La estrella cumplió.

Dijimos que ser no podría, la fotografía de los dos es un marco vacío de uno y uno, el eco de un zurdo cero, el eco de un "Te quiero" blando en un tibio mes de Enero, en un recreo de maltrato y encontrarnos distintos y aislados, si apareces o no a un lado del retrato. Veranos de dar el salto, de contar cuentos, de tanto tiempo, de tarde, uno en dos cuerpos, de dos astros en un reproche del viento, de un padre tan ausente que atormentó el crecimiento, del hijo que no vuelve aunque llore y a las estrellas fugaces le pida favores, del mundo donde el héroe fue juzgado pero el niño sonrió con orgullo desmesurado, donde las luces se apagaron pero las llamas dieron palmas a los terratenientes del cuarto creciente de la Luna de nieve.

Si se acaban las promesas, si me borran las palabras, si las composiciones se descomponen y el miedo en medio descojone se ríe de nuestras proezas, yo te querré; después de ayer y antes de mañana, en pobreza e infortunio, con insomnio por la noche y las mañas enmarañadas, en la sed que me regala el privilegio de verte dormir y la saciedad de desbordar con mis besos tu Norte, en tu nexo y tu frente. He querido ser alguien, aprendí a escribir como recito, cantar para sentirme menos solo las noches sin abuela y sin recinto, pintar para transformar una estúpida historia de amor en un derrumbe de colores sin recuerdos, ¿Qué le voy a hacer? No nací ni guapo ni talentoso, pero en el asunto aquel del amor, yo nací enamorado de crear.

Tigre.-

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