De elecciones conurbanas.

Elegimos mil veces, elegimos elegirnos, elegimos elegir otros vértices, otras directrices y entre elecciones elegimos elegirle. Eligiendo decidimos rumbos divergentes, divertidos, diferentes, tristes, definimos una opción por sobre otras, saben a error, huelen equivocadas, pero son pasión, lo fueron, suenan a canción, recreos, curdas o cartón, deseo, pidiendo que la uses, agradeciendo, invocando al dios, descreo, pierden valor, un veto, ganan en obsequios pintados, no existieron, parecen de terror, un beso. Elegimos caminos, rumbos, espinas, pétalos, caninos flacos, obesos felinos, vagabundos esquivos, latidos mezquinos, del quite del tiempo abrimos dulces blancos vinos, partiendo en dos los puntos divinos hicimos de las elecciones un ritmo, armonía, ahora que estamos mi decisión y yo a solas, con una mano en su cintura, la otra en su cuello de muñeca rota, bailemos, la danza de los pasos dolorosos, la murga del barrio y el repique de la lluvia, gota a gota, dulce nota, franco espora, déspota o a gritos explota, plantas, pon tu cadera en mi cintura y flota, dulce primer beso de abasto, hubo coronas, hubo miserias, hubo palomas, hubo caranchos y hay debates en boca, baila, verte me llena las copas, Domingo, Lunes, cualquiera sea el día, eligiendo elegirte pasaron las horas, fuerza bruta, vientre alcoba.

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