Tierno, tierno.




Nos mordimos, supimos hacernos nieve en una primavera con aires veraniegos y nos consumimos, de par en par nos contamos y de boca en boca nuestra verdad se hizo canciones, nos perdimos, Buenos Aires tiene tanta fotografía para tus ojos que fundimos los lentes en un lento colapso de luz. Nos volvimos, a nuestro pecho, en nuestro festival de arándano y pistacho fuimos haciéndonos borrachos de limón. No nena, no digas que tus zapatos no son, te vi perdiéndolos corriendo cuesta abajo los escalones de alguna facultad en Palermo, no por favor, no vuelvas a llamarme por mi nombre al completo, no avives el incendio de mis tierras en tu religión, nena, perfora una vez más mi lengua con tus palabras y mis oídos aturdidos permanecerán al servicio de tu respectivo silencio poseído por el llanto silente de los que no lloran, padecen, resisten y de manera casi absurda empujan, empuja, que nuestras órbitas se crucen hasta dibujar un infinito o destruir el universo en un gran 'Bang'. Ser tu Peter Pan, ser el garfio que tras paredes y sombra engancha tus miedos y los desnuda, tu gran plan, tu postre y en Tauro Aldebarán. Tiempo al tiempo muero esperando, tierno y tierno tu beso y tu abrazo, tiemblo y tiembla la Tierra cuando reposas sobre mí, ensamblo las porciones de la canción que me dejaste escrita en el cordón con el que atas mis deseos a tus fantasmas, falta más, falsas alarmas y furia audaz, mi apellido, tú, estrella fugaz.



Tigre.-

No hay comentarios.:

Publicar un comentario