Sueños y temores.

El niño cierra fuerte los ojos, quiere dormir y no puedo, quiere soñar y no duerme, el niño sabe de celos, sabe de esfuerzo, sabe de puertos. 

Al Sol brillan las perlas rojas de un collar usado, dueña de un amor despiadado, artífice de un antes sin después, de un ayer sin "Quizás" y una promesa de escribir de nuevo alguna vez.

El niño teme a la tormenta, aprieta los puños para no temblar, siente la fuerza de la luz de los relámpagos, siente la vibración de los vidrios por el tronar de los cielos, imagina a los dioses furiosos, plasma su miedo en trazos de tinta en su imaginación, un Lirio sobre una mesa, una vitrina sin trofeos, una mujer sin marido, un feliz día a una madre, una maestra de alguna vez, un viento gritando en busca de cambio, un alma al alba, un contrato con la falta de calma, odio y perpetuidad en el divorcio de los bocetos, los ases rojos, los dados perdidos, la suerte abundante, su amante, la soñadora ambulante, la doctorada en sonetos falsos, el rubio ribete en el más fiel estandarte.

La zorra a la sombra de un árbol le cuenta una fábula a los pasantes, historias pasadas, presentes, eternas, legendarias verdades, franquezas deslumbrantes, recuerdos fascinantes.

Ámbar, miel, cristal, azul y nacarados, no deja de escribir entre estallidos y espasmos, entre cruces nefastos y lámparas de celofán morado, su día comienza nublado, su corazón exaltado y su marco dorado.

El niño teme, como temen los mayores, pero él no deja de escribir, compone en adversidad, respira humo viejo y perdido en el ambiente, supera supuestos, evade complejos, afronta obstáculos y se vuelve un cantor, un cuenta cuentos, un soñador. El niño la oye cantar en silencio y le profesa amor eterno, oculto y predilecto, lo grita a ocho vientos y dos voces, separa los párpados y lo enceguece el resplandor, es el Sol que lo recibe, es otro día en la vida del niño que no es niño sino un señor, un caballero que teme pero lucha, que afónico canta, perdido encuentra el camino, ama a la distancia y escribe dormido.


Feliz día a todas ustedes, madres nuestras, de nuestras madres, de nuestros padres y nuestros hijos, madres de nuestros amores y amores con hijos, feliz día mis madres, ausentes o perdidas, feliz día a las futuras, gracias por la vida y todo lo que traen.



Tigre.-

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