Espejos, reflejos, concepciones personales en una realidad inversa, retratos móviles y carentes de alma, resquicios de la mente en los vidrios quebrados, placer o complacencia, lujuria o ambición. No sabemos quienes somos, a veces no distingo entre mi realidad y el espejismo, desempaño con una queja el cristal empapado en lágrimas y destellan contra él las traiciones olvidadas.
Texto corto y poco claro, la verdad es que el dolor de cabeza y de muñeca no me dejan pensar demasiado, prometo un próximo texto algo más elaborado.
Sigo agradeciendo ese par de visitas diario, extraño los comentarios y las opiniones.
Muchas gracias a estas letras que alguien dejó tiradas en el camino y que hoy son texto.
Señoras, señores, buen fin de semana.
Will.-
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