Siento un extraño deseo, como si algo necesitara extraer de
mí, un pálpito, una vocal, un golpe de acordes de un piano opaco. Siento que
hay algo más zumbando en mis ideas y no estoy del todo seguro de qué puede ser,
mas tengo claro que sea lo que sea eso necesita de mí y yo necesito de él.
Relajado me recuesto en mi colchón nuevo y sobre mí se
acomoda mi guitarra, la más reciente, la más sombría, la que tanto me está
costando, la que tanto disfruto, la que por alguna virtud suya o por una
conexión entre ambos ha logrado sacar nuevos detalles de mis manos, unas
cuantas ideas y aún antiguo tango.
La miro y le sonrío, con sus agudos ella me sonríe a mí,
somos pólvora y espanto, ella tiempo yo tono, sus acordes y mi canto.
Siento una lágrima que no puedo ver ni palpar, siento como
si llorara mi alma, pero mi alma no llora, por el contrario vive y brilla como
nunca, pese a las fechas, los aniversarios, los cumpleaños, esos que algunos
llaman “Problemas” y yo nombro “Asuntos”, lo noto en mis escritos, lo noto en
mis sonidos, lo veo en mis latidos.
Me encontré sólo otra vez sentado frente a un lápiz y un
papel, vi sus ojos y sin transformar ni medidas ni expresiones los plasmé, los
tatué en grafito y miel, con el impulso de mis nervios, con el sabor de mi
melancolía y la mitad que se fue con su partida, la mitad más mía.
Recuerdo una tarde de no hace mucho tiempo, que ya no
recuerdo si transcurrió durante un cálido invierno o un verano revolucionario,
aunque con claridad permanecen en mis retinas otros detalles bien marcados. Un
café añejo, se asemejaba al Bar donde me senté a tomarlo, teníamos una plática
mi pasado y yo, reciprocidades, ya sabes, cosas de llevar y traer, de ir y
volver, de decir sin querer.
Nos batíamos a duelo por la razón como única recompensa, sin
darnos cuenta que la habíamos sorteado al momento de vernos sentados
enfrentados, mis penas y yo, mi emblema y mis pecados.
Del café al café, del dulce al amargo y de vuelta al pasado,
asumirse derrotado jamás, jamás festejar una victoria por adelantado. De reojo
se veía la nube más gris que haya visto aquel condado, la furia de entender que
pase lo que haya pasado, muchos remedios no son más que placebo, ficción y
complacencia.
Me levanto, con mi talón derecho aparto la silla y su
quejido grave y despechado hace eco entre los sonámbulos, me despido mientras
me escondo en mi abrigo negro y salgo, con la cabeza escondida a un costado,
mirando al frente aunque intentando que los vientos y sus rezagos no me nublen
la visión, siempre están los que corren de la tormenta, los que temen por sus
tapado, los que saltan sobre los bancos de la plaza, los que como yo, seguimos
caminando.
Recuerdo mil tardes más, de batalla naval, terrestre y
mental, una guerra de más de cien años, cien años de soledad, un conflicto entre
bélico y verídico, un completo desatino, siempre la misma nube gris, siempre el
mismo bar, siempre el mismo quejido, siempre tomo mi abrigo y salgo del lugar,
siempre vuelvo a caminar contra la tormenta y siempre vuelvo a recordar.
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¡Señoras! ¡Señores! ¿Quién anda por ahí? ¿Quién me vino a
visitar? Gracias por TANTO cariño respecto de la entrada anterior, me hicieron
emocionar con las palabras de apoyo y de tranquilidad, espero no haber amargado
el día de nadie, espero haberles hecho recordar algo o a alguien y con suerte
sonreír.
Este texto lo dedico a quienes ya no están, a quienes
perdieron a alguien, a quienes perdieron antes de tenerlo y sin embargo siguen,
felicitaciones a todos ustedes que se esfuerzan por rendir tributo a ellos, que
intentan crecer y mejorar en su honor, que llevan su sangre con orgullo y hacen
valer cada décima de su legado.
Dedicado también a Pato, mi querido futuro padre, mi
hermano, feliz cumpleaños mi amigo del alma, lo mejor para vos desde este lugar
y a donde haga falta.
Me retiro gente! Hoy otra vez sin audio, pero tranquilos que
la semana que viene me regularizo ;)
Antes de retirarme me gustaría pedirles un PEQUEÑO favor,
estamos cada vez más cerca de algo que para mí acaricia lo irreal, faltan menos
de ¡800! Visitas para alcanzar las 10.000 … Sisi, leyeron bien, a punto estamos
de lograrlo y me encantaría obsequiarles algo que ustedes vayan a disfrutar más
que cualquiera, después de todo, ustedes son los/las responsables de ese número,
por eso si pueden, si es posible, me encantaría que me envíen alguna sugerencia
a neuronal-revolution@hotmail.com.ar
Diciéndome si prefieren un texto sobre algo en particular,
un audio, un video, lo que quieran, en base a la cantidad de propuestas y de si
algunas se repiten o no veremos cómo hacemos para complacer a cuanta “audiencia”
me sea posible.
Espero su respuesta y como siempre, las mejores vibras, la
mejor vida, la mejor semana y sobre todo… ¡Los espero en la siguiente entrada!
Will.- Tigre.-
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