Oro intenso en labios.

Con tu facilidad para anestesiar mi piel y mi capacidad de perderme en la mirada que esquivan tus ojos cuando me vuelvo hacia ti. Con una gota de tu perfume fatal y mi lágrima encubierta haremos un gran cóctel, juguemos a desear y deseemos que nadie pida uno, así no tendremos que llorar, así podremos beber y mirarnos a la cara sin ocultar que somos vulnerables en nosotros. Entre un acorde y un Martini, un Gin Tonic y el sentido palpitar, haz que el tiempo se detenga que no quiero tener que decirte Adiós, no de nuevo, no aún, no sino hasta que jures despedirte como nuestros labios envueltos en lo recíproco se ruegan un beso fatal.

Pensando mil veces antes de respirar un día despertarás sin aire, sin bien, sin mal, sin errores cometidos ni aciertos por rememorar, pensando mil veces antes de besar una de entre tantas noches te encontrarás sin fieras, sin voz y sin coral. Verás, tengo en la sangre culpa y tengo crímenes, un sociópata encapsulado entre los traumas y nosotros, entre las pautas y los paraguas de una tal Monroe, deme un poco de su paz y locura armoniosa, amor nos sobra, se nos cae de las manos y se lo lleva el cauce de la tormenta por los cordones de las aceras, que los mendigos de las alcantarillas reciban un poco de aquello que nombro, menciono y rememoro. Viajes lujosos no caben en los bolsillos, viajes placenteros azules y verdes con banderas de alquiler y sábanas mojadas. Lento Karma, veloz impacto de tu pecho y mi sofá, hermana de las marcas, alambra mis fronteras con tu tacto y mis brazos serán tu territorio, mis manos con dedos caminantes recorrerán el sendero de tus botas a los pies de mi cama, vete de aquí, por dos minutos vete, necesito hablar de otra cosa que no sea de ti, vete y déjame, que no puedo pensar en otra cosa ni desear algo más cerca de mi piel, vete, mis manos se rehúsan a tocar otra cosa que no sea tu piel, maldito boicot del cuerpo y los sentidos, en el navío de mi fisonomía se amotinan las sensaciones con tus sonrisa en  mi cuello. Dame las palabras que me faltan sin siquiera un suspiro, dame la mueca que estudio y rindo como cuentas en Diciembre, dame balance y te cedo mi economía, con tu aura cerca de qué me sirven los papeles.

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