Tu piel no tiene nombre.



Semana cuarenta y seis, aún no encuentro consuelo en la falta que me hace el tatuaje de tu espalda. Madrid otra vez mojado, sentado en una cafetería veo llover y tras una intensa y profunda cortina de agua cayendo me pierdo en tu recuerdo, en desacuerdo con mi propio sistema nervioso, en comunión con el espejo en el que te reflejaste mil veces por mí, llueve, no para de llover y tu acento a Italia se fue con el segundo cigarrillo y su hechizo de papel.

Ay Lola, la gente me pregunta por ti, por tu arte, por tu sexo y el resplandor de tu parpadeo dulce y despojado, quieren saber qué sería de mí sin él, sin mí, sin ti y sin nosotros en aquella historia jamás escrita, nunca más vista, nunca vasta, siempre nuestra, obra maestra sin muestras de debilidad ni cuestas arriba, siempre de caída, hasta el fondo del recaudo, ni amor perjudicial ni obsesión irracional, simplicidad infinita como el universo, una vida en tus pestañas, una bella poetiza, la tinta en tu piel son las huellas que han dejado tus pies, mi paso por tu cuerpo ha hecho mella en el mismo espacio en que iluminamos nuestros rostros con calor y espasmos, piensa en estos labios, piensa en el contacto, cuenta de uno a diez y suspira otra vez, quiero ser mago en tu fábula, lago en tu paisaje, el pasaje más sincero en el libro de tu texto, histeria en tus gritos de calma, lucero en tu constelación, consuelo de tus errores, libertad en tus canciones y el mismísimo amor en tu silencio.

Enciende una llama, apaga una luz, sostén una copa de vino rojo en tus manos blancas y sostén un silbido como el del viento, veo tu espalda desnuda y pienso en qué tanto vale la locura, pues vale tanto como cueste verte un segundo más, vale un rugido el aroma de tu cuello otro parpadeo en tu cabello, con el rabillo del ojo me miras una vez más mientras me pierdo en el momento, separas un milímetro tus labios y déjame decirte que sólo puedo pensar en besarte hasta mi muerte o hasta tu nacimiento. ¿Eres real o sólo una imagen de mi último "Te amo"?

Lola sostén mi mano, respira por última vez esta noche en mi pecho y que el resto suponga, reaparezca tras una absurda ausencia o simplemente insulte a la incertidumbre, tu erótica voz diciendo "Buenas noches" es suficiente para reinventarte cada vez, hazme otra vez el amor y drena mi vida completa en tu gemido susurrado, al fin y al cabo no hay mejor manera de morir que amando.


Tigre.- Will.-


Dedicatoria ULTRA ESPECIAL a dos personas increíbles, ambas incluidas en la imagen que publico, la fotógrafa y la modelo, infinitamente agradecido con ustedes y más que muy satisfecho con el resultado, no tengo palabras para describir lo mucho que me gustó, dedicado el texto a ustedes!

Fotógrafa: https://www.facebook.com/rociotaboadaph?fref=ts

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