Palabras sin dones.

Errores, de los que todos cometemos, de los simples o complejos, de los necesarios o absurdos, sobre los que tal vez reincidiremos o jamás volveremos a cometer, errores míos, tuyos, errores que a veces hasta compartimos, una equivocación, un desatino.
Es un error creer errar es humano, porque el mismo humano no está listo para aceptar que todos los cometemos, vamos, de hecho lo más probable es que cometamos varios por día y apenas si nos enteramos.
La hipocresía por ejemplo, ya una enemiga más que consagrada en nuestras vidas, asquerosa hipocresía, ¡Hay que condenar al hipócrita! Claro que hay que hacerlo, y ¿Cuántos de nosotros lo somos? Todos, vivimos destacando en otros los errores que cometen mientras los cometemos nosotros mismos, intolerantes, desalmados, impasibles y soberbios, que tiramos en la cara de los demás sus errores como comida a los cerdos y condenamos a un hombre arrepentido con sólo palabras de justificación. 

Claro que hay que condenar a quién cometa un error, pero ¿Degollar por una pieza de pan? ¿La horca por amar a la mujer equivocada? Tal vez habría que recapitular también y sentarnos a analizar por qué a ellos sí y a nosotros no, si todos cometemos errores, ahí está la hipocresía, cuando empezamos a sentir que somos dignos de atacar a un ser humano por sus errores sin regalar un segundo de nuestras vidas a pensar por cuánto podrían atacarnos, que nadie está exento de equivocaciones y la peor de ellas es no asumirlas.
Señoras, señores, lectores, pasajeros de estas letras...

YO ME HE EQUIVOCADO.

Una y mil veces cometí uno y mil errores, pero asumí cada uno de ellos y cada consecuencia por los mismos, tuve el valor de levantarme y pedir perdón, con la frente bien en alto y orgulloso de estar reconociéndolo. ¿Quién tiene suficiente verdad y su historial tan limpio como para juzgar a otro por algo?  Leer un libro de leyes ¿Nos hace dueños de la verdad? ¿Nos vuelve justos? No, sólo nos convierte en lo mismo que éramos, pero justificado. 

Perdón a los que hayan sufrido por mis errores, le pido perdón a quienes pude haber lastimado, le pido perdón a los que me necesitaron y fallé, a las que no pude salvar Maro, a las que no alcancé a Carmen, les pido perdón a los que esperaron algo más de mí y no alcancé a darlo, les pido perdón a aquellos que he juzgado hipócritamente, les pido perdón con el corazón en la mano, porque siempre me costó hacerlo, horrores, y una vez vino una mujer en un vestido rojo disfrazada de niña y me enseñó a hacerlo. Sí, los seguiré cometiendo, pero voy a estar ahí para reconocerlo y enfrentarlo.

¿Cuántas veces has pedido perdón por tus errores? ¿Cuántas veces lastimaste a alguien y sin importarte lo dejaste llorando? ¿Pediste perdón después de eso o antes de juzgarlo? Recapitula, quizás hayas pasado algo por alto.

Basta de creernos dioses que podemos calificar y juzgar a todo el mundo y después correr impunes, me tienen harto.

TIGRE.-

2 comentarios:

  1. diria mi abuelita, despues de que paso nada vuelve a ser igual, aunke el perdon aligera la carga......mga

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