Mundo de ojos diamante.


¡Buen día/tarde/noche a todos! De vuelta a los textos, rápido que no quiero dejarlos esperando, esta vez les traigo también un audio, una lectura, que tiene uno o dos errores y mi voz afectada por el estado gripal de estos últimos días, quería que fuera tal cual lo hice, sin ediciones. En cuanto a la canción de fondo, no sé si tiene un autor en particular, mas está sacada de la banda sonora de la serie "Evangelion".

Sin más, que lo disfruten!






Mundo de ojos diamante.


Tengo la sensación de que me estás mirando, indagando, buscando una explicación.

Descríbeme, reposa sobre el césped y desposa a la noche, con un vaivén de tu mano dibuja mi cuerpo sobre tu palma, ¿Ves acaso el cielo rosado naciendo tras los tejados? Comprende que mi silencio es imprescindible si pretendo mantenerme despierto, si pretendo amarte. Es que pertenecemos al mismo mundo virtual, pero a distintos mundos reales, mundo de ojos diamante, esmeralda y cobalto, mundos prístinos de salmón y platino, como el mismísimo Sol que amarga la estadía a la hora de decirte "Hasta la vista".

Mi acordeón favorito suelta un "Perdón", mi lágrima fría un "Volveré", jamás lo haré, jugué, jugaste conmigo, en esta ruleta hay un sólo ganador, ese soy yo, esa es mi suerte, ganar al fin y al cabo es perder, extráñame, mi sonrisa y mi piel, mi boca sobre tu miel.

Gotas, una tras otra sacuden mi pelo, humedecen mi sien, de mil en mil, de cien en cien, sigues tomando mi mano como si soltarme fuera morir, sonríes, sabes que te estoy mirando incluso sin apartar el foco del frente, parpadeas conforme el rocío procedente del cielo te nubla la vista, princesa de la espera infinita, perfecta en tu fatal inexistencia, medita, Luna llena, almohada fría, lo que vales, lo que temes, lo que piensas en el momento en que miras hacia arriba y me ves dormir despierto.

El río sabe de nosotros mas nos pasa como por decoración, si tu voz no me cantara lo que pido juraría que esto es un episodio de la serie favorita de algún poeta incomprendido.

No deberías hacerme caso, la corriente llevándose las ramas me hace divagar más de lo normal, no deberías besarme así, la sal de los besos bajo la lluvia se esconde entre las ropas, se vuelve pólvora y como un arma dispara, desencadena una batalla, una balada, un texto y una imagen. Se mi estrella, se mi lecho, dime dónde estás yendo mientras beso tu frente y miro llover.



Tigre.-

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