Tacto de canto.

Una ciudad completa para andar y sin embargo por mucho que camine no logro dar dos pasos sin pensarte, sin pretenderte a un lado mío, de frente a mi frente y bajo mis manos. Tanto espacio entre andenes y abochornados y aún así tengo mis ojos en ti clavados, candados prófugos de mis labios perfumados. Tu pedido es El Dorado perdido y encontrado, es mi ley que tu deseo sea cumplido y tu capricho satisfecho, nobleza obliga y entereza también, dame relámpago en la médula y mis nervios reflejarán el sonido de nuestras ganas chocando, colisión astronómica de magnitudes bíblicas, tanto, tanto esperaba la tormenta y el ciclón que cuando sufrimos el tercer impacto aún duraba mi espasmo, fantasma en mi propio cuerpo, revolución de mis neuronas bailando en tu respiración y el sofoco de dos cuerpos siendo liberados, las historias permanecen en sepulcros porque la leyendas no hacen más que promulgar fantasía y yo, por el contrario, prefiero nuestra realidad en privado.

Tuvimos un eclipse de alcohol dorado en vaso rebalsado, no tuvimos un eclipse, eclipsamos el tiempo y el espacio, Fuimos mercado y abasto, centro comercial y comercio vendiendo el alma al diablo, al demonio los contratos, los placebos y los armarios, al santo infierno los vocablos, es cierto, nunca logré entenderte, aunque quiera creer que alguna vez lo hice, lejos estoy de que dicha creencia sea facto, por mucho que intente mentirme y convencerme el alfabeto que más me llena es el de tus labios, escribiendo en su tacto a fuego en mi boca, mi cuello, mi abdomen y mi canto.

Tu cuerpo reposando en mi espalda y mi pecho, mis terrenos vibrando, mis fantasmas danzando y mis cicatrices curando. Ángeles riendo y brindando un espectáculo a los ausentes casi a fin de otro año, habla por mí con dardos lanzados, dame un segundo de tu paz y será un siglo de laberintos descifrados, apareces de sorpresa y no puedo hacer más que morir de encanto. Me he preguntado más de una vez "Qué hago aquí" y aún así no cambio la decisión tomada ni el sendero andado, Lola decía que aunque el mundo se tambaleara sobre una cúspide milimétrica mi porte no se vería afectado, comprobé de un modo extraño, en un escenario bizarro que sin importar qué tan descontrolado esté todo desde mi Iris hacia adentro mi exterior permanece inmaculado. Me complace la mayoría de las decisiones que he tomado, con cuchillos en el pecho o pecados entre manos, me cautiva la inexpresión de las miradas que se evitan, que las escaleras nos regalen un abrazo, me conforma saber que cuando vi en tus ojos decepción, casi llanto por mucho que mi corazón latiera en furia preferí permanecer calmado, instinto animal pero modales de felino domesticado, fantaseo con saltar a tu cuello y morder tu cuerpo, desgarrar tus hilos y curar tus manos, menos truenos y más sueño, la Flor, su aroma y el sabor de sus frutos madurando, la miel, el chocolate y las almendras, la magia de esperarla ansioso como el viaje del final, el mundo acaba si me llama Tigre, el rugido se silencia, pero no se censura el apetito de las miradas.

Del polvo a los momentos.

Dimos vueltas por un Sol instalado en la Tierra, recé ante tus cicatrices que tu aroma no me olvide, me enseñaste que la vida es bella, aún más bella de lo que la recordaba, me diste una lección de carácter y así venciste mis sentidos, no esperaba la batalla descarada, a contra pié me nombraste mis defectos y tan campante te fuiste a paso firme, con tu porte sensual y prepotente, llevándote a tu paso las miradas de la gente, la mía al verte ir, pensando en morderte, tus brazos, tus piernas, tu Norte y tu emblema. Merezco tal vez la muerte, buscabas revólveres como si con tu boca cerca no bastara para condenarme a la locura y la esclavitud, cantabas, como si no te importara, bailabas, como si el mundo no temblara cuando lo haces, quería morderte, día y noche hundir mis colmillos gentilmente en tu cuello y tus meridianos, siempre fui capaz de escribir, mas nunca me costó tanto hacerlo sin enfocarme plenamente en ti, por eso escribo una media maratón de letras a tu honor, Lola te nombro, eres Lola, eres fantasía y despierto transpirando tus medidas, te he recorrido más veces que al antiguo camino dónde suelo perderme, el de tus ojos caramelo.

Solíamos perdernos en el tiempo y encontrarnos en el freno, tenía la costumbre de enfermarme viéndote andar y tú andabas por la eternidad, te movías en la inmensidad y te encontraba, permanecías estática en un tumulto y yo, por atracción levantaba la mirada sólo para verte, sin desorientarme, sin confundir colores ni curiosidades, encontrarte es un detalle sublime aunque no sea por siempre, vamos, que no muchas cosas pueden asumirse como no efímeras, oye, que tú tampoco lo eres, mas mientras mis ojos al verte tiemblen y mi cuerpo se deshaga por transpirarte me vale.
Besa, besa mi piel para que el cielo se aclare y la lluvia cese, quiero hundir mis manos en tu vientre y con mis dientes la vertiente, soy en tu palacio un indigente, libre de ropajes y libre de presidentes, quedaré desamparado al despertar del sueño en que con tus labios duermes mi boca, es que, mi piel tiene tinta y la tinta ganas de tenerte, tiene color y tiene urgencia, urgente necesito sobre mí tu cuerpo preciso y tu movimiento inteligente, mi piel tiene miedo, pero el miedo no le teme al castigo de perder por corromperse. 

Soy un hombre lleno de defectos y más defectos diferentes, los tengo todos y si los perdiera la historia sería diferente, soy un error tras otro y unidos forman lo que ves, lo que sientes al evitarnos, problemáticos complejos de gente diferente, soy un solemne intento de atraerte, somos una certeza que no deja verse, pero una duda constante y poco coherente, acabaremos por ser polvo del polvo del que hemos venido, caminarán sobre nosotros los náufragos del calvario y sentirán la paz de nuestro rastro desplegado tras amarnos, mi cuerpo entre tus piernas, tus dedos de piano en mi espalda como caldera, los míos sosteniendo tus piernas para que no caigas al vacío, podría dejar de morderte, Lola, pero eso sería como pedirle a Dios que baje a tocar conmigo la canción que ya no cantaba por la falta de los coros ausentes. 

Ciego podría olvidar tu aspecto, tu pelo y el contorno de tu cuello bajo mi abdomen, pero nunca, jamás, podré olvidar como hueles, lo que sentí cuando tomé tu mano la primera vez, cómo huele tu cansancio, cómo sabe tu sexo y cómo suena tu suspiro, dame la mano otra vez Lola, el mundo seguirá girando siempre, por el resto de nuestros días y los días siguientes, pero tu tiempo y mi tiempo seguirá siendo nuestro, el momento se transforma entre tus muslos y tus besos, se gana su calificativo más puntilloso y correcto, momento perfecto.



Tigre.-

Oro intenso en labios.

Con tu facilidad para anestesiar mi piel y mi capacidad de perderme en la mirada que esquivan tus ojos cuando me vuelvo hacia ti. Con una gota de tu perfume fatal y mi lágrima encubierta haremos un gran cóctel, juguemos a desear y deseemos que nadie pida uno, así no tendremos que llorar, así podremos beber y mirarnos a la cara sin ocultar que somos vulnerables en nosotros. Entre un acorde y un Martini, un Gin Tonic y el sentido palpitar, haz que el tiempo se detenga que no quiero tener que decirte Adiós, no de nuevo, no aún, no sino hasta que jures despedirte como nuestros labios envueltos en lo recíproco se ruegan un beso fatal.

Pensando mil veces antes de respirar un día despertarás sin aire, sin bien, sin mal, sin errores cometidos ni aciertos por rememorar, pensando mil veces antes de besar una de entre tantas noches te encontrarás sin fieras, sin voz y sin coral. Verás, tengo en la sangre culpa y tengo crímenes, un sociópata encapsulado entre los traumas y nosotros, entre las pautas y los paraguas de una tal Monroe, deme un poco de su paz y locura armoniosa, amor nos sobra, se nos cae de las manos y se lo lleva el cauce de la tormenta por los cordones de las aceras, que los mendigos de las alcantarillas reciban un poco de aquello que nombro, menciono y rememoro. Viajes lujosos no caben en los bolsillos, viajes placenteros azules y verdes con banderas de alquiler y sábanas mojadas. Lento Karma, veloz impacto de tu pecho y mi sofá, hermana de las marcas, alambra mis fronteras con tu tacto y mis brazos serán tu territorio, mis manos con dedos caminantes recorrerán el sendero de tus botas a los pies de mi cama, vete de aquí, por dos minutos vete, necesito hablar de otra cosa que no sea de ti, vete y déjame, que no puedo pensar en otra cosa ni desear algo más cerca de mi piel, vete, mis manos se rehúsan a tocar otra cosa que no sea tu piel, maldito boicot del cuerpo y los sentidos, en el navío de mi fisonomía se amotinan las sensaciones con tus sonrisa en  mi cuello. Dame las palabras que me faltan sin siquiera un suspiro, dame la mueca que estudio y rindo como cuentas en Diciembre, dame balance y te cedo mi economía, con tu aura cerca de qué me sirven los papeles.