Lúgubres Llantos Compartidos,

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"Hay que creer...", "Tenés que confiar...", "Puede pasar..."

Aprendí a creer, a confiar en que todo puede pasar, aprendí a mirar más allá de mi nariz y descubrí que cerrando los ojos se ve más allá. Me encontré de pronto con que un par de ausencias pueden ocupar hasta la nada más amplia y tangible. Una mujer me enseño que se puede, y que seguir es más que una posiblidad, que el agotamiento no te deja ver alrededor pero que hasta la mochila más pesada puede cargarla la espalda más pequeña...
Creí que creyendo iba a encontrar soluciones y creer me llevó a una pared, así que empecé a dejarme llevar, y las cosas me llevaron a otro hogar, y los brazos se abrían al verme entrar, y las manos me acariciaban cuando llorar era la primer reacción, y canté, para alivianar cargas, y empecé a sentir, más allá de lo que yo mismo sentía, y dejé de dormir y las estrellas se apagaron en un colapso universal, la magia se hizo voluntad y la voluntad nos envolvió para torturar al recuerdo. Perdí una guitarra y gané una vida de anécdotas, referentes y referencias que en la vida son como otra bocanada de aire al ahorgarnos, la historia se rió de nosotros y nosotros, juntos, intentamos seguir.
Sentimientos ajenos, sensaciones prestadas, el dolor de cabeza de una mente que corre mucho más rápido que la mía y que ya me sacó varias vueltas de ventaja, el orgullo y una deuda imposible de saldar, los resagos de memoria y el saldo de lo que nos queda por vivir, sin ellos, sin nada, conmigo, sin vivir.


Se los debo Guada, a vos y a TU familia, les debo toda una vida de agradecimientos. Esto es lo único que se hacer.



Will.-

1 comentario:

  1. Nada mas puedo decir gracias, que te quiero y que sos uno mas de mi familia!
    Uno pierde todo cuando deja de luchar...eso no nos va a pasar...lo sabes!
    Te quiero muchisimo!
    Guadi

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