Sólo por eso


Antes de morir en la derrota, antes de rogar por una pena, antes y después de amar, a la par de los acordes, a la luz de una vela, a la mierda, mientras le haces el amor a la magia y la magia tiembla y se retuerce, ante todo, pese a nada, por lo demás, por uno mismo, mientras el reloj agoniza y la noche cae en lluvia, antes de volver a ver el Sol, después de morir algunas veces, cuando todo se oscurece, cuando nada es lo que parece, porque no viene, porque se queda sólo por un instante, cuando viaja en un gemido, cuando vuelve sin penas, sin glorias; por la incertidumbre, con la seguridad de haber nacido poeta, por la Luna, con tu mar, con el mar, el río que me vió llorar nostalgias al son de un tango, con los genes, contra la historia, con pasión, sin dudas, dudando, volando entre sábanas, riendo por reir, llenando otras tantas copas con la miel que alguien olvidó, cantándote nena, con los ojos abiertos de par en par, con una guitarra desafinada, con una rosa en el cajón, un disco en el alma, una marca en el pecho y las muñecas vírgenes de lamentos, por la familia, la que te acompaña, la que te cagó, el que hizo y el que deshizo, por lo que no fué y amás con insania, con un dejo de malestar en el alcohol, con Sabina, o con Serrat, con piernas ajenas en la siesta, con la fuerza de siempre, con el esquema roto, con los pelos de punta en la mañana, y la voz arruinada al crepúsculo, con el culo del mundo, en el fin de la existencia, sin aquél prólogo que me prometieron, lleno de letras para matar, lleno de motivos, lleno de nada, vacío al fin, casi muerto en la batalla, renacido de las cenizas, ceniceros llenos de olvido y en el último canto del zorzal, la paciencia de los santos. Orgulloso de lo que tuve y perdí, de lo que gané y derroché, de lo que dilapidé sin siquiera conocer, del sexo con amor, del amor sin ello, las damas, las putas, el ajedrez, el truco y lo que aposté porque no me importa, lo que conservo de 25 años de madurar, con las patadas al sistema y el hack a los sentidos. Con los gatos, su compañía discutida, con las cartas sin marcar, con las marcas del seguir, el temor de frenar y la ansiedad por hacerte llegar, por los héroes, contra las probabilidades, en el cielo, en la escuela, en los caños y la inundación, entre gritos y llamas, entre ahogos y páginas, espadas y latas, ahora, nunca, siempre y mañana quizás.

Vivir, sólo por eso.


Casi nadie pasa, nadie comenta, no sé siquiera si leen, pero acá sigo y no pienso dejar de escribir.



Buena semana a todos.


Will.-


A los que aún entran al blog y leen, gracias, 1100 visitas es más de lo que esperaba.

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