Días grises, blancas Lunas.




Agua mía, mi agua, que llueves en mis labios y te ríes de mis horarios, agua mía que vistes de inundación lo que visten mis honorarios, de fuerza bruta y frescura, agua por ti no duermo y por ti despierto, me traes tu fobia, me encantas en el repique e infartas en el estruendo de tu desenfreno. Húmeda penitencia te haces vino en mis entrañas y me embriago de sexo bajo tus alas marmoladas. Si te aceleras y nos tomas por sorpresa, agua, se lo diré a tu madre, naturaleza; si prometes volver con más calma tendremos una cita y lentamente compartiremos en un almuerzo estelar lo que cada uno necesita, agua mía te robo una canción, te han escrito tantas que tus bolsillos saben a polígonos de acordes y liberación.

Agua mía, mi agua, fósforos se encienden en la oscuridad que trae la desesperación de tus truenos, el filo de tus relámpagos, privatizan la energía a un costo razonable,  poder acariciar el cielo desde arriba, caminar con mi mentón la libertad de tus talones, respirar el interior de tus piernas y asfixiar mis rencores abatidos y mis renglones descoloridos.

Agua mía, mi agua, agua que te vuelves vapor en el bronceado de su piel dorada, que nos bañas después del extasiado almuerzo arrebatado, agua que otros desean y yo deseo no olvidarla, porque es tu cielo gris el preámbulo de lo que ya hemos derrochado. Llueve, agua, espero tu sexo y tu fantasía macabra sigan bailando al ritmo de mi cuerpo cuando partas, divide el cielo en dos tu labio despistado, a un lado el mismo Dios que venero en tu Jueves santo, al opuesto, el Diablo.

Agua mía, mi agua, dile lo que digo, lee lo que escribo, llama a la Luna y pide que traduzca mis palabras. Vuelve alma que tengo un trozo de cama esperando ser ocupada y tu silueta encaja tan exacta como mi sexualidad al borde de tu falda, como el encaje de tu intimidad en la tinta de mis hemisferios, como el agua misma encaja en la raíz de tu cuello, camina conmigo, sumerjamos nuestro beso en la siniestra tormenta sicaria, cuando la sed me atrape beberé de ti mi río y mi llanto, el del primer orgasmo, el del último "Te amo".



Tigre.-

No hay comentarios.:

Publicar un comentario