Miel en tu verdad.

Mirada inquisidora, entrometida. Hoy todavía no terminó.

Encerrada en la coraza que te caracteriza, maltrecha, gastada por las balas que sabe tener destinadas para nosotros la vida y disparadas a discreción sin miramientos ni consideración de a tandas tempranas. Manos como plumas para crear matrices de lo que vas tocando, formando un recuerdo casi palpable de lo que recorren los extremos de tus dedos delgados mientras tus ojos supervisan el resultado final, podría dibujarte entre suspiros pero nunca describir de manera precisa la forma que tienes de hacerme sentir contigo un señor y sin ti un vulgar mendigo del destino.

Tu mente bajo un juego de ajedrez imposible de ganar, llave bajo llave y barrera tras barrera, un rompecabezas de cristal y luminosidad, esa que escondes del mundo y desborda bondad, armas para luchar en territorio caótico y tan poco pasional, un milagro de la realidad y una madeja de hilos tejiendo un telar de libertad. Humildad y martirio, impaciencia y capricho, tu voz diciendo "A" y tus ojos gritando "B", tu moral esquivando mi piel, tu cuerpo atrayéndome hacia él y en el centro, como un núcleo existencial las ganas de verte volar.

Hombros puros de papel, sueños pardos como los ojos que me miran andar, llanto silencioso y corrupto, limón para tus heridas, miel en tu verdad, máscaras que quitaste de tu paso y pintaste con colores de coral, océano de cicatrices y desierto de perpetuidad, un recubrimiento blindado para un cofre desbordante de capacidad, tus maneras de cambiar el mundo son un manjar para el hombre hambriento del Neanderthal, joya en una montaña de cal, un ser único en un universo de falsedad, piernas de asfalto, andaría sobre ellas un desierto hasta toparme de lleno con tu manantial.

Tanto he pedido a lo largo de mi vida que te pido una vez más, dame, dame de tu intrincada simplicidad, dame un poco de tu manera de brillar, con el color del caribe en tus poros y el del infinito en tu pensar, hazme libre en tu frivolidad pero con tu tibio abrazo hazme temblar, grita si te sigue una jungla de la que quieres escapar pero no dejes de cantar, porque en tu voz quebrada y en tus labios de teatro musical se congenian sonrisas y cerveza artesanal, emborracha mis caídas y así, entre la queja y el desgarro, será el desastre un carnaval.

Tigre.-

Navegar en verbos.

Detente, observa mis manos y mira al frente, sustento de fantasías, vuelve a tu trance, gimiendo como lo hacías. No dirás el nombre de Dios en vano ni esbozarás blasfemias en rituales paganos, verás mis dedos y viajarás en el lomo de un hombre armado, pecarás con él sin importar su credo o cuánto calvario conozca en tu suelo sagrado, acepta su ofrenda en la curva de tus piernas y el prólogo de un libro nostálgico, serás profesional y el recuerdo orgasmo. Huye, voltea y cierra la puerta, procura esta vez dejarme dentro y no del lado donde aún vea tus piernas, donde huela la vida y admire la belleza. Calla mis labios, ora mis salmos, adora mi canto y en la tormenta de verano fusila en un viento y un rayo, ven a mí y en el abrazo del milagro llora las penas que duermen en un vaso y bailan varadas en Borges y Sabina, duerme mientras dibujo en tu fantasma el contorno de mi travesía, una tarde cualquiera en un andén de tantos serán principio y final de un anochecer bizarro, bañados en historias dos pares de ojos han navegado, cumplido meses y aniversarios, recuerda y recuerdo, la loca y el esclavo de su miedo, el loco y la mujer llena de silencios.

Me levanto y para eso mil veces me caigo, me río de mi risa, me río del llanto, me hablan de grandeza más conozco tu velo, he besado tu manto, me duermo en tu canto y despierto en desteñidos verbos arcaicos. Escribí mil frases mientras dormías, las guardé para cuando te fueras, aún en tu ausencia dentro de mis letras seguirías siendo mía y pensaste que te alejabas sólo por tomar distancia, el tiempo te diría lo equivocada que estabas, tanto así que hoy, hoy alborotamos sábanas. De Enero a Enero brindamos en copas, en vasos, tu brindaste en mi vientre, yo brindé en tu espalda. Enero ha marchado, Febrero permanece lesionado, Marzo anda rengo por tu lágri
ma y en esta partida solo pierde quien se sienta despreciado, despreocúpate, sigo sintiéndome un tipo afortunado.

Flores, Boedo y sus deudas, salta el punto, salta la banca, salta el hombre por felicidad si sonríen las estatuas. Le he pedido a las palabras que se vayan hasta que ya no pude evitarlas, es que Lola, si me faltan tus caderas me faltan las balas, sin tu ropa por el suelo escasean mis ganas, mis guitarras se duermen sin tu arrullo de madrugada. Lola, dame mueca y dame fragancia, dame astucia y dame infancia, dame de tus pulmones el suspiro y tu astucia financia, de tus brazos el enroque y entre ellos sofoca mis decisiones, huelo a vida pero de mis manos escapa, temo decirte que todo cuanto existe tiene destino en la nada, excepto tú, claro, que al estar aquí plasmada la eternidad tienes asegurada.



Tigre.-