Personal.


Quisiera pedirte esta vez que no apagues la luz, bronceemos nuestra piel con la lucidez con la que brindamos ayer, quisiera pedirte que no te encariñes con el labial rojo en la copa vacía, no quiero prometer, ni volver a mentir ni dejar de vencer, quisiera me entiendas mientras te amo sin amar, te olvido sin recordar, te imploro no me pidas que volvamos a intentar, no quiero volver a verte llorar, no quiero ver ya tu vestido rojo despidiendo mi deseo final ni un piano muriendo sin morir, sonando sin afinar, llorando un desamor fatal.

Drenaré como la luz de la Luna de tus pupilas miel, de tu piel sexo, de tu espalda placer, pero quisiera pedirte no me sueñes sin querer, que las casualidades causan discos mellizos, libros mal paridos, almuerzos desabridos, candelabros destruidos y velas de amaneceres fundidos. Recostémonos en el suelo te digo, repitamos de memoria la canción que alguna vez nos reescribimos, extraño tu dulce aroma, hoy somos dos desconocidos, despierta te digo, déjame morir contigo.

Si primavera perdimos regálame un invierno en tu pecho, si el infierno merecimos entonces habrá una fiesta en tu cielo, en un árbol descalzo dejé un copo de nieve y un retrato, hoy habla el mismo despreocupado que mataste a pura lujuria tras la puerta de un armario, recuperado de un infarto, rescatado de un mal parto, apartado del maltrato, enamorado del recuerdo que en la piel quedó marcado, un experto en el intento, un pionero en el fracaso, de mi pasado los pinceles, de mi futuro los retazos aún no pintados, sé mi seminario, cementerio y primer paso, sé la espina clavada en el perfume sin zapatos, la constelación del clérigo y el rincón del santo.

Sólo puedo decirte espanto que no siempre importa qué tan mal me muevo sino qué tan bien bailo, qué tanto espero sino qué tan bien planeo en silencio el momento adecuado, que no puedes matar al recuerdo sin destruir también el vertedero.

No mueras siendo un necio, todo esto es lo que pierdes con el tiempo, todo lo que temes te defraude y ese es todo un mal sueño, el destierro de lo que pretendes sea eterno.

Lee, entiende, recuerda y deja que las letras orgasmos se vuelvan, tu mente ya ha probado un poco de mí, no le pidas ahora que se abstenga, no niegues la adicción, has llegado hasta aquí sin haber querido evitarlo, ahora déjame acariciar lentamente la suavidad de tu fracaso, tu instinto es mío, así como el próximo suspiro...



Y después de mucho tiempo escribo para mí y nadie más, porque lo amo con el alma y la vida, con lectores o sin ellos, con apoyo o sin él, para cien o para nadie, por placer, por ser un poco más libre e inmortal.


Muy buen fin e inicio de mes, muy pero muy buena vida, muy, muy, MUY buen día.


TIGRE.-

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