Contigo soy charlas.

Soy el monstruo al que tus peores monstruos le temen, la crudeza de los demonios que a los que creen tener todo ataca mientras duermen, soy la fruta que no puedes dejar, el azúcar, la sal, la abstinencia, el malestar, la resistencia, la superación, el grito en el altar, soy los mangos, el de la fruta fresca en tus labios para desayunar, el de la pala con la que entierras los libros, las mandrágoras que te enseñaron a gritar, soy el último tren de la noche a Gibraltar, soy el último que dejaste escapar, los miedos infundados, pero ninguno real, abrazo, camisa y costal, la costilla que le faltaba a tu lado sentimental. Soy el fino grano de la película en la que te besan el vértigo y tu fantasía más vulgar, soy colonia, el álamo, el manantial, el mineral del agua de la mesa del comensal, soy la reserva oculta tras las bases y el carnaval, la cerámica que olvidaste antes de salir a girar, la linterna innecesaria, la lágrima en la miel del vaso en Yucatán, soy lejano, soy Oeste, soy urbano, agreste, soy el ramo, pureza, soy peste. Soy el tono, lo simple, lo que cueste. Soy los sueños, los fraudes, lo que te frustra, lo que te abraza y lo que te embiste, soy cuerpo, soy flama, soy forma, soy alma, soy todo contigo, sin tí no soy nada.

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