A siete años de la revolución.

Si ya está compuesta la canción más hermosa del mundo y tu sonrisa tiene un dueño real, si a mí que juego al protagonista de film francés me robaron los guiones, los puntos y las diéresis, si All you need is love pero tu amor tiene piel y tiene aroma, ¿Cómo hago entonces? Dime, si soy el que necesita tu amor como mi todo, dime entonces quién viene hoy  no a secar las lágrimas, a generarlas. Quiero verte fatal, quiero encontrarte con las manos en la masa y descalza bailando algo como un vals, la cocina mediterránea de tu despacho de aduana a minutos de despegar entre tus alas y ver la Luna de tu partida, dame tu cintura y senténciame a la vida encerrado en tu mirada, tortúrame y no me dejes partir, grita si hace falta pero grita con la fuerza de una bandera celeste y blanca envolviendo el cielo de las islas, dime quién te quiere más que a su vida y más que a la mía, dime quién te disfruta aún cuando te acomplejas y desmereces a la fruta por la que resigné mi paraíso, dime, también, ¿Por qué te escondes tras mi guitarra? Si tu locura es partitura y las filas de tu vientre la emboscada a mis planes de dormir esta noche en mi barrio.

Hundir mis dedos en tus descansos, morder los libros de tus fábulas y tus pechos secando, mi nariz helada y tu cuello desvelado, tu espalda entera en mi palma. De mano abierta a cintura arqueada, de correr para llegar a detenerme en tu pálpito, besar el pliegue de pierna al llegar a tu ingle y Ce's la vie, librar batalla contra los 300 sin capa ni espada, con tu lengua y mi túnica de ansia y encrucijada, chica de pintarrajeadas por la aurora parca, pala a pala construidos los cimientos donde mi cuerpo cubrirá tu pensamiento, me olvidarás mañana cuando la menta de tu letra sea argunento y maleta, dos días después de ayer te veré con una columna de pelo lloviendo sobre la espalda que utilizó mi pecho para dormir, deliro acariciando tus ángulos sin reglas ni compases, sube a mi pez que será dragón cuando alcancemos las nubes, el Tigre es la verdadera lucha, el Koi, leyenda.

Tanto intentaron cambiarme mis mujeres que por un momento olvidé quien era y hasta dudé de mi existencia, volver a mí sin tenerlas fue como volver a un pueblo en el que nunca estuve pero sabia la psiquis que me llevó por cada acera y cada calle de mi propio terreno, me crucé con sus voces y aromas, me volví tras sus espaldas para volver a ver sus notas cuando el suelo sus tacos tocan, acaricié sus cabellos con el asma de sus jadeos, camino reconociendo haber desconocido al hombre que ellas fueron cocinando en su caldero de pociones y rabietas. Me voy volviendo un turista en mi propio Yo, me voy volviendo pasajero en mi océano literal, cambié mis letras y sus colores, cambió el universo tanto a través del tiempo que mi infierno es cielo y las maldiciones texto en verso.

Felices 7 años Neuronal Revolution, felices 7 años al escritor que en este espacio descubrí y formé, felices 7 años a todo lo que creé y logré, gracias a todos ustedes que por acá pasaron, a los que siguen estando.

Tigre.-

Sonríe Déjà vu.


Nunca supe tu nombre, me acostumbré a llamarte por tus detalles, te bauticé Paraíso a fuerza de buscarte y buscarte en el desierto de los finales abiertos, te pinté de blanco y rojo para celebrar tus dos siglos junto a mí y te vi borrar con una mano las costuras de mi cráneo, dejando dentro lo que debía quedar, quitando lo demás. Te vi llegar y no entendí dónde podría haber nacido un ser tan especial, con potencial para inspirar no sólo a Leonardo, sino además, para que Mona Lisa sonría pese a su fatalidad, lo veo en sus ojos, entiendo su malestar, pero si ella pudo hacerla torcer sus labios cómo no va a lograr torcer mi voluntad, si yo quisiera no haber venido mas aún menos deseaba decepcionarla, tuvimos ganas de disfrazarnos de ausentes en más de una ocasión.


Al fin sudamos en el diván de una psicóloga haciendo horas extras por oficio, de divino maleficio vestiste las maléficas deidades, almas y verdades fueron armas y cristales, verte fertilizando lo que el frío marchitó y adorarlo como tesoro hallado, botín que algunos mambos atrás en otras rumbas se halló pisoteado, bailarás hoy al ritmo de mi tango porque no pienso apartarte de mi cuerpo excitado, mordí tu vientre y jamás lo mencionaste, desayuné fricción contra mi canto y a la hora del almuerzo bailé en un dos por cuatro la milonga de tu espalda contra mi pecho y tus pies en punta, frente a frente contra el muro de los lamentos, un panorama distinto, diferente, una postal que ni Leonardo tuvo el placer de pintar, mano a mano con la vida y con la muerte, latiendo fuerte, amando literalmente, frenéticos a las horas de disimular, meticulosos a la hora del amar pero sin perder instante, dame la droga de tu odio farsante y bebe de mi piel la tinta de las madrugadas, con ella pintarás en vela el sendero de tus ropas por el suelo, ven a mí con tus tobillos descalzos y tus ojos narrando lo que cien pergaminos, come de mi verbo y con mi ferocidad fantasea, sueña con probarme y hace crujir sus dedos, me imagina recostado sobre ella y tomando sus muñecas sin dejarla mover, pero seguimos cada uno con lo nuestro y ya no la volveré a ver, seguiremos siendo amantes y de manera alarmante deseándonos, hasta que alguna vez, algún día, cada instante de placer pensado y desmedido será real y gritará Déjà vu un coro espectral.