven los papeles.

Bebe de mí, bebe de Diciembre.


Durante mucho tiempo su acento mediterráneo me acompañó por todo sitio, grandes ciudades, suburbios galos, con la lluvia en pórticos prendados, como el ladrido de los canes delgados o el libro de los finales tempranos. Durante siglos aguardamos, pensándonos en vano, esperando la llegada del otro, prestos a besarnos, la vida es frágil, el tiempo inhumano, por eso durante insomnio nos deseamos y muertos de frío durante inviernos en coitos resucitados nos amamos.

Hueles al trigo de mis vasos torcidos, hueles a lo más bello de la vida bella, te mueves y a tus pies el mundo se rinde, te escondes tras el perfume que enloquece mis placeres, porque pensando en ti me tiemblan los besos que me niegas en Noviembre, me robas en Octubre y me pides en Diciembre.

Piensa en mí, piensa en tu frente y mi canción ausente, en las maravillas de las que hablas tan maravillosamente, piensa en pensarme hasta que el insomnio se quiebre, piensa en las letras que llueven y que pueden dejarte de rodillas ante mi sexo y nuestro ritual de esquivarnos prepotentes, lo que no hagas por ti nadie lo hará tampoco, lo que haces por los demás ellos no lo harían, lo que hoy se te escurre entre los dedos nunca volverá a ser presente, hazme Jazmín parte de tu aroma, hazme llover en tus pétalos de orgasmo y tus pechos de placebo, invítame a confundirme por tus labios y oblígame a volver por tus pagos.


Dime de qué hablas y te diré que me tienes, oculta de mis oídos y te pediré que no me dejes, dame la última palabra, dame el último suspiro y el último lamento lamentará el tiempo que perdimos, tú en tu fuga y yo en tu caza, canción compuerta para entrar en tu mente, canción compuesta con los reclamos de tu culpa y mi beso en tu vientre, no olvides que tus códigos no son seguridad sino trabas en el camino de los que acceder pretenden, vente, baraja las cartas para tu juego y tu ganancia, perderemos fortuna quizás en el azar de los cuerpos pero ganaremos algo que nadie podrá jamás quitarnos, el placer de tenernos.


Tigre.-

Lola, voz y voto.






Podrías pedirme cien mil veces que no te observe al partir, pero me dieron dos pupilas que brillan al verte y lloran al dejarte. Podrías pedirme que no te nombre pero el sexo en tu cuerpo es arte y eres artista profeso, tu nombre es parámetro de locura en mi pecho, es tersura en mis muslos y ternura en mi cuello. Podrías pedirme también que no tiemble sin frío y sin amor, sería tan simple como respirar, pero respirándote a ti, Tigre, no seré capaz en vida. Amar, verte reír, con desprecio a la normalidad, con despecho a la ausencia, fuerte, como tu abrazo en Septiembre, como mi sed de tu vientre y tu andar distinto, diferente. Te dices normal, pero no intentas parecerte, ni pertenecer, ni esconderte, te dices normal, mas eres más especial que el promedio nominal.

Siempre recordaré el reflejo del mundo en la borra de tus ojos café cuando mirabas la nada y tejías textos infinitos para que duerma en el pecho del poeta. Cuando pierdo la noción y la paciencia recuerdo el día que me dejaste en un aeropuerto de Sevilla y me dijiste antes de girarte, "Inspira El mundo, inspira Al mundo, una letra puede cambiar tu realidad y la del resto."

Deseo oírte por siglos, oír el sonido que hacen tus manos mientras en un monólogo catártico te burlas de lo que creíste que sería tu calvario entre golpizas y polvo y acabó por ser el camino que te llevó a París. Te enloquecen las locuras de la gente y enloquezco con tus dientes en mi vientre, juraría que te he visto llorar sin dejar de mirar al frente, diez promesas escupiste y diez veces negaste que te enamorarías de mí y sólo una pecaste, refuerza tus votos en un grito de desahogo y en un sueño renuncia al respeto que tu carne le tiene a tu inseguridad, besa mi boca por primera vez de nuevo, te hace bien reír, nos hace bien viajar, escuchar tu historia me hace creer en lo que dicen extinto, saberte distinto me hace contemplarte con deseo, mordería tus labios desde el génesis del orgasmo hasta la desinencia del  placer.

Lola.-

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Una experiencia INCREÍBLE, me cuesta explicar lo extraño pero placentero que se siente esto, infinitamente agradecido.

Nos leemos pronto, gracias por seguir estando.


Tigre.-

Piensa, brilla, grita.

Danza, anda, danza, si hasta los tornados bailan en su paso de destrucción, andan por ahí acabando con todo, incluso ilusiones y esfuerzo, pero bailando. Querría tener tu calma y tu paciencia, el brillo de tus ojos al viajar, querría despertar y meditar entre Zaz y Edith Piaf. De los diez mil sin sentidos que lanzo despierto un millón nacen dormido, de los infinitos caminos que nos ponen en frente algunos pocos son cumplidos, ¿El resto? El resto mueren en el olvido.
De muecas y carisma pocos hombres parecen provistos, de estrellas de Galicia pocos labios han bebido. Rifles de cartón sin aire comprimido reprimen al robusto ángel del despiste, embiste a los ingenuos con tu gemido apercibido, rescinde los contratos con "Normales" y estereotipos, celebra las nupcias con aquellos que les dicen "Distintos", los amantes del destino y los detalles destellantes entre tres destellos, uno por cada centella que nació al decir "Adiós".

Juega conmigo, con mis dedos y mi vino, hablo tanto que me pierdo en llanto y vuelvo a la cordura de vestir santos, pienso tanto, pienso y canto, pienso para encontrar detalles que te cubren como mantos, los nervios de tus manos, los claros de tu disparo franco, enfrasco tu arrullo y en tus piernas me encanto. Me baño en el manantial de tu sexo para inmortalizar mi embargo, es que pierdo la noción de quien soy cuando te vistes de blanco, es que pienso que no puedo pensar cuando desvistes mi tacto, descalza o con tacos, despierta y en pausa, contrato y contacto, con tierra o asfalto, con culpa y con cargo.

Fueron instantes de gloria, fueron gloriosos y exactos, te veo moverte y te tengo por siempre, te meces tan pulcra que ensucias mi mente, inerte o inquieta  me vuelves demente, ay vida mía, tu cuerpo es mi muerte. Si bebo es por ti, tentado a verte, me tientan tus labios, besar tu frente, quiero acariciar tu aura como así tu carácter rígido y postura displicente. Tras tus cortinas dejaré mi perfume y susurrarás mi nombre como siempre, ausente en cuerpo pero no en tus senos, sincero en extremo y feliz en tu infierno, veré tus muslos en invierno y permaneceré como un demonio tierno, a la espera de morder tu cuello y besar tu vientre, sudor, calma, tortura incandescente, abre los pliegues de tu psiquis, apaga las luces de tu puente, esta noche seré cordero en tu prado y Tigre en tus ganas de tenerme.

A siete años de la revolución.

Si ya está compuesta la canción más hermosa del mundo y tu sonrisa tiene un dueño real, si a mí que juego al protagonista de film francés me robaron los guiones, los puntos y las diéresis, si All you need is love pero tu amor tiene piel y tiene aroma, ¿Cómo hago entonces? Dime, si soy el que necesita tu amor como mi todo, dime entonces quién viene hoy  no a secar las lágrimas, a generarlas. Quiero verte fatal, quiero encontrarte con las manos en la masa y descalza bailando algo como un vals, la cocina mediterránea de tu despacho de aduana a minutos de despegar entre tus alas y ver la Luna de tu partida, dame tu cintura y senténciame a la vida encerrado en tu mirada, tortúrame y no me dejes partir, grita si hace falta pero grita con la fuerza de una bandera celeste y blanca envolviendo el cielo de las islas, dime quién te quiere más que a su vida y más que a la mía, dime quién te disfruta aún cuando te acomplejas y desmereces a la fruta por la que resigné mi paraíso, dime, también, ¿Por qué te escondes tras mi guitarra? Si tu locura es partitura y las filas de tu vientre la emboscada a mis planes de dormir esta noche en mi barrio.

Hundir mis dedos en tus descansos, morder los libros de tus fábulas y tus pechos secando, mi nariz helada y tu cuello desvelado, tu espalda entera en mi palma. De mano abierta a cintura arqueada, de correr para llegar a detenerme en tu pálpito, besar el pliegue de pierna al llegar a tu ingle y Ce's la vie, librar batalla contra los 300 sin capa ni espada, con tu lengua y mi túnica de ansia y encrucijada, chica de pintarrajeadas por la aurora parca, pala a pala construidos los cimientos donde mi cuerpo cubrirá tu pensamiento, me olvidarás mañana cuando la menta de tu letra sea argunento y maleta, dos días después de ayer te veré con una columna de pelo lloviendo sobre la espalda que utilizó mi pecho para dormir, deliro acariciando tus ángulos sin reglas ni compases, sube a mi pez que será dragón cuando alcancemos las nubes, el Tigre es la verdadera lucha, el Koi, leyenda.

Tanto intentaron cambiarme mis mujeres que por un momento olvidé quien era y hasta dudé de mi existencia, volver a mí sin tenerlas fue como volver a un pueblo en el que nunca estuve pero sabia la psiquis que me llevó por cada acera y cada calle de mi propio terreno, me crucé con sus voces y aromas, me volví tras sus espaldas para volver a ver sus notas cuando el suelo sus tacos tocan, acaricié sus cabellos con el asma de sus jadeos, camino reconociendo haber desconocido al hombre que ellas fueron cocinando en su caldero de pociones y rabietas. Me voy volviendo un turista en mi propio Yo, me voy volviendo pasajero en mi océano literal, cambié mis letras y sus colores, cambió el universo tanto a través del tiempo que mi infierno es cielo y las maldiciones texto en verso.

Felices 7 años Neuronal Revolution, felices 7 años al escritor que en este espacio descubrí y formé, felices 7 años a todo lo que creé y logré, gracias a todos ustedes que por acá pasaron, a los que siguen estando.

Tigre.-

Sonríe Déjà vu.


Nunca supe tu nombre, me acostumbré a llamarte por tus detalles, te bauticé Paraíso a fuerza de buscarte y buscarte en el desierto de los finales abiertos, te pinté de blanco y rojo para celebrar tus dos siglos junto a mí y te vi borrar con una mano las costuras de mi cráneo, dejando dentro lo que debía quedar, quitando lo demás. Te vi llegar y no entendí dónde podría haber nacido un ser tan especial, con potencial para inspirar no sólo a Leonardo, sino además, para que Mona Lisa sonría pese a su fatalidad, lo veo en sus ojos, entiendo su malestar, pero si ella pudo hacerla torcer sus labios cómo no va a lograr torcer mi voluntad, si yo quisiera no haber venido mas aún menos deseaba decepcionarla, tuvimos ganas de disfrazarnos de ausentes en más de una ocasión.


Al fin sudamos en el diván de una psicóloga haciendo horas extras por oficio, de divino maleficio vestiste las maléficas deidades, almas y verdades fueron armas y cristales, verte fertilizando lo que el frío marchitó y adorarlo como tesoro hallado, botín que algunos mambos atrás en otras rumbas se halló pisoteado, bailarás hoy al ritmo de mi tango porque no pienso apartarte de mi cuerpo excitado, mordí tu vientre y jamás lo mencionaste, desayuné fricción contra mi canto y a la hora del almuerzo bailé en un dos por cuatro la milonga de tu espalda contra mi pecho y tus pies en punta, frente a frente contra el muro de los lamentos, un panorama distinto, diferente, una postal que ni Leonardo tuvo el placer de pintar, mano a mano con la vida y con la muerte, latiendo fuerte, amando literalmente, frenéticos a las horas de disimular, meticulosos a la hora del amar pero sin perder instante, dame la droga de tu odio farsante y bebe de mi piel la tinta de las madrugadas, con ella pintarás en vela el sendero de tus ropas por el suelo, ven a mí con tus tobillos descalzos y tus ojos narrando lo que cien pergaminos, come de mi verbo y con mi ferocidad fantasea, sueña con probarme y hace crujir sus dedos, me imagina recostado sobre ella y tomando sus muñecas sin dejarla mover, pero seguimos cada uno con lo nuestro y ya no la volveré a ver, seguiremos siendo amantes y de manera alarmante deseándonos, hasta que alguna vez, algún día, cada instante de placer pensado y desmedido será real y gritará Déjà vu un coro espectral.

Andar tras otro.


Supe que andabas tras de mí, anduve mil pasos sobre los pasos que di para ver si así podría hallarte a ti, me perdí en un rastro poco claro de tus letras sobre todo lo que fui, intenté volver y allí no supe si ir o venir, recordaba la tragicómica escena de la mujer del tapado, aquella que escribiste en Madrid para la dama del tipo aquél al que la vida la correspondía menos que yo tu paciencia, te recordaba y te perdía otra vez pero al buscarte te sentía cerca. Supe que andabas tras de mí y yo quería que fuera así, deseaba tumbarme sobre el césped y despertar sobre ti pero temía detenerme y que pasaras por mi lado desapercibido y sin verme. Tengo la sensación de que me observas, la certeza de que me buscas y la necesidad de escribirte, me siento como tú cuando dices que al describirme sólo escribes lo que descubres que llevas inscrito dentro, maldito rebuscado, no puedo encontrarte, ¿Dónde estás, dónde te metiste? Mi hombre de tantas palabras quiero beber de tu espalda la garúa de la cima del mundo que anhelaba.

No recordaba la ciudad tan llena de recuerdos contigo, no había caído en la cuenta de que empapamos las esquinas con el tiempo que juntos consumimos, dejaste en cada paso algo que tener por recado en cada metro avanzado, te aseguraste de que pueda ir recogiendo al andar lento los mensajes que de a poco fuiste soltando, aquí me ves, papel y lápiz en mano tomando del suelo los fragmentos de ti como si fueran migas de pan en el bosque, si por mí fuera te tendría completo y de frente, sí.

Sin instruirte en el arte del lenguaje hallaste ciertas maneras de llegar hasta donde uno no espera, el lector lo asume como normal pero ahí estás, dentro de sí andando de la mano con su anhelo más riguroso, acariciando sus dedos, viendo sus centímetros, estudiando los espacios, los dobleces y los surcos de sus labios zurdos dos veces, por eso salgo a buscarte mi hombre de papel, porque estuviste ya en mí, en mi mente, ahora quiero tenerte de una buena vez presente, quiero saber qué sabor tiene la boca que cerca de mis oídos me contó historias de amores perdidos, quiero que los dedos que tus manos acaricien sean los mismos que hoy te escriben, no quiero ser tú, no quiero ser como eres, quiero ser aquello que te complete y complemente, quiero ser quien juegue en tu mente pero también bese tu vientre.

¿Dónde estás? Está enloqueciendo mi reloj y creo que yo también ya que no tengo tal, perdí la noción de si estamos en mi subconsciente, en el tuyo, quién lee a quién y quién nos entiende. Funde las barreras psíquicas de ser corteza impenetrable, sigue en tu plan de buscarme que del otro lado del túnel o del puente que separa nuestra realidad irreverente estoy yo, intentando hallarte y alcanzarte.


Lola.-

Preso el que lee.

Te perdiste en un culto culpable de cambiarnos las noches, te mostraste sin paños ni baños de crema artificial, aprendiste a dejarte llevar y aprendí a separar los demonios de las de moños a la hora de escribir para que no tengas que aguantar verte rodeada de payasos demacrados y rencores pasados mientras describo la magia que cambia mis ganas y eleva mis fábulas hasta rozar convertirse en realidad, soy un esclavo de mirarte y lo seré cuando duermas o cuando despiertes, estoy loco, lo estás y ambos saboreamos esa locura sin dietas ni medidas obsoletas, de frente a frente y con los ojos hirviendo en furia o con tu pecho bajo el mío, encerrada entre dos brazos por barrotes, tú presa de la marea, yo de tus piernas.

Dale a un ave mejores alas de las que tiene y no volará más rápido, volará más alto y mejor, disfrutando de sus vistas únicas y con el tiempo como un aliado de si mismo. Me das tu indecencia como alas y yo seré pájaro en tus detalles de niña hambrienta del amor que no tuviste, volaré alto evitando las correntadas del ciclón que te define, lento para ver tus defectos, aprenderlos y aprender a aceptarlos como he aprendido palabras que lastiman, iré más lejos e iré mejor, llegaré cuando deba ser y partiré sin un beso ni una flor, eso es para los cantores y este bicho raro de cantar no entiende un vegetal.

Abriré mis alas cuando abras tu ventana y volaré sin dejar de verte jamás, podré describir a otros como yo esas pequeñas cosas que te hacen tan hermosa como eres, que no se ven a simple vista pero ahí están, podré contar la historia de cómo de tanto mirarte en silencio encontré bajo tus ojos una corriente de personalidad sin hogar, huérfana por culpa de la represión de tu moral pero ambiciosa y preparada para dar el golpe y salir a ver el mundo con los ojos de la felicidad, muero de ganas de contarle a todos que tu boca es capaz de decir sin hablar y que para escucharte no hace falta siquiera oír ni mirar, quisiera que todos sepan que eso que muestra la mujer que tanto amé no es sino una pantalla ficcional para ocultar la dama de cristal que duerme bajo aquel manto de libertades censuradas, libertades extirpadas y recuperadas entre Gin y Ron, Ying y Yang, Big Bang y nos hicimos algo universal. Quisiera verte bailar como lo hacías sin querer y verte llegar cuando en Boedo se cantaba "Truco" sin mirar, me recuerdas por lo fuerte que llovía en Francia al arribar, me renuevas porque renuevas tu fe sin altar, me despiertas y amanezco empezando por el final, dame tu elegancia sin perlas para llorar, dame un minuto más que tengo algo que darte antes de culminar.

Salí a buscarte por algo más que tu belleza escultural, no, salí a buscarte por mucho más, porque cuando intento civilizar mi pulso y escribirte ser de tu verbo el predicado me eleva a las tardes de morirme contigo sin piedad ni crímenes pagados. Te busqué porque en mis pasos como huellas sobre papel mojado dejo Jazz cantado por las mujeres que me han despreciado y es allí donde entran a esta historia tus labios, callados, sin besos hipotecados, sin pecados prendados, sólo labios mundanos para algunos, para mí labios santificados cánones del pasado. Labios quemados que queman las teclas de mi piano y supieron darle música a los golpes del preámbulo. Salí a encontrarte siguiendo las pistas que fuimos dejando en suelos congelados, velas derretidas, cuentos de druidas y noches de semáforos rojos.

Salí a buscarte porque dentro de aquel cuarto sigue alojado el hombre que no tolera vivir sin tu negro y blanco, él puede quedarse sentado, yo moriré luchando, texto tras texto seguiré buscándote.


Tigre.-

Fátima y fatiga.

Te busqué, porque sin encontrarte a ti, mi lado más genuino es tan sólo un hipócrita intento por confortarme con mi versión incompleta de quién puedo ser. Te busqué, porque el espejo más transparente y fiel es el reflejo de mí en tus pupilas traviesas yendo de ojo a ojo y a mis labios mortificados, ocultos bajo la manta donde los niños ocultan sus temores y sobre la que los adultos olvidamos nuestro estrés diario y rebuscado. Te busco, con el tiempo entendí que el mejor sitio donde estar es donde tu perfume robe mi aliento y corrija mi peor comportamiento, créeme
, puedes confiar en lo que dicen mis dedos inquietos en silencio, que si no te encuentro no puedo sentirme completo.

Por eso dame una distancia y será el punto de llegada mi victoria ansiada, dame una fórmula de éxito y seré exitoso al perfeccionarla, vente con una pregunta y no me detendré hasta ser especialista en contestarla, Lola dame el placer de acariciar tu piel y me perfeccionaré en el arte de tocarla, por las mañanas, las tardes, sobre cubatas y entre comino y albahaca. Te busqué entre páginas blancas, amarillas y doradas para encontrarte de la manera menos sensata en las fantasías que tu voz desatan, átame a tus manos Fátima y en la fatiga del amanecer prematuro perderemos el tren de los arrepentimientos para embarcarnos temprano, cuando la banda aún no sonaba, en el crucero que cruza los frentes para vernos jugando a ser diferentes.



Tu mejor herida es la sonrisa y tus más bellas cicatrices tus párpados peligrosos. No hay mujer a la que no le guste mi piel ni hombre que no le suelte un cumplido a mis ropas, no hay reina que no pretenda mi corona ni tropas mi reino. No hay quien juegue limpio en eso de amar y aunque algunas olvidan eso de jugar, morir en el intento suele ser mejor opción que la condena a esperar verla volver algún día con la promesa de no volver a acobardarse, no siempre hay segunda oportunidad y cuando las hay no siempre vale igual la victoria, amor fatal, borrascoso y difícil de amaestrarlo, amor capaz de darnos un contrato a cincuenta años con el mismo demonio y nos costará la vida y el alma pero que valdrá tanto la pena que al reencarnar y ver el cielo bañado de tinta blanca por primera vez en la vida sabremos que lo hicimos y lo volveremos a hacer. Amor te escribo porque de ésta vida ya sólo me queda un tanto y tantos veranos contigo me han malacostumbrado, amor mi tiempo empieza a correr de atrás hacia adelante y es hora de empezar a agradecerte. Sé demonio de ojos negros que si es que no me alcanza la vida para pagarte por tanto y todo tan perfecto te harás un espacio en la próxima vuelta de la carrera y presentándote con otros labios y otro aroma extenderás tu contrato una que otra vida más, así es que seremos eternos amantes tú y yo, lo sabías la primera vez que me miraste, siempre lo supiste, eternamente juntos, vida tras vida, amor demonio.

Congruencia milagrosa.

La nocturnidad de mis días más ajenos, mis noches menos mías me pesan en la bota llovida y bajo el tejado de tu mal más necesario tu pose menos posada es muérdago en el umbral de los rencores olvidados, muñeca de trapo te columpias en el maullido llanto desde el desfile de tu impronta hasta el latido de mi tambor cuando me nombras, sombras bajo las que nos resguardamos de la lluvia y de los faunos que en los laberínticos bordes de tus labios habitan, buscan también ellos resguardo en la baraja de tus besos prendados, sal de mí mujer de cien candados que hace un año que no puedo,sin ti no puedo, enciende un fuego y sostén mi mano que Joaquín me pide que muera por él mas yo muero por ti.

Perduras en mí como el bandoneón del giro de Ariel, tus voces quedaron zurcidas en el atril donde pinté tus males y en los mares donde ahogué las penas plenas que aposté en el casino de tus fríos pies y mi helado clavel, no me hables en francés que para rencores tengo a mi guitarra, no me vengas con tus nombres que Lola sabe que nadie me oye gritarle mi déficit ni mis plenitudes, para deudas tengo las verdades nunca dichas y para riquezas tengo sus locuras en despertares fugaces y rosas, cazaré por ti mujer el monstruo que quieras, seré la fiera que me pidas sea, pero no me ruegues deje de pensarte ni en bares ni durante mis viajes, para eso ya es tarde y así como así seremos intelectuales del gemido, grita con el jarabe y libera tu cabello mojado durante las navidades.

Se hace difícil a veces olvidarte, olvidarme que tu encanto hizo maravillas y que mi mejor canción es la que nunca escuchaste, mitómanos y milagrosamente congruentes, complementarios y comprometidos a no comprometer lo que nos unió en Junio y nos separó en Agosto, dame Amatista madre y dame estrella mi perpetua mueca, dame de tus ojos de miel la colmena para extasiarme en la dulzura de tu canto cuando vuela, dame más suela para caminar tus distancias, dame huella y que la huelga de  mis maestros nunca vuelva, dame refugio aunque sea en tu celda y cierra con nosotros dentro, llévame de nuevo a tu centro y disculpa por los largometrajes perdidos, mi tiempo sin ti es tiempo perdido y pierdo la conciencia cuando es contigo, furia y pergamino entre Buenos Aires y tu ombligo, invierno en tus brazos es verano sin abrigo, perder los estribos sólo si en el galope es para que te muestras tal y como eres.

Son tus labios coral el andamio perfecto que necesito para pintar en tu cielo el ojo del huracán de tu pelo desordenado sobre los vértices de tu milagrosa arquitectura corporal, el día que te conviertas en puñal todo acabará, te llevo tan en mí que tu filo será gemido y canción final.




Tigre.-

Una sonrisa para cambiar las mañanas.



Quién pudiera salvarnos de esta angustia discordante y monocromática, de andar andando sin sabernos ni mirarnos, el contacto más experimentado es el de la agenda y la mirada más sincera a la televisión, basta de dar voltaje a los aparatos y a conectar la pasión que no lleva cables ni contamina más que al corazón, dale volumen a tu voz y tu guitarra y basta de ensordecer con parlantes de cartón, vamos, que la vida no necesita un reloj inteligente para saber que la inteligencia cae y decrece como la arena marcando el tiempo, ven conmigo y siente, la luz al apagarse y el Sol al ascender sobre los montes de tu viaje a la regresión.

Nos vinimos a la nada para encontrar todo lo que perdimos entre teclas y pantallas, tú con tu guitarra, yo con mi cámara, tus papeles por suelos y mi ropa sobre ellos, sin forzar la mirada ni esquivarla, nos conocimos mirándonos ambos en el vidrio de la ventana del tren aquel, ninguno de nosotros sabía quién era el otro ni qué miraba, pero el hecho de tener los ojos abiertos y apuntando a otro lado que no fuera un dispositivo nos fascinaba. Con los años supe que esa madrugada en ese viaje y durante esa mirada estabas elucubrando en tu cabeza un texto con las letras que imaginabas que contenía mi nombre y no fallabas, hablabas del botón de mi camisa y el color de mis labios al sonreír, te referías a esa sonrisa para cambiar tus mañanas y te ponías a mi disposición para darme tu vida cada vez que me hiciera falta, no mentías, maldición, no lo hacías.



Amé las canciones que compusiste y tu obsesivo perfeccionismo no te dejó cantar jamás, le cantas al vacío y yo sé lo lejos que estás de estar solo, solo no estás, lo escribiste hace una década ya. Caigo ante la somnolencia y me sonrojo cuando como un maestro de las artes marciales, rápido, silencioso, llegas hasta mí para arroparme con una manta y vuelves a tu lugar favorito, para que sin importar el hilo musical que venías tejiendo cambies el rumbo y le des a las cuerdas la dulzura de tus manos que en mi piel tanto vicio generaron, dispones en el aire una brisa de sonidos como canción de cuna, hablas al silencio mientras tus dedos le hacen el amor a las cuerdas, no quiero apartarte de tu trance, no quiero que te alejes de mi alcance, frase tras frase elevas tu poesía y el viento presuroso agita los maderos de las celosías antiguas.

Eras un genio antes de ser un hombre, cuando nadie te lo permitía, cuando censuraban tu capacidad y tú censurabas tu ira, te sumiste en un extraño limbo en el que eras rey y lacayo, eras un antiguo caballero en defensa de la princesa que te ignoraba y fuiste alimentando así al verdadero héroe de la historia, no el protagonista, sino el que las que escribía. Creías que nadie leería tus palabras, que nadie podría disfrutarlas, pero estabas tan equivocado que no pudiste imaginar siquiera el rumbo de tu propia fábula, te desprestigiaste como tu peor enemigo, como el más íntimo y así enterraste a la confianza, hasta aquella mañana en que alguien robó descaradamente tu carta fantasma y la entregaron a la verdadera destinataria. Te sentiste traicionado y como con un puñal en la mano esperabas al sin vergüenza para darle muerte pero sin embargo te encontraste de frente con los ojos de la dama bañados en lágrimas, aturdido permaneciste inmóvil esperando una explicación pero un abrazo lleno de pasión fue lo que se te entregó, tu cuerpo se adormeció en la perfecta sensación y ella mirando tus ojos negros te obligó a nunca volver a ocultar tu creación, tu vida cambió de aquel presente hasta hoy, porque el mundo conoció a un hombre que renació de entre las cenizas de textos quemados, una suerte de Fénix literario, una suerte de canción.

Contaste la historia tan bajo que apenas se dejaba oír, no querías despertarme, no querías callar, querías pedirte perdón. Finalmente me dormí y no recuerdo otra cosa que tu cuerpo y su calor, con tu calma de siempre te uniste a mí en un sueño profundo y desnudo. Al despertarte fui lo primero que viste y vi tu boca antes que el Sol, entendí ese día a qué te referías cuando decías "Una sonrisa que cambiara tus mañanas" cambiaste las mías con el mismo arma, me recosté en tu pecho y te pedí una historia que me contaras, no fue la del día que te volviste escritor, ni la anécdota de la capilla, o la del viaje en bote, fue historia de cómo... Mejor lo dejo para otra página, la tinta escasea y sobran las palabras.


Lola.-

Vientre y tempestad.

Los veo mirarte y sé que se equivocan, gritando que tus ojos son de miel cuando sabemos que son almendra y anis, igual color, igual sabor y sobre todo, tan embriagadores como tales. Equivocados intentan buscar tu astro bajo tu cintura,  pero tu guardian natural es el Sol, que te sigue de cerca para que las ondas de tu cabello lloviendo virgen en tus tatuajes tiñan las fantasías de tus amantes color libertad. Tu altura y prepotencia disparejas contrastan matices como en una galería de arte macabra, las rimas en tu vientre y la tempestad en tu entrepiso son campos de concentración en los que recluido soy prisionero y soy penitenciario, para cumplir condena en tu pecho al natural, defender tu andar y cubrir tu espalda con la tinta negra de mi brazo más fuerte, envolviendo cual serpiente y raíz tu cintura completamente hasta que te eleves y dejes la Tierra, subas hasta mi mentón, me escuches rugir tu nombre, me dejes morder tu espasmo y vuelvas a ser libre posándote en el mantra.

Alguna vez prometí escribirte y lo he postergado tantas veces que tengo un posgrado en no hacerme cargo de la carga, es tiempo de volverte estrella en el cielo de quienes me leen, ellos ya te conocen y hasta el día en que ya no recuerden lo leído tú serás eterna, mientras queden tallados tus labios en mi cintura y este texto en un lugar donde leerlo serás libre e inmortal. Te conozco como un detallista puede conocerte, me envuelvo en tus gestos para bailar bajo las aguas danzantes de tu cadera incitando a la violencia, te noto venir antes de que gires tus pies para buscar mis ojos en lo alto, sé que observas sin mirar y que tu sonrisa es un patrimonio de la humanidad, inhumana tu forma de andar, desencadenante de mentes suicidas al no poder adorar tu pose de victoria y tu porte de batalla al desnudo y al llegar.

Contrabajo sexy que resuena en Abril de Mayo, en carmín de arroyo, en clavel y estropajos, tu nombre es el mejor tratado en tu nación y la mía unidas, tu misión es volver porque sufro si estás cerca y muero si me faltas, tú, tus piernas cubiertas, tu falda, tu noche en bata y mi mañana descamisada, dale locura a tus muslos bailando a mi alrededor que puedo mirarte hasta enceguecer, toma mi mano y ponla en tu lado incorrecto, voy a tallar en tus aristas la fórmula que los matemáticos crearon para explicarle a los filósofos lo que es estar enamorado, voy a darle de cenar a tu ombligo el metal que reposa sobre mi lengua y a tus sienes los casi doscientos centímetros de territorio para que seas soberana y alcaldesa, batallamos en la misma guerra con dos objetivos distintos, yo tenerte conmigo en cada malabar, tú hacer malabares para mirar mis ojos.

Tigre.-

39 Palabras, 300 textos.

Hace tiempo encontré por ahí una serie de imágenes con palabras "poco usadas" y sus definiciones y me pregunté si podría cerrar una idea general y construir un texto completo usando todas, devolviéndolas a la vida, dejo detalladas las mismas y sus significado, pensé que sería algo interesante para esta, la entrada nº 300 del blog.

Gracias por todo!

Primero, las palabras...

Efímero: Aquello que dura por un período muy corto de tiempo.
Superfluo: No necesario, que está de más.
Inefable: Algo tan increíble que no puede ser expresado en palabras.
Inconmensurable: Enorme, que no puede medirse.
Etéreo: Extremadamente delicado y ligero, algo fuera de este mundo.
Sempiterno: Que durará siempre; que, habiendo tenido principio, no tendrá fin.
Petricor: Es el nombre que revibe el olor que produce la lluvia al caer sobre suelos secos.
Perenne: Continuo, incesante, que no tiene intermisión.
Ojalá: Denota vivo deseo de que suceda algo.
Luminiscencia: Propiedad de un cuerpo de emitir una luz débil, pero visible en la oscuridad.
Compasión: Sentimiento de pena, de ternura y de identificación ante los males de alguien.
Mondo: Limpio y libre de cosas añadidas o superfluas.
Infinito: Que no tiene ni puede tener fin ni término.
Ademán: Movimiento o actitud del cuerpo o de alguna parte suya con que se manifiesta disposición, intención o sentimiento.
Época: Un período de tiempo determinado en la historia o en la vida de una persona.
Bonhomía: Afabilidad, sencillez, bondad y honradez en el carácter y en el comportamiento.
Soledad: Un estado de aislamiento o reclusión a ratos perfecto.
Resiliencia: Capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos.
Melancolía: Tristeza vaga, profunda, sosegada y permanente, que hace que quien la padece no encuentre gusto ni diversión en nada.
Nefelibata: Dicho de una persona soñadora que no se apercibe de la realidad.
Melifluo: Un sonido excesivamente dulce, suave o  delicado.
Elocuencia: El arte de hablar de modo eficaz para deleitar o conmover.
Efervescencia: Burbujas en cualquier tipo de líquido.
Ataraxia: Imperturbabilidad, serenidad.
Olvido: La acción, voluntaria o no, de dejar de recordar.
Iridiscencia: Fenómeno óptico donde el tono de la luz varía creando pequeños arcoiris.
Limerencia: Estado mental involuntario, propio de la atracción romántica por parte de una persona hacia otra.
Acendrado: Puro. Sin macha ni defecto.
Arrebol: Cuando las nubes adquieren un color rojo al ser iluminadas por los rayos del Sol.
Sonámbulo: Una persona que camina dormida.
Serendipia: Hallazgo afortunado e inesperado que se produce cuando se está buscando otra cosa distinta.
Alba: Primera luz del día antes de salir el Sol.
Epifanía: Un momento de sorpresiva revelación.
Incandescencia: Luz producida por altas temperaturas.
Nostalgia: Pena de verse ausente de la patria o de los amigos.
Inmarcesible: Que no puede marchitarse.
Aurora: Luz ténue y en tonos rosados que aparece justo antes de la salida del Sol.
Desenlace: La resolución de una historia.
 


 Ahora sí, el texto.




De la mano de otro loco que anda como si todo fuera poco, como si nada existiera fuera del pozo me llegó tu perfume al foco, se encendió la luz y como el tiempo nos pasó por encima, tuve que buscarte debajo de los escombros del sexo derrumbado, nos fuimos sumiendo en las alcantarillas del letargo y en el melifluo resurgimos como un fénix de vanguardia, nefelibatos de estación entre nefastos de almanaque, necesitados de la pasión y abordados por la limerencia del caso, culpa del olfato, del tacto, del gusto que nos encontró borracho de lívido y sin zapatos, desnudos desde los pies a los temblores del contrato, arrebato al arrebol del un sonámbulo del alba, epifanía compuesta en la nostalgia inmarcesible, dame una gota de tu flor y tu recuerdo será voces engalanando mi triunfo, fueron cien fuegos de la celebración y otros cientos del orgasmo sempiterno, cultivo perenne de reflejo iridiscente, tu cabello etéreo, acendrado y eterno.
Aunque al desenlace la aurora diga "Basta, el juego ha acabado" la ataraxia de los cuerpos vestirá de resiliencia el olvido de una época de elocuencia y mondo, menta y calabozo, una pinta en "Nunca Jamás", o un tabaco en Gibraltar. Soledad y compasión, un infinito ademán de ser bonito el elemento que te vuelve inefable, inconmensurable. El tiempo es superfluo, el viento adorno, el periplo un cuento y tu compasión un contorno, tu verdadero fondo es el fuego de tu exterior. Ojalá la melancolía fuera tan efímera como el petricor en un verano ausente, ojalá no hubiera encontrado en mi camino a la guerra tu paz, serendipia, quizás fue tu complejidad, tal vez bonhomía, la efervescencia de mi sangre si andas cerca, la luminiscencia de la luminosidad de tu incandescente, de los textos a las fuentes, de las calles a los puentes, de afluentes divergentes en océanos diferentes, de errores latentes y grandes referentes como caderas que divierten, supe hallarte entre los castillos que se desmoronan en la moralidad de las moralejas de carteles. En tu boca sin colores y tus ojos llorando fuerte sigo soñando con verte, seremos reales en alguna realidad, la nuestra o la de los demás.-



Tigre.-

Te observo en letras.



Por trigésimo quinta vez te olvidé hoy, sigue siendo en vano, me rindo a los pies del Sommier y abatido, sin filtros ni resoplidos, vuelvo a pensarte. Hoy volví a olvidarte y Madrid me ayudó a equivocarme, su lluvia apaga el ardor, fluyendo por mis manos me recuerda a tus dedos, acariciando las cicatrices del tiempo y el mal uso de los campos, nunca me enseñaste a seguir tus pasos, ni tus saltos, ni tus telas, ni tus mantos, otra vez te extraño, debería quizás hablarlo con  mi terapeuta o tal vez mi gato. 


Llevo más derrotas en esto que a los dados, acumulo olvidos que apuesto al siguiente día y los pierdo en la nostalgia de recordarte recordando lo mismo que me hace pensarte, repensarte, querer olvidarte, fallar y repetir, los ases de los dados de las llaves de la tarde de la bandera del lugar donde amé y reí.
No te vayas de mí, vete, déjame verte, no me mires así, el rímel de mi frase es el glasse de la fase en que mengua la Luna, la gracia de los desgraciados que se tienen entre si, si estando estoy perdido y ganarte es un buen partido entonces prendido a la curva de tu tatuaje Lola me siento vivo. Será que te observo y veo letras, que aún dormido entre papeles te pierdo y entre azulejo y Blueberry te pinto un sueño, meciendo un dragón, mereciendo ni barro ni galardón, será que te tuve cuando el mundo quedó a obscuras y nadie tuvo nada, será que te puedes ir o volver mil veces y siempre serás mía, porque tus detalles, esos que te hacen tan tú son míos, patrimonio nacional de mi tinta, puño y vida.
Los pocillos de tu sonrisa, tu boca maquillada tras la campera y la indecencia, la mirada del furor y el cambio de colores, las leguas de Verne y la lengua que resplandecía al verte, la deuda y el abrazo fuerte, ansias de tenerte y detalles que te vuelven un desastre inminente, un deseo constante y un recuerdo latente.


Tigre.-

Bossa & Supernova.




Adiós, mi cielo, incoloro que en la profundidad de tu abismo ennegreces en petróleo, te dejo con tu dadivoso y furioso fulgor de Enero cuando parece que todo acaba pero está a punto de comenzar. Adiós cielo gris que en los bordes de mis dedos crujes y en mis cuerdas vibras, adiós, te dejo, para que me recuerdes por todo cuanto soy y tan poco como vivo. Cielo azul te pinto en piñatas de litio y lirios, te pinto a litros como lágrimas in vitro, te extrañaré cielo mío como si me pertenecieras por cada texto que te he escrito, cielo poluto y corrupto de deseos sin escrúpulos, cielo con pantalones gastados y labios perfumados en días ventosos y de chaparrones trastornados, mi cielo mecánico de cinturas escuetas, ojos como escopetas y sonrisa exclusiva, no me des la espalda cielo que es pecado en este mercado de nubes y Arco Iris monocromáticos.

Cielo en la triste despedida me comerás de un bocado y avocado a volverme astro alzaré los brazos como dejando que me quites los ropajes, así lo hacía ella mientras me besaba la espalda y arañaba mi pecho, desgarra tú mi alma y bésame las cicatrices, entinta mis manos y te daré matices, sé feliz y no necesitaré perdices, parto cielo, te dejo, me hundo en ti como navío en guerra perdida, me pierdo en ti como cada grito en la huelga, dejo atrás Tierra, papel y tijeras, eres la Bossa en la Supernova de los ocasos, mantra y penitencia, mantas y presencias, adiós cielo de tantos y santos lugares, cielo sin precio, cielo mío, cielo nuestro, que nos llueve y nos desabrocha las mangas, cielo de espadas y de aspas, sepa usted mi cielo que en el brusco freno la encontré cuando me desencontré con mi nuevo antiguo YO, cielo te dejo en la blanca bahía de los puntos desiertos, al voleo te compongo un texto para que cuando me vaya tú también seas eterno.

Cielo te visito en poco y sobre valorado tiempo, te invento un nombre y te beso para que siempre llegues tarde, en el Abril de los intentos entre premios y prístinos perímetros te golpeo de frente en un guiño violento. Caen de a veinte y tantos los mantos que de llanto te cubrieron y embalsaman la cordura del pavimento, cielo que ocultas tu mirada en el hombro de doscientos me hundo en ti con las frases que escribí en la caricia que en tu celeste perdí, adiós cielo mío, cielo melancólico, cielo infierno.

 Tigre.-

Poción estática.

Salte de la niebla de Baires y tras horas de bares vente al completo que tus medios son meridianos que me parten en partes desiguales. Puedo verte valiente y con poca ropa, rota por dentro y derrochando tinta de los tronos que te han visto dormir conmigo cuando los reyes de turnos no estaban allí, no estaban fuera, no estaban dentro y yo en tu centro con besos de acero grabé el nombre que nunca me dijiste para que en cada escalofrío recuerdes quién fue autor de los jeroglíficos latidos.

Pensar que cuando el vino de tu bondad se hizo Vesuvio, la ciudadela de mi soledad quedó cubierta de ceniza y de néctar etílico, pensar que cuando tu vientre me abrió la puerta a los exóticos campos Elíseos el más erótico de mis deseos terminó siendo la menor de mis hazañas, enseñaste a los días nublados a ser pecado y aprendiste de mi piel que mientras más tires de la cuerda más se asomará la Lola loca, brilla el diamante de tu lima en la estación Perú y se apaga al partir en Constitución, la conjunción de circunstancias circundantes en torno al conjuro de los trapecios y los bailes arabescos ausentes, fonola afónica y tinta de mi letra, letra puente que corrompe mentes estáticas valientes, algún día será tiempo de partir y lo haré plenamente, desnudo de rencores y sin asuntos pendientes.

Vuela, palma abierta y súplica, vuela, no me veas como si fuera esto una película muda, vamos, grita y agita tus alas, despega, te ruego no me veas así, te pido que me dejes y vueles mientras puedes, me estoy fisurando por dentro y por fuera cero grados de latitud, gratitud neta si de penitencia da pena y en la última cena dame la nueva recta a la velocidad de la luz que vierten tus ojos al nacerme. Volverás a buscarme y en las brújulas que unan tu Norte con mi Buenos Aires Querido.


Tigre.-

Porción de vida.

Cuando ruge el gemido y el gime el rugido en la pista de tu vientre despegan las memorias del libido, en el despiste de mi fervor se lee el libro de los ciento noventa y nueve versículos de tu grito inconsciente.

Querría usar mas a menudo la palabra espectacular, pero es que en estos tiempo se especula más de lo que se ve de tales detalles, tanto que ya no sé si escribo sobre pequeños porciones de vida o si "ella" a porciones me desaloja de mis pinceladas mágicas y enreveradas. El eco de una guitarra en su caja me recuerda al zumbido que me nace dentro y se convierte en palabras, en aguas se pintarrajea la cara el pentagrama, pasos en pisos altos de torres ascendidas, lacra en cama y chocolate en rama, rara vez la fanfarria escama y aún menos el koi escala, dame la bala de la última gota del veneno de tu horca, dame el sexo de tu cama y un sorbo de tus ganas, el tango y a Roxanne, el Sevilla de tus amores y la Barcelona de tus luces, hace lustros que no dejo de pedirte algo y aunque nunca me des nada, siempre, siempre, salgo ganando, desde el rayo al trueno y el vendaval, desde Cortazar al último verso del loco de la plaza, de las dos playas sin Francia y sin azul, sin caviar y sin betún.

Chaplin y su discurso sin cursis corsos y como sin pulso, el general de los conocimientos, capitán del desconcierto, te miro y en ciento seis mandamientos te siento al viento pecando le pido otro año bisiesto para otro día tocarte un rock en términos de jazz desenchufado, libre y mediterráneo te extrañé un mar y más, un océano, más aún, te extrañé un beso que fue sólo la punta de un iceberg que hundió los sueños de un coloso en crecimiento, al fondo mil quinientos grandes momentos que junto a los tuyos se volvieron condimento, vamos saliendo, vamos volviendo el tono tiempo y el viento coros, vamos de la mano como cronos y cronopios, vamos nena donde vamos, somos nena lo que somos, sordos ante todos, juntos somos fantásticos.


Lentes en el fonógrafo.


Saberte, saber verte, sabes moverte, saber que podría dibujarte sin verte desde la sigla pasada, desde la isla sagrada saber vestirte sin verdes, de DO a FA y el SOL que vierten tus ojos, LA luz de los mortales SI,
DOs octavan como octanos en mi combustible, siglos sin signos y sangran los festines que en tus camerinos son delfines y felinos, fuerza en los flashes de tu socorro fuente, fuerte viento que no olvides sopló la métrica de tu Este y mi Oriente, volátil como la T.N.T. o la fricción de tenerte, referente como un golpe que de repente repele los percebes tu río origen, desprendes estelas como cometas en un velo, desnudas tu reflejo y revelas los manuscritos de tus mejores consejos, vive bien, vive próspero y envejece mis sueños poeta de floreros, alegoría a los fantasmas y acrónimos filosos en los labios psicólogos de filósofos comen más en Palestina que yo en tus proverbios de resabio, principios de finales fogoneo de fundamentos fundamentales en furtivas funcionales, palabrotas que te embisten y te encierran hasta que no sepas de que habla ni el que dice ni qué escribe el que tararea las posibilidades en tus oídos húmedos y fríos como mi asfalto si lo pisas al marcharte.

Memoria de la minoría externa extrema unción, mirada envuelta en la fresa de los subsidios, suicidios privados y aranceles discontinuados, de vez en cuando nos leemos y me entiendes al ver que duermes en mis tenues metáforas enfermas por tenerte. Por recordarte anoche me perdí en un infierno, por revolver el armamento que pulsan tus antiguos momentos extravié mis lentes en el sótano de tu mente, muerte y despareja suerte que me niegas en el sorteo de tus besos ausentes, Jaque y Mate antes de siquiera sentarte a ordenar tus peones elegantes, blanca y negra tu bandera referente, cerveza y menta, alondra y halcón, verás la gran Luna desde tu balcón, verás el último sótano de la tumba de algún faraón, lucha y canción, mejor distensión que tus ojos en mi bolígrafo sólo tu voz en mi fonógrafo, telegrama silente y síntoma de amor crónico, de colosos canónicos a corazones daltónicos, difónicos de gritar al viento que ves que crees que otro es lo que tú tienes bajo el as de tres, brilla canto de pez, huye y construye pero de regreso a la esfera te espero de hoy a próspero año nuevo, vestigio y vertiginio, aquí acaba el cuento de necesitar que vuelvas para asfixiarte en un abrazo, tu recuerdo es filial de mis sentidos, pero tu falta es verbo en mi disléxico diccionario de sinónimos, parpadea, sonríe y firma la sentencia de mi muerte, serás culpable eternamente de que nadie me detenga, de que no frene, créeme, serás tú quien atestigüe a mi favor en el juicio a mis valores, de mi literatura perenne, de Parliament y Parisienne, de vodka y de whisky, de Poe, Doyle y Verne, vuelve, mis versos saben traer tu imagen pero no el perfume de tu vientre.



Gracias por seguir ahí, incluso con mis tiempos jugando en contra, con mis redundacias y mis errores, gracias por ser motivo y ser motivación, gracias por darle un poco más de relevancia a esto que hago con tanto desinterés. Gracias. Texto dedicado a quienes durante este último tiempo cumplieron años, hayan o no, dejado sus cuerpos, dedicado a todos los que ya no están tan cerca en cuerpo, mas están más cerca que nunca en espíritu.

Nos leemos pronto, lo prometo.

Tigre.-



Ego, murmullo y bailar.



Apacible en mi vida como una lluvia otoñal, sin refusilos ni tronar, como el amor sin batallas ni sustancia, una perla blanca en el fondo de un mar pintado de verde tiempo, soy un guerrero silbando a Gardel, soy un ego sin sueldo ni jornal, jovial porque me gusta, jocoso a la hora de bailar aunque me falte capacidad, duele dentro el murmurar de los perdidos y retumba fuerte el bramido del tren de la lealtad, libertad,  humanidad y la plena intención de vivir con intensidad, fragancia a menta y licor de pentagrama, placas y plantas en el jardín de la creatividad, Loto en vela y luces para capturar, terciopelo en Gibraltar y cuero en Marsella, soy mi vida y mi vida es bella, soy guión y soy estrella, soy trastornos y alevosía, soy caviar y soy paella, fugitivo y policía, soy Holmes y soy espía.

Disparos de uno en uno, el robo a rostro tapado, terrorismo anticuado y verdades a medios paños, cultura entre tus manos de diccionario, cinéfilo del espectáculo de tus ojos almendra, mordaza de plegaria y castigo divino en el purgatorio de tu centro, puntualidad a la hora de tu orgasmo y demora entre tus versos, otros tuvieron sus magas, te quiero mi excusa, aunque sobre inspiración se escribe mejor cuando hay un dos del otro lado del divisor, espejo retrovisor en las comisuras de tus labios, te veo sonreír, sonrío. Amor sin ton, sin son, con Blues, con Soul, amor pasión con Paul y John, amor bombón, café y la canela de tu piel de papel de arroz. Función cuadrática sobre el ángulo de tu ceja y cicatriz, receta milenaria de la cena en el proverbio de tu cultura, flexionas las rodillas y fraccionas a tu conveniencia lo que me das, caigo en tu trampa como las últimas diez veces, conociendo el sistema, el cebo y la consecuencia, soy presa fácil de tu amor difícil, será que no estás, será que no existo, será que fuimos otro cuento del próximo Otoño y será que lejos de ser final, esto es sólo el principio.


Tigre.-

Miel de volcán.


Antes de que yo fuera esta versión de pseudo-escritor alguien me miraba con ojos de luz y me decía que bajo ningún estado debería dejar de escribir, ni enamoramiento, ni dolor, ni ira ni codicia, ella me decía que quería ser inmortal en mis letras y ver mi lado emocional sea cual fuere el motor de mi expresión, que confiaba en eso que con el tiempo di a llamar "Revolución Neuronal". Ella tenía fe en mí y quería siempre verme cantar, no sólo oírme o escuchar, quería un completo dejando su YO en cada lugar y al día de hoy es casi una misión, un propósito o una razón...

Unas cuantas gotas de lluvia de la nada, nadar entre mis letras y nadar en tus piernas aunque sean la hirviente miel del Besuvio monumental, quiero dejar en tu territorio la huella del caballo de Atila, el chasquido de los dedos de una mano de un mago que una llama avivan, , llevar una existencia digna y tener tantos códigos como una obra de Leonardo, pintar con finos trazos de tinta en el vino que se fue para dejarnos cóctel de fríos labios y lazos en vela, que mi Koi sea dragón y no calavera, Pegaso de un corcel y retazo de mi piel el desgarro de dar todo en el papel, rompe las escuadras que las reglas empapelan la pared, escuda a tus aliados con tus ojos de satén, tesoro mío, mi tesoro, basura de otros, mi victoria fiel.

Caudillos, soldados de plomo, codo a codo toman vodka unos con otros tramando cómo darse vuelta cual trompo, se golpean y abochornan, se centros universales pero son sólo juguetes a cuerda, tarde se acuerdan de lo principal y lo positivo, tarde ven el reloj y tarde usan los ases. Bastión vestido de iglesia, productos de belleza sin escaparate suficiente para los egos, te miro y tus dedos son juegos, azar y azafrán del suelo despego, repliego el ataque y bajo las guardias bajo las fanfarrias de rendición, pinturas renacentistas en boca arte extremo, meteoro fugaz, cometa voraz, estrella capataz en un ocaso de luz artificial.



Tigre.-

Marfil desnudo.



Entre leer y leerme te leo y me encuentro, entre tragar amargo y besar dulce los vasos van quedando empapados, no ven la hora de encontrarse en un verbo los agujeros negros, no vemos los tiempos si miramos sinceros, versos vertiendo victorias en años de a cientos, siéntate, siempre me muevo en línea recta al sendero que me lleva a la isla de lo que quiero, siempre me fingen sonrisas los demonios de ojos negros, después se burlan de mi ignorancia que termina siendo más inteligente que la negligencia de perder primaveras maldiciendo, ser más político, ciento por siento. Vivir una vida sólo es vivirla contigo, transcurrir sin tu mano en la mía es más una pérdida de tiempo.

Una gota sobre el techo de un irresponsable, golpea, se divide y abarca, moja aquí, moja allá y mirándonos vamos mojando la frustración, corazonadas, as de espadas, un seis en los dados rojos y un alfil para su reina, cubrimos mesas y tableros, cumplimos años, sueños y ganamos apodos informales. Artistas de géneros y generaciones varias, aristas, pilares y peldaños que escalar, arañando el adoquín como decían, mamando el asfalto de las suelas pintadas de alquitrán, falacia fantástica y la lucha contra los principios y su falta, la falda y el escote, baila baila, con la pelota en los pies o los flashes en las cámaras, con la vida en la pluma y la pintura al papel, que te mire y que me mires al atardecer, que ni la braza brava queme mi piel de marfil, cárcel y clavel, duerme Cenicienta en las cenizas de Caín y Abel.

Lo bueno de la lluvia con Sol, además de la obvia suerte de la vieja desposada, es que se ven mejor las gotas en caída libre luciendo brillo y cantidad, frescura y libertad, verte llover me da ganas de verte y fin, verte reír y el cielo me acepta, canónica gracia que recubre tu piel impuntual y supernatural, sal para los fantasmas, Flores para resucitar y para mi libertad tu fórmula, un, dos, un dos tres y va, vamos de aquí para allá y en verdad no hay un rumbo que respetar, ni una historia en Gibraltar, no hay máquinas que escriban si el alma del operario no se transmite en el retumbe de las teclas, no hay futuro que no valga el pasado que habemos cruzado, alma vente a verme inundado y cuando merme la tormenta y baje la marea el cielo estará esperando para darnos su desnudez.





Tigre.-

Alicias daltónicas.






No estamos para derrochar fanfarrias y colores en papeles daltónicos, letras como medicinas y guirnaldas en el analfabetismo de los sabios de mentes con cerrojos, no vale la pena amarte si tus ojos sólo miran su propio Yo, si tus labios cantan sólo la canción para que bailen los filósofos, ¿Quién canta para el corso y baila para los fóbicos? Caballos salvajes en tus poemas pinté y pintaste en mi boca el telón final de tu era, tanto fue, tanto eran, éramos, eras.

Vengas tarde, no vengas, la venganza es un plato que me aturde el estómago y paso de ella, la paz es interna e intelectual es mermelada bajo el árbol de las libélulas, que vengas, vayas o vuelvas, vuelas tan bajo que arrastran tus pies pero te crees cometa en el séquito trastornado y de repertorio arcaico, te vendieron perro por liebre y ganso por pavo real, me vi cantar The Beatles sonriendo y no te vi alrededor, salí a pintarrajear rimas abruptas en la Osa Mayor, en la Aldebaran de mi tauro y tu viaje terminó en una frase de Pitágoras.

Tijeras para cortar la seriedad del amanecer sin pistas para aterrizar y aterrorizar a los sonidos de alerta entre estrellas de carnaval, festival estelar en remedios de ningún niño fantasmal, pantallas obscurecidas para navegar y pistolas para explorar, me das tranquilidad a un precio que no puedo pagar, pues seguiré mi viaje de inseguridad en la soledad demencial de los que ven más allá de las explicaciones lógicas, de las Normas y las Alicias en el país de las alcantarillas, tengo reloj pero no veo la hora, las posturas de revista son más para mis amores que para mí, cuerdas y cordones desatados, cordura en un barrial de barrio bajo, literatura sin instrucción, amor por lo que se hace, se dice y se calla.



Tigre.-

Rugido de Flor.

Dentro de una ráfaga de obscuridad divina viene a relamerse la tormenta suicida, vamos haciendo lugar para sus flashes de hidalguía, vamos, que nos trae la frescura de la tierra revolcada en su humedad, vamos que el Sol se perdió la noche y el cielo se camufla de penumbra y grises para que se sienta más a gusto. Ven, que tengo una manada de reproches atacando mis tobillos, ven, que no son tuyos ni son míos pero me quieren morder, necesito de ti, necesitas de mí, pero con ellos en medio no puede un hombre ser feliz.

Ven muñeca de trapo, ven y trae la tinta de tus zapatos que me anda haciendo falta una dosis de llanto y pálpito, ruge colmillo de papel en mi carne de retazo, ven, mira mis ojos turbios como el agua de los tugurios, los verás brillar como fuego en el abismo, fuimos y vinimos pero estamos en el mismo abrazo, en este mano a mano, brazo por brazo, ojo por ojo y el mundo nos verá desde otros puntos y otros lados, diente por diente y nos morderemos como vampiros hasta que la sangre de un hombre caído nos mande a dormir de nuevo.

Cedo mi tinta, dono mi esencia, la pongo en una mesa como fichas de ajedrez, me encierro en tus cordones y veo color con todo contorno y en el fondo del lienzo entre otros tonos mi sangre corre y mis modos ruedan. De mi paz a tu hostil potencia, la fuerza de un grito en el atónito Do Menor de Jueves muerto, grita conmigo mujer, la fuerza de un pincel se transmite a una pared, a una mañana, a una isla o a una prisión en el hogar, verán un loto todos y sabrán que mis garras han marcado un papel, veré un texto en tu obra y me verán volver, puedo ser, puedes ver, puedes ser también, puedes verme siendo por ti, puedo verte viniendo a mí.

Gritemos juntos y creemos puntos que entrelazados nos lleven al extremo Sur de la galaxia, donde duerme mi amor, donde vive la luz que ilumina el papel donde boceteo la pasión de mis palabras, donde nace el golpe que expulso en un plano literario abstracto pero más real que los propios pasos de mucho falso líder de falsos ismos, vamos a la realidad nena que ahí es donde mirando a los ojos el Tigre es Tigre, la Flor es Flor, la distancia es sólo un número en un calendario y el tiempo, el tiempo es lo de menos.



Tigre.-

Cuadro/Pintura/Ilustración de la mano de Fio Silva

Estrella del Sur.





Otro Martes de naufragios, un capitán sordo al frente de un navío extraviado en un océano de sirenas, suenan los vientos del Sur golpeando las velas y a obscuras surcen prendas las lámparas de aceite verde olivo, una novena tirita en un mástil de acordes, recuerdes o no recuerdes tu pasado una pinta lo mantiene fresco para que algún, o alguna, forense del amor lo diagnostique en la autopsia del alma, tantas armas blancas y banderas desgarradas que no quedan mantas para el arrope. Barriles de fresa lloviendo a borbotones en tu boca, en astilleros despintados y capitolios filatélicos.

Cruceros de madera mohosa surcan los senderos del sincero Sábado por medio, terapéutico canto de jilgueros adornados en sus jaulas abiertas, dame otro compás al son del bañar de las olas en alta mar, dile a Poseidón que mientras posea yo mi Luna para iluminar, mi tinta para sangrar y mi pluma para tatuar serás mi viva eternidad, dile que pinto en los amarres libertad y sobre delfines hilvano tempestad, dame plagas y dame salvación, dame un rincón del mundo donde ahogarme por ti, navegaremos en las dudas de nuestra ilusión hasta ser suelo firme en medio del mar.




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Perdón por la corta extensión de los textos, estoy contando con poco tiempo para escribir estos últimos días, ya tendremos más y mejor cosas que leer.

Nos leemos pronto!

Tigre.-