Rugido de Flor.

Dentro de una ráfaga de obscuridad divina viene a relamerse la tormenta suicida, vamos haciendo lugar para sus flashes de hidalguía, vamos, que nos trae la frescura de la tierra revolcada en su humedad, vamos que el Sol se perdió la noche y el cielo se camufla de penumbra y grises para que se sienta más a gusto. Ven, que tengo una manada de reproches atacando mis tobillos, ven, que no son tuyos ni son míos pero me quieren morder, necesito de ti, necesitas de mí, pero con ellos en medio no puede un hombre ser feliz.

Ven muñeca de trapo, ven y trae la tinta de tus zapatos que me anda haciendo falta una dosis de llanto y pálpito, ruge colmillo de papel en mi carne de retazo, ven, mira mis ojos turbios como el agua de los tugurios, los verás brillar como fuego en el abismo, fuimos y vinimos pero estamos en el mismo abrazo, en este mano a mano, brazo por brazo, ojo por ojo y el mundo nos verá desde otros puntos y otros lados, diente por diente y nos morderemos como vampiros hasta que la sangre de un hombre caído nos mande a dormir de nuevo.

Cedo mi tinta, dono mi esencia, la pongo en una mesa como fichas de ajedrez, me encierro en tus cordones y veo color con todo contorno y en el fondo del lienzo entre otros tonos mi sangre corre y mis modos ruedan. De mi paz a tu hostil potencia, la fuerza de un grito en el atónito Do Menor de Jueves muerto, grita conmigo mujer, la fuerza de un pincel se transmite a una pared, a una mañana, a una isla o a una prisión en el hogar, verán un loto todos y sabrán que mis garras han marcado un papel, veré un texto en tu obra y me verán volver, puedo ser, puedes ver, puedes ser también, puedes verme siendo por ti, puedo verte viniendo a mí.

Gritemos juntos y creemos puntos que entrelazados nos lleven al extremo Sur de la galaxia, donde duerme mi amor, donde vive la luz que ilumina el papel donde boceteo la pasión de mis palabras, donde nace el golpe que expulso en un plano literario abstracto pero más real que los propios pasos de mucho falso líder de falsos ismos, vamos a la realidad nena que ahí es donde mirando a los ojos el Tigre es Tigre, la Flor es Flor, la distancia es sólo un número en un calendario y el tiempo, el tiempo es lo de menos.



Tigre.-

Cuadro/Pintura/Ilustración de la mano de Fio Silva

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