Diste un paso, cruzaste la brecha que definía nuestro
abrazo, te odio, te amo, te quiero lejos porque cerca te extraño. Te necesito,
como necesito la lluvia cuando ando de textos escaso me encuentro, te pienso, como pienso en
que mañana otra vez me dará una bofetada.
Te amo, porque pretendo odiarte mientras tenga abstinencia
de tus labios, te amo, porque creo que no verte es el causal de la lágrima al
ocaso, te amo, porque lámparas de aceite iluminan tu retrato. Te odio, cómo no
odiarte si te amo no suena suficiente, te odio, no imagino un suelo sin tus
pasos, te odio, te amo, te amo, te odio.
Te extraño, por mucho que te ame no puedo tenerte y eso sólo
ayuda a que se incremente el odio, el odio de amarte sin sentido y sin poder
explicarlo. Te amo, por qué mentirle al cerebro si el corazón es quien lo
convence, si por mucho licor que beba al fin y al cabo sigues ausente, y yo te
sigo amando, y no puedo tenerte, y te odio tanto como quisiera perderte, te amo
tanto como deseo la boca morderte.
Odio esta noche silente, odio no tener tus gritos
incoherentes, gritos que odio escuchar cuando los sueltas, pero que amaría
tener eternamente. Odio amarte tanto que me odio por odiarte, amo el odio aquel
que no me deja olvidarte porque si te fueras de mi mente no podría ya tenerte y
sin tu presencia por mucho que lo intente, no existe odio ni amor, no existe mi
gato ni mi gente, sin tu existencia en mi historia no hay odio, ni amor, ni
vida, ni muerte, sin tu imagen en mi memoria no soy más que un fantasma que
respira, no soy más que un simple ente. Te amo, te odio, aunque a muchos les
parezcan lo contrario, si lo piensas no son nada diferente.
Hace ya cuatro años que escribo en este blog, hace algo más
de 21 que escribo en general, la vida me trajo inspiración de mil colores, sabores
y lugares diferentes, hoy experimentado una nueva, a miles de kilómetros de
distancia, gracias salvaje.
Tigre.-
No hay comentarios.:
Publicar un comentario