No esa luz.



Como ya lo dije hoy ni bien terminé de escribir esto, hacía mucho no me sentía tan bien con algo escrito por mí, espero a ustedes les genere al menos un poco de lo que me generó a mí.



No esa luz.


Tuve un sueño, tuve un premio y un enlace directo al ribete de tu pecho, tuve ansias de tu cuerpo una vez más, me distraje en un papel de arroz y una rana de chocolate, recordé la tinta que llevas escondida en tu piel, tinta que llevas por mí. Desperté con una canción que llevaba el nombre de una mujer que no conoció el sabor de mi frente ni aún después de ausente.

Desperté otra vez en una habitación rebalsante de artilugios y libros viejos, moví mis piernas y la cama rechinó, sentí un gélido aire suspirando en mi cuello, acerqué mi mano a una vieja linterna gris pero su luz no emitía calor, no esa vez, no esa noche, no esa luz.

Sentí la sed que nunca había sentido, sentí el perdón de quienes fingieron ser amigos, sentí que el cielo retumbaba tras la madera reseca del techo antiguo. Una púa tartamudeaba un crujido varias veces sobre un disco ya finalizado, mis párpados pesados amaban la sensación de despertar sin gritos ni penas, me giré y sólo alcancé a hacer una mueca de fastidio, no estabas ahí, ni allí, ni aquí, ausencia le dicen los que gustan de dar nombre a los dolores.

Que difícil es caer en la cuenta de que te soñé toda una noche, quizás hasta una vida completa y aún no sé a qué sabe tu piel
embriagada con lujuria.

Vienes con tus pies al natural deslizándote como lo hace una nube sobre el aire, con el dorso de la mano acaricias la cortina morada y dejándola llover entre tus dedos la haces a un lado permitiéndole al Sol mirarme amanecer, despertando en un sueño en el que aún no eres mía, soñando soñar tenerte, mintiendo claramente, sucumbiendo desesperadamente ante la ilusión de amarte.

Tuve un sueño, tuve un pequeño fragmento de canción y texto, tuve síntomas de no sentir más, tuve la sensación de estar despierto y la ilusión de no volver a ninguna otra realidad, mis manos temblaron, mis ojos no, mi voz te cantó un tango y con total franqueza pensé en amarte una y otra vez hasta perder la razón entre tus piernas, te esfumabas como la niebla a medida que el día envejece, no quiero este sueño acabar si es así como nuestra historia llega a su final, huelen a capital las flores cuando vuelvo, saben a nada los frutos de nuestra cama, no quiero, no me dejes…

Mi piel se llena de sensaciones, giro mi cabeza y veo la primera luz del tiempo que me queda escurriéndose a un lado del placard, despierto sólo, más sólo que ayer, más sólo de lo que estuve y estaré, parpadeo lentamente, me llevo ambas manos a la cara, otro Domingo enluta mi semana, el sabor amargo del sueño machacado, el color sin color de los ojos de un hombre desconsolado.

Un suave ruido se oye y la puerta se abre lentamente, entras a mi habitación apenas apoyando los pies, hasta parece que estuvieras practicando tus pasos de baile incluso al caminar, el pelo te cubre el perfil, te giras hacia mí y levantas una ceja, sonríes de lado, abres tu boca como para decirme algo, pero sin hacerlo vuelves a sonreír, sin emitir un sonido boceteas con los labios la mímica de un “Te amo”, frunzo el entrecejo como un Tigre enfadado, tuerzo mi cabeza a un lado, copio tu sonrisa y lanzo un beso tu boca como destino, inspiro, jazmines, su aroma reconforta, sigues bailando tan feliz como lo serías en mis sueños, cierro los ojos de nuevo y huelo la realidad, siento el sabor de la miel y el color de tu risa a lo lejos me hace brillar.

--------------------------------- O ---------------------------------


A mis amigos, los verdaderos, los que estuvieron conmigo SIEMPRE, los que se dicen mis amigos porque estuvieron conmigo en los momentos difíciles, no porque yo estuve en los suyos, los que saben qué me pasa y qué no con sólo pensar en mí, los que no dicen "Pero" ni preguntan por qué, los que me acompañan en la música, en la literatura y en la vida, para ustedes, feliz día.


Tigre.-

4 comentarios: