Lentes en el fonógrafo.


Saberte, saber verte, sabes moverte, saber que podría dibujarte sin verte desde la sigla pasada, desde la isla sagrada saber vestirte sin verdes, de DO a FA y el SOL que vierten tus ojos, LA luz de los mortales SI,
DOs octavan como octanos en mi combustible, siglos sin signos y sangran los festines que en tus camerinos son delfines y felinos, fuerza en los flashes de tu socorro fuente, fuerte viento que no olvides sopló la métrica de tu Este y mi Oriente, volátil como la T.N.T. o la fricción de tenerte, referente como un golpe que de repente repele los percebes tu río origen, desprendes estelas como cometas en un velo, desnudas tu reflejo y revelas los manuscritos de tus mejores consejos, vive bien, vive próspero y envejece mis sueños poeta de floreros, alegoría a los fantasmas y acrónimos filosos en los labios psicólogos de filósofos comen más en Palestina que yo en tus proverbios de resabio, principios de finales fogoneo de fundamentos fundamentales en furtivas funcionales, palabrotas que te embisten y te encierran hasta que no sepas de que habla ni el que dice ni qué escribe el que tararea las posibilidades en tus oídos húmedos y fríos como mi asfalto si lo pisas al marcharte.

Memoria de la minoría externa extrema unción, mirada envuelta en la fresa de los subsidios, suicidios privados y aranceles discontinuados, de vez en cuando nos leemos y me entiendes al ver que duermes en mis tenues metáforas enfermas por tenerte. Por recordarte anoche me perdí en un infierno, por revolver el armamento que pulsan tus antiguos momentos extravié mis lentes en el sótano de tu mente, muerte y despareja suerte que me niegas en el sorteo de tus besos ausentes, Jaque y Mate antes de siquiera sentarte a ordenar tus peones elegantes, blanca y negra tu bandera referente, cerveza y menta, alondra y halcón, verás la gran Luna desde tu balcón, verás el último sótano de la tumba de algún faraón, lucha y canción, mejor distensión que tus ojos en mi bolígrafo sólo tu voz en mi fonógrafo, telegrama silente y síntoma de amor crónico, de colosos canónicos a corazones daltónicos, difónicos de gritar al viento que ves que crees que otro es lo que tú tienes bajo el as de tres, brilla canto de pez, huye y construye pero de regreso a la esfera te espero de hoy a próspero año nuevo, vestigio y vertiginio, aquí acaba el cuento de necesitar que vuelvas para asfixiarte en un abrazo, tu recuerdo es filial de mis sentidos, pero tu falta es verbo en mi disléxico diccionario de sinónimos, parpadea, sonríe y firma la sentencia de mi muerte, serás culpable eternamente de que nadie me detenga, de que no frene, créeme, serás tú quien atestigüe a mi favor en el juicio a mis valores, de mi literatura perenne, de Parliament y Parisienne, de vodka y de whisky, de Poe, Doyle y Verne, vuelve, mis versos saben traer tu imagen pero no el perfume de tu vientre.



Gracias por seguir ahí, incluso con mis tiempos jugando en contra, con mis redundacias y mis errores, gracias por ser motivo y ser motivación, gracias por darle un poco más de relevancia a esto que hago con tanto desinterés. Gracias. Texto dedicado a quienes durante este último tiempo cumplieron años, hayan o no, dejado sus cuerpos, dedicado a todos los que ya no están tan cerca en cuerpo, mas están más cerca que nunca en espíritu.

Nos leemos pronto, lo prometo.

Tigre.-



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