Prohibido no aceptarse.


Silencioso y lleno de rabia, volcán de inseguridad e infamia, liberación fantasma, ópera dramática. Tiene un brillo en los ojos del que pocos hablan, tiene miedos que cantan y anticipan a la parca, mucha copa perdida y poca revancha, para algunos la bestia del cuento, para otros el falto de sueño. Podrían vestirlo con unos cuantos hilos, desvestirlo en dos miradas, liberarlo con un solo abrazo y elevarlo sólo con unas cuantas palabras. Pero su corazón viste púas clavadas, la brasa del caldero que lo volatilizaba pudo apagarse hasta ser la ceniza del tabaco viejo al que le rezaba hasta que se cansó de las rimas, de las riñas y del acoso, se hartó de demostrarle a Dios y sus demonios de qué era capaz, se volvió entre espejos rotos para reencontrarse consigo y demostrárselo al mismo tipo que cuando el mundo flaqueó le fue fiel y confió en todo lo que podía confiar, en él.



Un poco de agua y una pieza de pan no se le niegan a nadie, tampoco un poco de esperanza, un orgasmo que las cuerdas de una guitarra estiraba, poco espacio, mucha magia, la ventaja de salir su pensamiento disparado al sideral espacio, un cerebro fundido apagado en el gemido que lo cubría como un manto. La túnica de la muerte podría haberlo abrazado y sin embargo no pudo alcanzarlo, es que, cuando la pasión se alza en vuelo ya no hay odio, no hay filántoropos de cabaret ni gerentes de cotillón, sabe a salvación la prohibición y la rebeldía se convierte en pasión. Los lobos conocen de caza, los buitres de carroña, el cisne de belleza y el tigre, el Tigre sabe amar con sutileza.

Sabemos que sonriendo no sabremos olvidar, que el mundo gira y girará, una, otra y otra vez hasta estallar. Nuestro planeta, la vida, las agujas de un reloj, un carrousel que no se detiene aunque nos querramos bajar. Relaja tu espalda, afloja tu cinturón y disfruta de la vuelta que hasta ahora es gratis y mañana quién sabe qué será. Botón a botón desnuda mi corazón, función a función sube y baja de tus piernas el telón que aquella triste canción consta de una simple composición, la fricción de tu flor contra mi resurrección.


Tigre. -

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