Relojes.

Tu espacio, mi espacio, tu espina, mi rosa, el espacio que nos separa y nos margina, lo que reduce ese espacio, la prosa. Tu fuerza, mi broma, tu miel y su aroma, el juego y la apuesta, la falta a los veinte, el truco a los treinta. La tregua, la derrota evitada, la victoria trágica, la belleza impávida, la vida de la muerte no escapa, el arte al tiempo tampoco, el tiempo verdugo del amor, el real trascendiendo ante todo.

Extraño oírte hablar otros idiomas, intentando jugar a ser francesa, extraño verte caminar por la calle descalza y experimentar la huelga en tu sangre.

Dibujaremos en la lluvia constelaciones rapaces, figuras fugaces como las estrellas que armonizan nuestras mejores fábulas espaciales. Tienes en tu mano un libro abierto y en tu pecho un destino incierto, tienes la cultura de los que saben desde el nacimiento, tenemos la química que los señores buscan entre tubos y ensayos, tenemos las mentes pendientes de lo que el otro pretende, tenemos errores para cargar con ellos, tenemos la vida para cometer nuevos, tenemos la vida para remediarlos.

Tristes escriben las paredes noctámbulos artistas de la nueva bohemia, juntos como piezas de un reloj, exactos como sus movimientos, precisos a la hora de manejar el tiempo, perfectos, aunque nadie nos vea trabajando a la par, a la vez.


Tigre.-

Dedicado a aquellos que estuvieron pendientes y pidieron un texto :)




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