Herencia.

Hablemos de herencia más allá del humo y del mal carácter, hablemos de lo que llevo puesto incluso en la desnudez más pura, hablemos de la bohemia y las letras de Serrat, de San Juan y Boedo, esquina antigua de tangos y licuados, de helados y motores, de navidades que quedaron sepultadas no mucho más allá de mi memoria compasiva, déjenme hablarles de lo que uno siente al tensar el nylon de una caña, o recordar las llamas a mi espalda.
Aprobación, eso que tanto hace falta cuando las dudas son barreras, cuando se siente allá a lo lejos la bocina de un camión, imposible obviar la anguila, La Pampa y el Ombú, marquillas y bebidas de una noche sin San Nicolás, pero con una sonrisa que el mejor regalo supo ser.
Ahora que estoy acá y escucho en la lejanía un tono grave y dominante, recuerdo los tantos resagos de herencia que quedan en este loco y este poeta, porque si mi piel tiene otro color, mi pelo otra textura, o mis ojos una tintura diferente, es sólo por simples detalles genéticos; y sin importarme ni un mínimo lo que las voces de otros lados opinen, sé bien que mi ser es mitad mi padre, un cuarto de lo bueno, un cuarto de lo malo, pero soy quien soy y nadie me lo puede reprochar, principalmente porque poco logra en estas manos que hoy escriben, en la dedicatoria silenciosa de una canción en otro cuarto, o el seudónimo de un artista, aprobación que a veces, quizás, escasea en lo verbal, pero aprobación al fin.
No tengo demasiado para pedir si entre arroyo, mate y pesca las estrellas pintadas dibujan un Sol, no tengo muco que reprochar hoy, que yo mismo, por mi cuenta aprendí a tolerar, pero tengo una gran admiración en lo profesional, en lo anecdótico y lo frontal, tengo sed de aprender y una legítima fuente para saciar mi necesidad.


Hoy, que Maro cumple 3 años de ausencia he decidido escribir, desde acá, donde estoy, si bien el texto no es para ella, esto es lo que siempre me pidió, que no calle ni dude de mi capacidad, que escriba la verdad, que disfrute de mi talento, te extraño negra, extraño tus consejos y esa costumbre de decirme que lo que hacía estaba bien, o, al menos, había intentado llegar. Gracias por todo lo que a este Tigre supiste enseñar.


Mañana quizás escriba otra vez, otro 3er aniversario abrirá sus puertas con la medianoche, sólo que el que llega, tendrá más para celebrar.


Para todos ustedes, hoy desde Independencia, se despide deseándoles lo MEJOR...

Will.-

1 comentario:

  1. Muy bueno poder expresaar con tata soltura los sentimientos, hace que el alma se mantenga sanita =)

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