Zorra vida, intensa suerte.



Me saco el sombrero, me tiendo a tus pies, me hundo en tu pelo, me muero en tu recuerdo, nuestro. Me asomo a ver el cielo, recuerdo que la Luna nos puso frente a frente, que la fortuna nos separó y una zorra leyenda nos mantiene eternos. La suerte es de los que tienen la fortuna de tenerse aunque no se tengan en absoluto, divagando me vuelvo hacia ti aunque no estés ahí, duermes, duermo también yo aquí, entonces ¿Qué hago viéndote tan cerca de mí, por qué tu perfume me invade los labios? Porque nunca perdimos el as que volvió un dado amuleto, un beso libertad y un sueño eterno, es mucho decir eso viviendo una realidad en la que todo es pasajero y culminante pero, si bien es cierto, la vida es frágil y las relaciones pasajeras, el amor es capaz de sobrevivir a ello. 

Sí, las personas trascienden y se alejan de otras, sí, nos separamos y hacemos de caminos distintos vías de escape, pero, disculpando lo absurdamente cursi de la afirmación, el amor es más fuerte. Amarse es más que escucharse cantar, verse bailar o disfrutar de una cena con velas y estrellas, es verse a la distancia y vibrar, recordarse con nostalgia, pensarse y soñarse con necesidad. Zorra, así es la vida, sí, te estoy llamando, zorra, intento que entiendas que todo sigue igual por muy distinto que parezca, maravillado me despierto por tenerte tan real en un tiempo donde todo es tan virtual, por sentirte tan eterna, incluso cuando todo es tan efímero, como la libertad, según Octavio Paz, como la fama, según Borges, como el rayo que te hizo inmortal en estas letras. 

Tigre.-

Temporada de paz.-

El censor es uno mismo, también el crítico más cruel y penitente.

Mascarita de colores te perdiste en un carnaval prepotente que llegó temprano y se nos fue antes de que tengamos tiempo de despedirlo. En tu disfraz de muñeca se terminaron las domas porque mujer con ojos de celofán en tus muecas se perdieron los residuos de aquella pena que parecía perpetua, hay un pimpollo en tu cabello, tu aroma lo perfuma, tus formas lo embellecen, tu boca la envuelve y en tu beso florece.

Femenina, precisa, te mueves en mis sueños como si fuera de tu pertenencia el planeta de mi mente, detente a leerme y deja que tu piel sea tatuada por los poetas cobardes que le escriben al milagro de tu espalda y tus mejillas de risa contagiosa. Loto como no querer verte florecer, se tornan las falacias cadentes cuando tus caderas andan desnudas por el puente que construí entre tu simpleza y tu vientre. Te llevaste mi paz en la mirada que me negaste, me hice autor para hacerte canción en un temporal sin tiempo ni temporada, sin estaciones, ni de climas ni de trenes, fuiste punto de partida, inflexión y quiebre, llegada en el alcance de tu iris de origami. Me recuerdas a un texto que nunca escribí en tu honor pero que por ti pinté en el plexo de mis soles.

Tu arte le ponen un signo de exclamación a las letras que escribía cuando fantaseaba con tus labios dirigentes, tus pupilas sin dueño, tus talones libres, tus párpados vírgenes y el arco de tu cintura para traerme de las orejas a esta fiesta de ver cómo eres cuando no te importa ser ni parecer diferente, dame algo de eso que te define tan drásticamente como lo más bello que tuve el placer de alguna vez  tener enfrente.

Dame paz, dale la vuelta a este pasar sin suerte.

Gracias.

Fotos:

https://www.flickr.com/photos/xtigre/

Colmillos con aroma a Rosa


Un día me la presentaron asegurando que era una leona, pero claro pensé, "Todos asumimos nuestra ascendencia como tal cosa" Qué ingenuo yo, que astuta la vida que me terminó demostrando en la afonía de su voz que realmente lo fue, lo es, lo será. En un vaivén inevitable de sinsentidos, gritos, insultos y piropos me encontré con que sin dejar de ser quien soy me volví miembro de un clan exclusivo, cerrado, de élite. Un gabinete selecto, forjado a golpes con el martillo del destino que quema en la piel, reunido en una mesa de hambre abundante, de inmensas faltas, de locuras varias y varias recetadas, una banda desconfigurada, sin ton, sin son, pero que gracias a quien comanda la orquesta fue capaz de interpretar cualquier canción. Pido permiso para escribirte y en letras volverte aún más inmortal, dejaste un cachorro listo para impactar de lleno contra el muro de la verdad y atravesarlo con buen porte y bondad, dejaste en un mundo que desborda de mierda sangre pura y pura realidad, nos mostraste a todos un camino y a más de uno enseñaste a caminar, el legado de tus manos temblorosas es la voz que pierde potencia pero no intensidad, el final de aquel camino es la eternidad y en las pupilas de tu casta brilla el fuego del rugido de tu vitalidad. Algunos lloran y creen que te extinguiste en el suspiro de la soledad, estúpidos, si te hubieran visto, oído y sentido luchar sabrían por demás que de tu manada criaste a tu sangre más leal, que tembló frente a algún que otro rival pero que cuando tuvo que mostrar las garras y vencer hasta al mismísimo innombrable logro amedrentar.

Esto no habla de quien fuiste sino de cuánto dejaste, no se refiere a cuántas veces venciste sino a cuántos educaste con tus incontables batallas. No vengo a hablar de cuánto vas a ser extrañada porque no voy a darte por lejana, una vez más la vida saca, pero esta vez deja a cambio el resultante del amor y la dedicación que a la misma vida le imprimiste. Mujer de muchas palabras, grandes, fuertes, importantes, banales y gritadas.

Mujer haré sonar las palabras que mejor me hagan recordarte, porque no hay perro que muerda y que ladre mujer...

"ANDÁ A LA CONCHA DE TU MADRE!"

Nos vemos en los ojos del Leon que dejaste para que siga con tu legado, buen viaje y no te olvides de lo que te grité aquella tarde... TE QUIERO.

Alma rota, imponente.


Leeré de tus páginas cada letra, besaré de tu piel cada dibujo, beberé de tu miel cada milagro en que me haces renacer, estaré en cada huella que dejes, aunque no me veas, aunque no te enteres. Tomaré tu mano y te guiaré hacia adelante, invadiré tu pecho para evitar tu ahogo, seré tu sonrisa cuando tu boca tiemble, tu seda cuando tu mirada llore, serás mi calma cuando nada concilia mi sueño, serás mi fuente cuando la sed me despierte, hablarás de mí entre dientes y te nombraré consciente de que hay verbos prohibidos que duermen en mi mente. Hablaremos en silencio, cantaremos para vernos, nos veremos inconscientes y nos amaremos sinceramente.

Veré el ocaso con el sosiego que me describe como natural, serás la lucha que me mantiene en el filo de la ira y el resplandor que me adormece cuando duele el cuerpo y tiemblan los párpados, tendremos tanto que ver que ciegos nos hallaremos en el distante anhelo, apagas mis ojos furiosos y relajas la mueca de locura al Norte de mis pestañas, en el meridiano de mis facciones. Canta una canción que hable de mí, baila que tus pies yo sigo desde aquí, vertiente de sacrificio no detengas tu canto, porque alma, tu voz es el capricho imprudente que hace brillar a las estrellas en un cielo refulgente, siempre tuyo, siempre mío, siempre el mismo, nunca diferente.


Alma no extrañes este cuerpo maltratado, imperfecto y dolido por los años que golpearon hasta llegar al presente. No reveles al supremo penitente el secreto de mi vida eterna, la formula de mi resurrección permanente, no le comentes al juez que aunque me condene a una eternidad de exilio siempre volveré para volver a verte, alma tengo un contrato contigo, inquebrantable e incalculable en tiempo, nadie sabe que por mucho que intenten acabar conmigo tu piel será el féretro en el que muera y tu mirada el vientre que me traerá de vuelta al infierno donde vuelvo a conocerte.

Ojos negros, piel rupestre, sonrisa fría, sangre caliente.

Alma nueva, alma dueles, bienvenidos los hombres al club de los desalmados porque bienvenida es ella que cuando se marcha se lleva el último tono de mi voz raspando en la garganta el grito que canto cuando te extraño. Te escucho alma, alma te escribo, le hablo a tu cuerpo dormido y a mi alma, alma que se vino al lado mío cuando tu vida, mi vida, se hizo el rugido que acaba en tu gemido.





Tigre.-

Protectores protegidos.


Y apenas la vi llegar supe que mi vida estaba a punto de quebrarse.

Bebí un amanecer prematuro entre el paño y la lujuria, abrigamos al soborno y socorrimos al placer de nuestro entorno. Sobrevivimos, porque está mal visto eso de abandonar, sufrimos, no tuvimos a nadie a la hora del desayuno y sin embargo vivimos, todo un día en nuestras vidas, todo un detalle en el que concebimos un mural de besos teledirigidos. A la distancia mantuvimos un secreto y compartimos tantos soles como errores, adecuarse y resignar, es que a veces, lo prohibido es milagro y libertad, es oxígeno en el frenesí del ahogo dominical, en un desierto manantial, un eclipse ficcional en el cielo gris de algún lugar, tus maniobras para verte en mi desenfreno natural, es volver a verte un Lunes lejos de la capital, lo prohibido se hizo magia cuando me abrazaste una madrugada al llorar, lo prohibido es un acierto angelical, es la princesa sin tiara y la reina de ningún lugar.

Supo el Sol comer de mi mano como un jilguero, supo la Luna morir de amor cuando nos vio bailar, baila, que tus pies abracen el calor de la cerámica. Tus palmas en el membrillo de mi glotonería, tus piernas buscando temperatura tropical, abrazas mi espanto y lo pones a jugar con simpatía sin igual, muchacha de ojos fustigados dame en el paraíso un lugar y si el tiempo tiene que acabar que sea para mañana resucitar, tu copa es mi Santo Grial y tu sudor el agua de la fuente de la vida y la verdad.

Es importante ser capaz de luchar contra todo, es vital.

Me acostumbré a mis demonios, me crié haciéndoles café e invitándolos a comer de mis terrores, los adopté, les puse nombre y les enseñé buenos modales, a no salir cuando hay gente, a interrumpir mis conversaciones y a volver al hogar cada vez que salieran de allí. Demonios que criaron demonios que acepté, fantasmas que aprendí a llevar como accesorios y lo equivocado que estaba, no siempre podré con ellos mas no es motivo para temerles, es importante también saber estar a salvo fuera de nosotros, para lo cual debemos saber elegir un protector.

Existe según dicen algo, alguien, con la facultad de espantar a los inquilinos que no nos dejan dormir, que nos atan los pies para que no avancemos, es importante ser capaces de saber confiar en él, su labor no es simple, aún menos si no soltamos el lastre y hacemos las cargas más livianas, hay que saber dar el paso aunque cueste, hacerlos a un lado y dar pelea, que tu voluntad sea también la suya y así ambos serán más imponentes, la vida es igual de difícil desde que comienza hasta que acaba, la única diferencia es que, con el paso del tiempo, nuestros demonios se vuelven más fuertes.



Es importante tener a alguien sobre quien descansar cuando los espíritus malignos que malcriados habitan dentro se hacen presentes, Perro, León, Lobo o Tigre, hay alguien ahí dispuesto a dejar la vida por liberarte de tus propias bestias, es importante tenerlo presente.

Tigre.-

Prohibido no aceptarse.


Silencioso y lleno de rabia, volcán de inseguridad e infamia, liberación fantasma, ópera dramática. Tiene un brillo en los ojos del que pocos hablan, tiene miedos que cantan y anticipan a la parca, mucha copa perdida y poca revancha, para algunos la bestia del cuento, para otros el falto de sueño. Podrían vestirlo con unos cuantos hilos, desvestirlo en dos miradas, liberarlo con un solo abrazo y elevarlo sólo con unas cuantas palabras. Pero su corazón viste púas clavadas, la brasa del caldero que lo volatilizaba pudo apagarse hasta ser la ceniza del tabaco viejo al que le rezaba hasta que se cansó de las rimas, de las riñas y del acoso, se hartó de demostrarle a Dios y sus demonios de qué era capaz, se volvió entre espejos rotos para reencontrarse consigo y demostrárselo al mismo tipo que cuando el mundo flaqueó le fue fiel y confió en todo lo que podía confiar, en él.



Un poco de agua y una pieza de pan no se le niegan a nadie, tampoco un poco de esperanza, un orgasmo que las cuerdas de una guitarra estiraba, poco espacio, mucha magia, la ventaja de salir su pensamiento disparado al sideral espacio, un cerebro fundido apagado en el gemido que lo cubría como un manto. La túnica de la muerte podría haberlo abrazado y sin embargo no pudo alcanzarlo, es que, cuando la pasión se alza en vuelo ya no hay odio, no hay filántoropos de cabaret ni gerentes de cotillón, sabe a salvación la prohibición y la rebeldía se convierte en pasión. Los lobos conocen de caza, los buitres de carroña, el cisne de belleza y el tigre, el Tigre sabe amar con sutileza.

Sabemos que sonriendo no sabremos olvidar, que el mundo gira y girará, una, otra y otra vez hasta estallar. Nuestro planeta, la vida, las agujas de un reloj, un carrousel que no se detiene aunque nos querramos bajar. Relaja tu espalda, afloja tu cinturón y disfruta de la vuelta que hasta ahora es gratis y mañana quién sabe qué será. Botón a botón desnuda mi corazón, función a función sube y baja de tus piernas el telón que aquella triste canción consta de una simple composición, la fricción de tu flor contra mi resurrección.


Tigre. -

Volver es vencer.

No esperaba volver, pero acá me tienen...

La complejidad de tus acertijos, la feroz manera que tienes de estallar iluminando los espejos, quién tuviera tus alas para volar contigo, par a par, rimar y rimar de alma en alma, la calma de tus manos frías en el infierno de mi piel dibujada, imagen velada de dueños hipócritas y velas apagadas, la persecución y los espías, jugar a las escondidas y correr bajo las gotas, tras las esquinas perdidas de estaciones vacías.

Nota a nota, acorde por acorde recordé que en el papel no hay cielo inalcanzable, que soy infalible, incansable y lo improbable se vuelve a mi favor como probabilidades de lluvia bajo el viento del sudeste. Soy fuerte en las líneas que a golpes transfieren mis plumas del Super YO a la eternidad. Veo la verdad que otros pretenden evitar, vuelo alto y fotografío el erotismo que en las aguas bravas de un blanco río desnudaron los pudores del hastío y pulieron de rodillas los cerámicos del más antiguo castigo. Brilla, en pupilas libres nadie puede encadenar tus manos hábiles, no hay testigos de las marcas que nuestras formas tatuan en sábanas que visten los fantasmas.

Ven, luchemos lado a lado y que el mundo esté de fiesta aunque la gesta de los cobardes corte con su amargura la dulzura de tu polen, alza tus manos y lleva las mías a tu cuello, no sueltes el brazo que te sostiene, no muerdas la mano que te da de comer, no niegues las ganas de la cordura en mi abdomen perder. Venga a La Tierra tu cielo, salve de mis pecados tu incendio, perfuma de extasis tu incienso, dame el sexo de cada día, hágase tu voluntad tanto en la libertad como en el encierro. Desencanto de despertar en un purgatorio inconexo, besos fóbicos en el sofoco del Sol armónico, canta, mi esperanza baila mientras tus labios y tu danza te visten de deidad, a su imagen y semejanza, ritmo de palmas y tambores, no hay coraza que soporte el calor de tu fricción y de tu porte.

He vuelto porque mi mejor definición está aún a kilómetros de tus fronteras, de tus rebordes, porque no hay mejor bote para navegar tus mares que el de mi beso y tu escote, bendita tu eres porque perderé el encanto, el talento y la movilidad entre tanto, pero siempre permanecerá latente el orgullo de ver detalles mientras los pasa por alto el resto de la gente. ¿Te sorprende verme? Más te sorprenderás cuando a pesar del camino y sus curvas prominentes siga mirando al horizonte lejano, que a pesar de toda la ira en contra de la gente abra mis ojos al amanecer y sonría por volver a verte.

Tigre. -

Finales sin cremalleras.

Cuando empecé con este proyecto lo hice con la idea de superar barreras principalmente personales, crecer y creer, cambiar, moverme, valorarme y hacer que me valoren, cuando le dí vida a este espacio lo hice sabiendo que un día iba a tener que apagar la luz, cerrar la puerta y seguir. Hoy es ese día, hoy  tengo algo más importante por delante y por sobre todo, es un momento clave en mi cabeza para tomar una decisión, nos leemos pronto, quizás en este mismo lugar alguna vez, quizás, la próxima, sea en papel. Muchas gracias a todos los que formaron parte de esto desde su lugar, muchas gracias por seguir estando y ser partícipes de lo que fue este proceso, a cada cosa, persona y situación que fue motivo de una letra, una frase, un texto, al infante aquel que tuvo miedo durante muchos años de lo que la gente pudiera pensar y un día se hizo hombre y salió a mostrar lo que tenía para decir y de la manera que más lo disfrutaba, escribiendo, los dejo con el último texto del blog, espero lo disfruten tanto como yo disfruté creándolo, buena vida, nos leemos pronto.

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"Una de cal y una de arena, sal para mis heridas y limón a mi dulce estadía, Sol en la vendimia y tormenta de avenida. Se derrumba la ilusión de elegirte como un castillo de cartas en el sismo de los comunes y corrientes. Sigo cantando canciones pobres para pobres corazones, tejiendo excusas como arañas su tela en los malbones, maldón a los reyes y póker a las nueve niñas del anuncio de los siete muelles. Sigo esperando que el cielo se despeje, espero que mi cuerpo desperece y mi boca no desespere, todo desaparece... "

En sus ojos vi palabras y en sus palabras su mirada, en cada paso que él daba viajaban sus formas y sus actos, sus andanzas, hombre de madera, de concreto y de espuma de mar sin aroma, perfume etéreo y las líneas de sus manos escribiendo en el un papel de cáñamo para fumar. Hombre de caprichos y libertad, carácter vivaz y furia animal, bailaba mejor de lo que decía y ofrecía a voces un canto pasional, andaba haciendo del mundo una gran pasarela, construía sin andamios el muro para resguardarse del entorno hostil y aún así seguía siendo hospitalario, tenía mil defectos y un gran derecho a portarlos, tenía ojos negros y cabellos tintados por el tiempo que adoraba pasar desenvainando una sonrisa clara y espontánea, tenía.

Hurgando con dolor en los armarios de su piso en su amada Marsella encontramos su vida y sus detalles más plenos desperdigados en papeles desordenados, sin fechas, sin tiempo, sin capítulos ni finales cerrados. Los tomé en mis brazos como si fueran suyos mis labios y el mismísimo alma me obligó a devorarlos, como un depredador mastiqué cada letra hasta acabarlos, inundarme de ellas hasta amarlo y me sentí una mujer nueva con cada vez que me encontré inmortalizada en aquellos trazos, me sentí dueña de mil razones para recordarlo y algunas más para necesitarlo frente a mí. Leyéndolo en su ausencia bebí un millón de sorbos de café helado, fumé mil cigarrillos ya fumados por un cenicero ensimismado y enamorado de mi relato y la borra del llanto, ¿Dónde queda ahora su alto rango en eso de expresar? ¿Dónde hallo lo que él guardaba tan inseguro e insensato? ¿Dónde guardo a la mujer enamorada que con gemidos tallados rogaba por una hoja más de su sexo redactado?

Me vi obligada a compartirlo y transmitirlo, transportarlo al mundo tanto como pudiera por hacer del ingenuo cobarde un escritor modernizado, querría que volviera a contar con sus modos desorganizados cómo sigue el mundo sin él, abrazarlo y pedirle un texto más, que cante cerca de mí para reposar mi oído en su espalda y oír cómo suena el mundo dentro suyo. Querría que vuelva a acariciar mi piel como quizás nadie más podrá, porque con sus manos escribía, sus uñas pulidas por el metal de las cuerdas de una guitarra eran plumas en el despacho de un Shakespeare con las capacidades subdesarrolladas, nunca ganó un premio por ninguno de sus actos ni sus creaciones, él juraba merecer un monolito de carbón, no se consideró jamás mejor que nadie, grave error. Temeroso y desmotivado anduvo pintando en una Rivera hasta que me encontró de pronto en otro tiempo y otro lado, andaba solo y no era ni exitoso ni afortunado, respetado por algún que otro borracho, limpio de drogas y sucio de pecados, insensible por momentos y de a ratos imposible, quejoso y cabrón encabronado, de modales antiguos y sexo de escándalo. Tuvo tantos apodos y seudónimos como años, renegar del nombre de uno lo hace buscar variantes a eso de ser "llamado", él era Tigre para los que lo admirábamos, él era mío.

"No veo a nadie, no entiendo esa mentira de ver pasar mi vida frente a mí y yo aquí sin ver siquiera la punta de mi nariz, no logro comprender las mil cursilerías que se dicen cuando se plantea el final, esto es tan poco poético, sus caras patéticas con ojos de lamento, sus brazos temblando. Lola debería de haber estado aquí hace un largo rato y en su lugar me mandaron a estos tipos a examinarme con sus labios apretados, suerte de fantasmas de las navidades en una versión bizarra digna de una colaboración Tarantino-Burton, me estoy hartando de los tipos del cuadro, de mi madre llorando y mi padre de espaldas fumando. Hace una eternidad no los abrazo. Nunca tuve hijos, nunca escribí un libro por desordenado, el único árbol que planté me dejó una cicatriz por intentar treparlo, ya no estoy para esas cosas, me siento algo cansado. Mi reino por un caballo, aunque como no tengo ni tierras ni títulos nobiliarios me conformo con algo de malta y tabaco, ¿Lola dónde te metiste? Te estoy esperando.

Siento cómo mis ojos se enternecen al verte entrar vestida de blanco, me cambia la mirada y me convierto de Tigre a muñeco de trapo, tan bella con sus zapatos de cenicienta y tacos altos, las campanas suelen ser molestas cuando vives rodeado de catedrales pero hoy, hoy suenan a canciones de arrullo de un film británico, tu boca pintada de rojo recurrente, quiero besar tus labios aunque mi boca se siente fría, pálida y reseca como un muérdago arrancado hace veinte años, mis amigos y tus hermanos te admiran sonrojados, la mujer más bella que han visto jamás es la que tanto he amado, ¿De dónde provendrán los tonos fantasmales de los violines desafinados? ¿Hombres alados? La adrenalina me hizo sentir extraño, mas nunca como para alucinar con el olfato y el tacto, ¿Será la cordura que me deja porque al fin te tengo frente a mí al final de pasillo desgraciado? Lola, no sé dónde estoy parado, no siento las piernas ni los brazos, mas tu luz es en cierta forma guía en el calvario, mientras menos siento más te tengo, si tuviera que dar un suspiro final retumbaría entre las paredes blancas tu nombre. Tu costumbre de mantenerme fuerte me garantizó años de vida sonriendo ante orgasmo y muerte, tus pasos firmes fueron camino y mi piel como pergamino lleva tinta que te nombra centímetro a centímetro, ¿Recuerdas aún Lola nuestro primer beso? ¿Puedes decirme de qué color era el cielo la primera vez que pisamos juntos el pasto sobre el que tendidos estamos? ¿A qué huele la bondad de tus manos ayudando? Al veneno ante el que sucumbió mi capacidad de mirarte y no sentirme enamorado, huele tu piel al grito desmaquillado de haber imaginado mi vida plena y plenamente haberlo alcanzado, hoy que me veo erguido ante este acantilado y debo elegir entre salvar o ser salvado les doy cada órgano de mi cuerpo maltratado a ti y tu vientre tatuado. Doy un paso más, salto, sello en tu espalda el calendario de los dioses con colmillos de cristal morado, salgo a la calle, las manos a los bolsillos y los pies descalzos, la calma de tu abrazo, el calor de tu sien en mi regazo, el regalo de haber coincidido en este mundo macabro con la mujer más bella que Leonardo podría haber dibujado, la más noble que un hombre podría haber criado, la más cercana a la perfección que podría Dios haber creado. Inflo el pecho, cierro mis ojos, suspiro con el amor que me has obsequiado... Lola. "


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Lola.-

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Tigre.-

Antiguos balcones y Jazz.

Diurna y benigna, nocturna, maligna, alinea los cuerpos y eclipsa los nervios.

Siguiendo los placeres escurridizos anduvimos por donde jamás estuvimos, cansados y dubitativos, deseando encontrar lo que se escurría entre las calles como nuestro deseo entre las manos de los pecadores. Abrimos los caminos como quien destapa una cerveza fuera para encontrar el punto justo en que se embriaga el libido y se duerme ebrio el sustento de los recaudos y los "Pero", mortales y sin rumbo a seguir más que el de los satélites perdidos, unidos, buscando algo que en una sombra se hace desear.

Un tumulto una calle más arriba sobre adoquines anda en su propio mundo, como una isla dentro de otra isla dentro de un mundo que yace fuera de este mundo, memorias de lugares en los que títulos pintaron colores sobre balcones antiguos de ciudades sin siluetas ni tapujos, montones de cartones y decenas de cabrones hablando el idioma de los invasores. Partimos en un coche alemán, subimos a un ferrocarril chino, cruzamos los mil cordones en un subterráneo japonés para llegar al río que vimos en un film francés, cazamos en regiones de dos generaciones y al fin y al cabo acabamos en un territorio tan nuestro y tan distinto a lo que conocemos que nos sentimos vestidos de actores en un guión retorcido, bizarro y perfumado por la pintura de los artesanos.

Música que proviene de la misma cultura que se regocija a nuestro alrededor, bajo nuestros pasos, en nuestros hombros y en el lazo de nuestras manos, sabemos reconocer cuando una imagen nos deja con los pómulos ruborizados, artistas haciendo Jazz en un patio y aroma al mayor exponente de los placeres culinarios, jugos, discos, máquinas para escribir como lo hacían los antiguos y cien, mil maneras de buscar el pan bajo los tristes encabezados de los diarios. Nuestro entorno se volvió colorido, folklórico y foráneo, tuvimos suerte de vernos en un paisaje de cuento de ancianos, anécdota de paño y almuerzo moderno de paisanos, dejo esta historia plasmada en un cuaderno que visto de recuerdos y desnudo cada invierno que me falta tu alivio en mi cuello, bebimos cerveza y de postre lima, volvimos sin penas ni gloria pero con un relato para obsequiar, lo mejor del caso, encontramos lo ansiado justo antes de dar por cerrado el caso del barrio fantasmal.

Tigre.-

Miel en tu verdad.

Mirada inquisidora, entrometida. Hoy todavía no terminó.

Encerrada en la coraza que te caracteriza, maltrecha, gastada por las balas que sabe tener destinadas para nosotros la vida y disparadas a discreción sin miramientos ni consideración de a tandas tempranas. Manos como plumas para crear matrices de lo que vas tocando, formando un recuerdo casi palpable de lo que recorren los extremos de tus dedos delgados mientras tus ojos supervisan el resultado final, podría dibujarte entre suspiros pero nunca describir de manera precisa la forma que tienes de hacerme sentir contigo un señor y sin ti un vulgar mendigo del destino.

Tu mente bajo un juego de ajedrez imposible de ganar, llave bajo llave y barrera tras barrera, un rompecabezas de cristal y luminosidad, esa que escondes del mundo y desborda bondad, armas para luchar en territorio caótico y tan poco pasional, un milagro de la realidad y una madeja de hilos tejiendo un telar de libertad. Humildad y martirio, impaciencia y capricho, tu voz diciendo "A" y tus ojos gritando "B", tu moral esquivando mi piel, tu cuerpo atrayéndome hacia él y en el centro, como un núcleo existencial las ganas de verte volar.

Hombros puros de papel, sueños pardos como los ojos que me miran andar, llanto silencioso y corrupto, limón para tus heridas, miel en tu verdad, máscaras que quitaste de tu paso y pintaste con colores de coral, océano de cicatrices y desierto de perpetuidad, un recubrimiento blindado para un cofre desbordante de capacidad, tus maneras de cambiar el mundo son un manjar para el hombre hambriento del Neanderthal, joya en una montaña de cal, un ser único en un universo de falsedad, piernas de asfalto, andaría sobre ellas un desierto hasta toparme de lleno con tu manantial.

Tanto he pedido a lo largo de mi vida que te pido una vez más, dame, dame de tu intrincada simplicidad, dame un poco de tu manera de brillar, con el color del caribe en tus poros y el del infinito en tu pensar, hazme libre en tu frivolidad pero con tu tibio abrazo hazme temblar, grita si te sigue una jungla de la que quieres escapar pero no dejes de cantar, porque en tu voz quebrada y en tus labios de teatro musical se congenian sonrisas y cerveza artesanal, emborracha mis caídas y así, entre la queja y el desgarro, será el desastre un carnaval.

Tigre.-

Navegar en verbos.

Detente, observa mis manos y mira al frente, sustento de fantasías, vuelve a tu trance, gimiendo como lo hacías. No dirás el nombre de Dios en vano ni esbozarás blasfemias en rituales paganos, verás mis dedos y viajarás en el lomo de un hombre armado, pecarás con él sin importar su credo o cuánto calvario conozca en tu suelo sagrado, acepta su ofrenda en la curva de tus piernas y el prólogo de un libro nostálgico, serás profesional y el recuerdo orgasmo. Huye, voltea y cierra la puerta, procura esta vez dejarme dentro y no del lado donde aún vea tus piernas, donde huela la vida y admire la belleza. Calla mis labios, ora mis salmos, adora mi canto y en la tormenta de verano fusila en un viento y un rayo, ven a mí y en el abrazo del milagro llora las penas que duermen en un vaso y bailan varadas en Borges y Sabina, duerme mientras dibujo en tu fantasma el contorno de mi travesía, una tarde cualquiera en un andén de tantos serán principio y final de un anochecer bizarro, bañados en historias dos pares de ojos han navegado, cumplido meses y aniversarios, recuerda y recuerdo, la loca y el esclavo de su miedo, el loco y la mujer llena de silencios.

Me levanto y para eso mil veces me caigo, me río de mi risa, me río del llanto, me hablan de grandeza más conozco tu velo, he besado tu manto, me duermo en tu canto y despierto en desteñidos verbos arcaicos. Escribí mil frases mientras dormías, las guardé para cuando te fueras, aún en tu ausencia dentro de mis letras seguirías siendo mía y pensaste que te alejabas sólo por tomar distancia, el tiempo te diría lo equivocada que estabas, tanto así que hoy, hoy alborotamos sábanas. De Enero a Enero brindamos en copas, en vasos, tu brindaste en mi vientre, yo brindé en tu espalda. Enero ha marchado, Febrero permanece lesionado, Marzo anda rengo por tu lágri
ma y en esta partida solo pierde quien se sienta despreciado, despreocúpate, sigo sintiéndome un tipo afortunado.

Flores, Boedo y sus deudas, salta el punto, salta la banca, salta el hombre por felicidad si sonríen las estatuas. Le he pedido a las palabras que se vayan hasta que ya no pude evitarlas, es que Lola, si me faltan tus caderas me faltan las balas, sin tu ropa por el suelo escasean mis ganas, mis guitarras se duermen sin tu arrullo de madrugada. Lola, dame mueca y dame fragancia, dame astucia y dame infancia, dame de tus pulmones el suspiro y tu astucia financia, de tus brazos el enroque y entre ellos sofoca mis decisiones, huelo a vida pero de mis manos escapa, temo decirte que todo cuanto existe tiene destino en la nada, excepto tú, claro, que al estar aquí plasmada la eternidad tienes asegurada.



Tigre.-

Magos Y Reyes.

La pasión es algo que desde que se hace presente en nosotros hasta el día en que nos abandona teje una red inmensa y fluctúa por doquier dejando de sí lo mejor y lo peor que podemos obtener de ella. La pasión nos abraza, nos envuelve, nos abriga y nos enferma, nos hace adictos a sus métodos y a sus resultados, nos sentimos vivos y esclavizados por sus caprichos y sus fantasías, nos da ganas y motivos, la adoptamos con amor y desenfreno, intentamos plasmar en algo real todo lo que en su bondad nos pone al alcance de la mano. 
Pasión es lo que nos hace sentir vivos y creativos, magos y reyes, creadores sin barreras, con ahínco, con ilusiones, es ella quien gesta el amor desenfrenado y justifica nuestros pecados, en su nombre desenvainamos nuestras armas más letales y es que, vale cualquier pena un beso apasionado, vale oro en el mercado una composición o un trazado de pincel mojado. Una noche en un bar alejado oí decir a un hombre que su pasión se había esfumado, fumando tabaco mal armado y con bigotes de amarillo pintado hablaba del día en que su amor dejó su cuerpo, la describía y con un dedo maltratado rascaba su barbilla, ocultaba una lágrima perdida en su mejilla y daba sorbos sordos a un vaso de agua tibia, negaba su locura y aún más su fuerza, "Mi pasión se fue con ella" repetía y era normal, en esa mesa él era el único que no notaba su fantástica manera de nombrarla en mil detalles, era como si no fuera él quien hablara, como si la mujer que tanto amó y ama desbordara en letras por su voz ronca apasionada, sin importar qué tanto azotara la tormenta fuera y que las luces parpadearan el ensimismado nos daba cátedra de cómo componer en prosa, el tipo del piano, otro notario y notable apasionado sabía cómo repatriar aquellas narraciones en tu cabeza con melodías al alba. Yo cantaba, por aquel entonces con algo más de pudor y rechazo a mis pasiones, escribía para abollar historias y sentirme frustrado por la ausencia de gratitud por parte de mis letras, claro está, culpa suya ninguna, nadie me había extirpado la pasión ni robado mis musas, yo era como el tipo de aquel bar del país vasco.
La pasión siempre está ahí, se camufla y reversiona, puede morderte en la música, picarte en la pintura, hacerte el amor en la literatura, conquistarte en el viajar o abordarte de mil otras maneras, siempre está a la espera de que la encuentres y te entregues, por momentos parece ausente, suele no ser compatible con la desidia o la resignación, estuvo ausente alguna vez en mi colchón, pero Pasión volvió y así volvió de mí mi mejor versión. 

La recuerdo volver, en un viaje corto, en un andén, en un giro extraño y en una pinta de sus ojos miel, en el consumo indiscriminado del veneno de sus labios de almendra y su cabello recién cortado; me re encontré con todo aquello que no había escrito, Pasión me atravesó el pecho con su respiración fuerte y agitada, respiración apasionada, escribo a tropezones porque me tropiezo con sus piernas desnudas en mi sueño recurrente, mis manos duelen cuando le escribo, no duelen por cansancio, duelen por no tenerle siempre, beber de ella es beber cianuro del Santo Grial, vivirás y vivirás infinitamente , pero el veneno correrá por tu alma siempre, sufrirás y serás feliz tantas veces hasta que no las recuerdes, llorarás como aquel tipo por haberla perdido y pintarás obras maravillosas mientras esté presente, te volverás y se volverán inmortales porque viviendo con pasión, se vive eternamente. 
 
Tigre.-

 Perdón si tiene errores de algún tipo, está escrito al paso durante el viaje. Nos leemos pronto!