Amo.

Se va, una puerta se cierra tras todo y se va, y no tenés nada más que hacer que mirar y esperar. Se va, se va sin gritos ni caprichos, abre la puerta y se va. Te quedaste sin palabras viéndola partir mientras pensabas en sus últimas palabras, en la última mirada, sentís que podrías morir en ese instante, pero callás, y la ves mientras se va. No gira para explicar, habla mientras huye de la verdad, se va, y vos sentis que no podés respirar. Se va como todo lo que día a día caduca, lo que encuentra su fin en un sonriente destino; maldición, su risa es contagiosa, no lográs entender el por qué de tu exitación pero cantás, te das la vuelta, le das la espalda, cantás más fuerte y ahora sos vos quien sonrie, somos cómplices el destino y yo, somos uno con la esperanza sin razón, sonreís de nuevo, apenas girás la cabeza y seguís hacia adelante, feliz, solo, mirás al techo nublado, guiñás un ojo, mirás al frente y media sonrisa se dibuja otra vez en tu boca, en el fondo, en tu piel, en tus manos y tu voz, sabés que pronto volverá.


No voy a decir nada todavía.


Amo. Qué tan malo puede ser eso?

Will.- Saint.-

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