Caratulas bajo la lluvia.

Después de mucho tiempo, el regreso de una sana costumbre... Lectura. Un sólo tropiezo, preferí dejarlo para hacerlo más espontáneo.






Caratulas bajo la lluvia.


Las primeras luces del nuevo día escurren por los callejones distraídos y pintados de historia. España, almendrado en las aceras benditas, ciudad de actores y matices admirables, azul-grana y merengue, aldabas y tejados, luminoso ando el sendero del cantor, el ecosistema del pudor, la selva de rencor y el catalizador de puntos y comas.

¿Dónde quieres que te nombre? ¿Dónde duermen los plebeyos? ¿Dónde se ocultan a llorar los condes?

Del equipaje que cargué hasta aquí fui perdiendo hasta el último alfiler, de las mujeres que me amaron huí sin dejarles seguirme el paso y ahora, sólo sin un labio recuerdo el incendio del niño, la desesperación anestesiada, la fidelidad del canto, la bella, el rostro de la bestia y la locura del humo abordando los pulmones del clérigo.

De entre tanto parto al tacto por el centro y por los lados, palpo y encanto, levanto la mirada y con pupilas que dan saltos como con zancos me embarco en la soledad del papel en blanco, te extraño tanto, te río un llanto, te llamo un espanto y entre tanto envejecer creo que es cuestión de aprender que avanzar es crecer, ganar blancos cabellos y destacarse por ellos.

Piénsalo...

Si de tanto camino andado encontraras a una pitonisa vestida de niña de perfectos rizos ¿Cuál sería la única pregunta que le harías?

Ahora piensa qué sucedería si la respuesta a ella fuera sepultada tan dentro que tuyo que no pudieras recordarla, si sólo sintieras en tu corazón que han saciado tu inquietud, saldado tu deuda, aplacado tu duda... ¿Qué preferirías que planten en tu mente? Quizás el paradero del amor ausente, la solución al complejo dilema del "Por qué" Una fecha, una firma, una imagen, un paradigma, el montaje necesario para ver tu futuro, el desenlace del cuento que aún ni siquiera ha sido escrito, el nombre de tu estrella más cercana, el perfume de tu rostro más humano, el significado de tu cuadro más abstracto, el refugio del personaje que añoras tanto.

Piénsalo otra vez...

¿Cuál sería tu pregunta ahora?

Busca bien en tus frases, en tus manos y en tu calmo canto bajo la lluvia de verano... La respuesta está allí, dentro de tu lado más lejano, dentro de ese gesto platónico y pintoresco. Busca en tus disfraces, caratulas de tu Yo más impropio, del fin del principio del choque de los planetas. Búscalo, búscame y búscate, seremos anfitrión, invitado y espectador, la respuesta a tu duda existencial, la solución a tu planteo y lo fundamental en el desenlace de los cuerpos.

Sonríe, la respuesta espera allí.


----------------------------------------- O --------------------------------------


Tigre.-

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