Origami de algodón.

Despertar de aquel trance de Domingo con aroma a olvido, sin remera y sin suelas, abrir con mis dedos una naranja fría y tentadora, timbrar con los muertos de placard, con los fantasmas de la oscuridad. Han ido centurias entre Orion y la cruz del Sur, hubo luz entre mate y alcohol, entre mujeres y amor. Días de debate y todavía mi Moriarti sigo siendo yo, años de misterio y ficción, de Viernes sin Sol, de mi viejo y el rencor, de la Luna y la voz, de la Nana y los libros, de la magia y  el color, de Serrat, de Lennon y escribir. Con una mariposa que nunca tuvo nombre, una mujer a la que jamás supe cómo llamar.
He conocido un centenar de suelos y aún sigo preguntándome cuál es el mio, he visto cosas que no podré olvidar, que lo deseo, pero aunque con más fuerza lo hiciera, jamás podría, cosas que voy a extrañar porque tras tanto y tan poco, tras velas y otoños, sé que hay un Abril en algún lugar ahí afuera, sé que una flor me espera a la vuelta de un rosedal, porque sin hablar de caprichos ni de paz, sé que una guitarra puede hablar y llorar, que las nupcias fatales son heridas y pueden sanar, y que en el banco de alguna otra verdad un nombre nada ni nadie lo podrá borrar. Un texto parecido a otro que es igual al que se me cayó,  una sábana arrugada que como Origami de algodón se vuelve gruya y me lleva a cualquier otro portal, el futuro que quién sabe si será realidad. Hasta que mi tinta pierda el perfume del jazmín, hasta que mis miedos se aparezcan sin asustar, hasta que el silencio me mate y no haya nadie ahí para vernos forcejear, hasta que aún con mis brazos rasguñados, mis piernas temblando, mis manos con barro, mis pupilas húmedas y mi boca seca deje de intentar, hasta siempre o hasta nunca, el tiempo dirá. Habrá que enseñarle al destino que ceder deberá, habrá que aprender a pelear, a volar, a ver más allá, más acá, para saber que no hay casualidades suficientes para evitarnos llegar, cuado sabemos que allí, en algún lugar, la voz de alguien es lo que necesitamos escuchar no existe fuerza ni prisión que le gane a la pasión. Esto es lo que soy, lo que me gusta y lo que amo, bienvenidos a mi paraíso y mi calvario.


Gracias a todos. 

Buen fin de semana, buena semana, hasta... Con suerte hasta pronto!


Will.-



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