Magos Y Reyes.

La pasión es algo que desde que se hace presente en nosotros hasta el día en que nos abandona teje una red inmensa y fluctúa por doquier dejando de sí lo mejor y lo peor que podemos obtener de ella. La pasión nos abraza, nos envuelve, nos abriga y nos enferma, nos hace adictos a sus métodos y a sus resultados, nos sentimos vivos y esclavizados por sus caprichos y sus fantasías, nos da ganas y motivos, la adoptamos con amor y desenfreno, intentamos plasmar en algo real todo lo que en su bondad nos pone al alcance de la mano. 
Pasión es lo que nos hace sentir vivos y creativos, magos y reyes, creadores sin barreras, con ahínco, con ilusiones, es ella quien gesta el amor desenfrenado y justifica nuestros pecados, en su nombre desenvainamos nuestras armas más letales y es que, vale cualquier pena un beso apasionado, vale oro en el mercado una composición o un trazado de pincel mojado. Una noche en un bar alejado oí decir a un hombre que su pasión se había esfumado, fumando tabaco mal armado y con bigotes de amarillo pintado hablaba del día en que su amor dejó su cuerpo, la describía y con un dedo maltratado rascaba su barbilla, ocultaba una lágrima perdida en su mejilla y daba sorbos sordos a un vaso de agua tibia, negaba su locura y aún más su fuerza, "Mi pasión se fue con ella" repetía y era normal, en esa mesa él era el único que no notaba su fantástica manera de nombrarla en mil detalles, era como si no fuera él quien hablara, como si la mujer que tanto amó y ama desbordara en letras por su voz ronca apasionada, sin importar qué tanto azotara la tormenta fuera y que las luces parpadearan el ensimismado nos daba cátedra de cómo componer en prosa, el tipo del piano, otro notario y notable apasionado sabía cómo repatriar aquellas narraciones en tu cabeza con melodías al alba. Yo cantaba, por aquel entonces con algo más de pudor y rechazo a mis pasiones, escribía para abollar historias y sentirme frustrado por la ausencia de gratitud por parte de mis letras, claro está, culpa suya ninguna, nadie me había extirpado la pasión ni robado mis musas, yo era como el tipo de aquel bar del país vasco.
La pasión siempre está ahí, se camufla y reversiona, puede morderte en la música, picarte en la pintura, hacerte el amor en la literatura, conquistarte en el viajar o abordarte de mil otras maneras, siempre está a la espera de que la encuentres y te entregues, por momentos parece ausente, suele no ser compatible con la desidia o la resignación, estuvo ausente alguna vez en mi colchón, pero Pasión volvió y así volvió de mí mi mejor versión. 

La recuerdo volver, en un viaje corto, en un andén, en un giro extraño y en una pinta de sus ojos miel, en el consumo indiscriminado del veneno de sus labios de almendra y su cabello recién cortado; me re encontré con todo aquello que no había escrito, Pasión me atravesó el pecho con su respiración fuerte y agitada, respiración apasionada, escribo a tropezones porque me tropiezo con sus piernas desnudas en mi sueño recurrente, mis manos duelen cuando le escribo, no duelen por cansancio, duelen por no tenerle siempre, beber de ella es beber cianuro del Santo Grial, vivirás y vivirás infinitamente , pero el veneno correrá por tu alma siempre, sufrirás y serás feliz tantas veces hasta que no las recuerdes, llorarás como aquel tipo por haberla perdido y pintarás obras maravillosas mientras esté presente, te volverás y se volverán inmortales porque viviendo con pasión, se vive eternamente. 
 
Tigre.-

 Perdón si tiene errores de algún tipo, está escrito al paso durante el viaje. Nos leemos pronto!