Fines.

Una damita, una niña, una pequeña diosa o una simple ilusión, ella es quien pasa caminando a su lado y lo ve sentado en un tronco tumbado sobre el suelo, con sus piernas abiertas, entre ellas erguido un bastón sobre el cual apoya una de sus manos mientras la otra sostiene un vaso de vidrio grueso que se tambalea alcoholizado.
Él la mira, mas bien la observa, agacha su cabeza y se niega vaya uno a saber qué, sonríe en silencio y la noche a su alrededor enmudece también, las aves detienen su trino un segundo, el viento se detiene a ver, la Luna apaga su luz para dejarlo pensar y la jovencita detiene su paso para que las ramas no se quiebren a sus pies. Lo que alguna vez fue lágrima y todos reclamaron ya no se hace presente, ni testigo ni partícipe, empuña su bastón de madera oscura y opaca con fuerza, piensa y repiensa los tantos días, las mil y una noches, caras, falacias, farsas del edén con gusto a miel, máscaras, pecados, ímpetu y tinta, tiempo y tono, pena y olvido. Fundamentalistas, hipócritas, pacifistas armados, imperios desbastados, cultivos de calma y el juicio final, una y otra filigrana que nadie vio pero su magia ahí estuvo.
Una guitarra negra y distorsionada desde el fondo del alma asoma un sostenido y amargo silbido, no es un tango, no es un bolero, es el mismísimo Dios sacudiendo el rock de sus mantas, abre las puertas del cielo que traigo una melodía de pelo negro y piel café, prepara al mundo para lo que está por venir, somos culpables de lo que nosotros destruimos, mas cuando algo puro creamos no hay reconocimientos reales, el espacio prefiere mirar para otro lado y doblar la esquina sin chistar.
Tantos perdidos regresaron, tantos nuevos ingresaron, los mismos de siempre cambiaron sus roles y hoy es amor la amistad, hoy es secreto el respeto y un desatino el color del rosal. Tanto ganaron los perdedores que uno y más decidieron tirar las fichas y jugarse el todo por el todo, ambición de los infames la fama de los humildes.
Asqueado mira su reloj plateado, doce menos tres, doce menos dos, doce menos uno y uno más que empieza. ¿Feliz? ¿Prospero? Ni una ni otra, sólo un año más que trae la historia a un alto costo, lo que sufrimos, lo que se fue, los que no están, los que quizás algún día volverán.
Alza su frente, la pequeña gira repentinamente, lo ve brillar y vibra al mismo compás, lo ve levantarse poco a poco, despacio, cargando su peso y su fe sobre la cima de aquel trozo de madera que lo sostiene, ve cuadro por cuadro caer el vaso, golpear una que otra vez el vidrio contra el suelo y él la mira y no niega, sonríe, se acerca a ella, la toma de la mano, la invita a salir, a soñar, a seguir, se la lleva con él y no hay quien se niegue, pero cuánto durarán juntos los dos nadie lo sabe, es que los días como hoy se aman con locura y hacen planes dignos de Verne, pero es así, infantil y cruel, el futuro y la suerte nunca se han llevado bien.

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No voy a hacer el famoso balance anual porque creo que los pocos que pasan por acá ya saben bien cómo fue este 2012, pero quiero explicarles algo que me tuvo bastante en vela últimamente y afecta directamente a este blog, a mí, a ustedes.
Hace 8100 visitas que escribo lo mejor que puedo, que doy todo de mí, me han visto crecer, dudar, temer, abandonar y volver, se llevaron lo más puro de mí, lo interior, cada letra es un poco de mi sangre y de mi ser, por eso, he tomado una decisión. Si bien mi primer instinto fue dejar el blog acá y no postear más pensando un poco mejor me incliné por lo que voy a explicar a continuación.
Quienes me conocen saben que no comparto cosas sin sentido, no publico en mis espacios cosas que no valen a mi criterio la pena, por tanto, asumo que si ustedes no comentan, no comparten, ni siquiera ponen un "Me gusta" entonces será que realmente no les gusta lo que hago y entonces no le encuentro sentido a esto de seguir publicando, recuerdo decenas de personas por acá, mas no recuerdo demasiados posts compartidos, Flor lo hizo, me acuerdo que Camila en su momento también, lo mismo Naty, alguna vez mi primo en un caso en particular, Mania siempre comenta. Pero el resto? Sinceramente, no les gusta lo que hago? Pues entonces no lo haré, o en realidad sí, pero los post serán proporcionales a la cantidad de respuestas DEL TIPO QUE SEAN que obtenga, a saber, "Me gusta", compartidos, comentarios, lo que sea, porque sino esto no tiene sentido, de verdad lo digo, con una mano en el corazón, es casi doloroso para mí sentir que lo que hago no es suficiente como para ser recomendado, mientras veo que se comparten infinidad de cosas que carecen completamente de dedicación, de arte, de lo que sea, pero no juzgo eso, juzgo lo mío y eso es este blog, eso son estos textos en los cuales dejo la vida, así que, una  vez más, en la medida que ustedes demuestren su interés por leer yo seguiré dándoles todo de mí, pero si eso no es así, entonces prefiero dejar este espacio, escribir para mí y volver en otro momento a probar mi suerte otra vez. Sé que todos ustedes pueden vivir sin mis textos sin problemas, pero yo no puedo vivir sin escribir, por eso, a ustedes que tienen su arte y su profesión, su especialidad, su don o su placer, ¿Cómo se sentirían si tras dar un recital, rendir un final, exponer su pasión nadie aplaudiera, nadie respondiera de ningún modo, nadie mostrara una reacción? Pues así me siento yo.

No podía dejar que este año se fuera sin tomar esta decisión, estoy pasando una etapa de auto corrección intensa, conseguí una editorial para publicar mi libro y me encantaría poder dar lo mejor de mí, pero soy un maldito perfeccionista y nunca me conforma nada, por tanto me hubiera servido muchísimo que quienes leyeran me ayudaran en la tarea de mejorar, pero esto es lo que tengo, un fin de año anunciando CASI la baja del sitio...

Gracias a todos, por los tres años, por las 8000 visitas, por leerme tal como soy, gracias a los que comentaron a lo largo de todo este tiempo, feliz año 2013 para todos y cada uno de ustedes.



Tigre.-

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