Mítica e impura.




Durante el clima bipolar de un invierno ciclotímico nos buscamos entre sábanas como papiros y cristales de zafiro, intentando no ser nadie, pretendiendo no vernos mientras nos miramos, de los puertos escondidos a los techos de los grandes edificios derruidos, de "PE" a "PA", de mi mamá a tu libertad, de olvidarte los parámetros sobre los que rige el tiempo, no olvidar que ruge el Tigre, no te fíes de su aspecto calmo. Lo leí en un Salmo, los impíos jamás formarán parte de mi mesa y es esa la facultad de hacerse uno, único, ajeno a lo correcto o incorrecto, esencial, invisible a los ojos.

La ciudad se viste con su manto de gala, su ropa de noche, su perfume derrocha volumen y la música que abunda me reprocha que ya no ande como danzando en las nubes. La fragilidad de las cortinas de agua que la lluvia despliega por el infinito perdura en las pieles tatuadas por la santificada gloria de las palabras desparramadas.

Lola no tiene imágenes que la describan, no tiene definiciones que la puntualicen o la califiquen, es una maroma natural entre fuegos de artificio, mi circo temido, el misil literal que estalla y su onda expansiva baña las cumbres de los Pirineos, una odisea durante la que se desarrollan años de escritura mítica y expresividad impura. Buena noche a su divinidad y buen día a su sueño erótico y su pesadilla melancólica, buena suerte a su dulzura que me deja impávido, a su belleza empalagosa, a su frenética manera de besarme entre líneas y de leerme entre rompecabezas, armando poco a poco nuestro texto entre sábanas desordenadas.

Vulnerable, incrédula, mundana al momento de la verdad, exquisita a la hora del té. Lola me señala, encantada por verme escribir me marca, mira mis dedos fundiendo letras en un mar de magma textual, se oculta tras el índice que tapa mil soles y baraja eternidad. Se pavonea frente a mí y me inspira el vívido recuerdo de los pecados reprimidos, permisos pedidos y primeros pistilos pintados a la luz de los pabilos, despabilados soñadores, bohemios a la fuerza, virtuosos despeinados, desesperados fugitivos del sexo prohibido, errores decisivos, relojes detenidos, magnetismo y piel, almendra y miel, tiempos perdidos, textos sin sentido.

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