Pupilas inmortales.


Hay momentos en que sufro de una ansiedad algo difícil de explicar y siento que quiero dejar de escribir, no sólo de publicar, sino de escribir, la inseguridad tendrá algo que ver también supongo. En esos casos pienso en cada frase meticulosamente por el "Qué dirán", por si algo es mal entendido, o tomado por el lado equivocado, me siento inconcluso y poco convencido. Hay momentos en que pienso que no sirve, que da lo mismo. Pero, momentos después, recuerdo que lo hago porque dentro mío hay más que un Yo mismo, está cada una de las personas que lee y sus historias, sensaciones y deberes. Recuerdo que empecé con esto hace 6 años con el afán de no dejar pensamientos a medias tintas y así es que sigo en el mismo lugar, escribiendo como el primer día. PERO... Durante esos ratos de duda me tomo un minuto para probar detalles de todos y utilizarlos como combustible, su fuerza, sus ganas, su ímpetu, su talento, su paciencia, pasión y tanto más, durante esos tiempos me gusta ver arte ajena, para que algo de lo que generó su creación, tenga que ver con la mía. Por eso es que muchos textos tienen mucho de todos y un poco de muchos, porque yo sólo capitalizo ideas, pero la esencia, es suya. Gracias al apoyo de mis GRANDES lectores, gracias a la compañía de mis amigos, a la fuerza de mi amor.


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                                                             Pupilas inmortales.



Su manera correcta de meditar, su meseta de libertad y la intrépida decisión de promulgar sin los tomos de la literatura fantástica en Gibraltar. Ojos negros te rogaba no te fueras y pupilas pulsantes me hicieron llorar, pulseras y buen paladar, paladín de tu sueño peculiar, paneles de verbos y píldoras para no olvidar, fomento fantasma de la ciudad en llamas, llegará el día de volver y el viaje será final y preámbulo de constitución, duda y palpitar, vergüenza de este lugar, sonar es un delito y soñar aún más.

Cantamos juntos entre el público temporal bajo un diluvio tal que universal, tal que no nos vimos pero jamás nos soltamos las manos, boquiabiertos por el ahogo y con las venas hacia arriba, desnudos por dentro y acomplejados por fuera, de guerra en guerra aún amándonos, de piedra en piedra saltando para no tropezarnos con ellas, ni con otros, de tu lunar a tu ombligo dulce de Domingo en Dominicana, Cuba libre o España en la sal de tu pecho.


A las puertas del teatro tengo copas, césped y tabaco, te tengo a ti con el paraguas en la mano y me tienes aquí con el corazón desplomado. Si en mi cabeza realmente tus ojos verdes no me han dejado pero por mucho que lo he intentado no encuentro tus pasos Maro entre mis libros cansados. Se sigue estando de pie y dispuesto a enfrentar lo que se acerca armado con lo que dejaron en mi sangre los que ya marcharon. Se vive en homenaje, se lucha en honor a, no se abandona en memoria de, y así otros lo harán por nosotros cuando sea tiempo de hacernos luz.

Enviada del arte suburbano con colores soñados que brotan del llanto, los grises no son pecado si con cordura son utilizados, del blanco puro al negro de unas pupilas, del verde de los cactus al rojo de las uñas, de amarillos faraónicos al azul gastado de los pantalones de una clase que vive arañando el adoquín, universo de colores magnos salvadores y la mafia de los monocromáticos, comodines nostálgicos y camuflados en valores, pintemos el futuro con sexo fundamental, no fundamentalista. Cantemos y en los ojos reposemos por un rato, para entendernos, leer nuestras manos no para dar augurios sino para aprender nuestro pasado, sal a la vida y busca el Sol, busca la pasión en cada resquicio y como un desquiciado ejercicio hazme el amor, hazme eterno y yo te inmortalizaré en letra y color, viviremos juntos en artística armonía.


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Tigre.-

La imagen es de una gran artista a quien pueden visitar por acá Fio Silva



Piel demente.





Dame tinta y pinta mi piel con tu belleza distinta, dame diamante desde tu clave de Sol, baña de oro mi piel y poro a poro tu nombre sudaré, dame violencia en tu pasión y con demencia y despojo seremos fervor y clemencia, cerrojo, libertad y penitencia. Labios rojos dame furia en mis ojos y fulgor en mis rugidos, sumemos orgasmos y restemos bombardeos, lavemos nuestras manos en el sudor de nuestra revolución y rescindamos el contrato. Los calendarios nos esquivan, las calles inundadas nos unen y la obscuridad nos desnuda. Justo a tiempo los relojes se detienen, tus agujas me entretienen y mis manos degustan la infantería de tu vientre, fuego que converge en sábanas de cien mil hilos se desgarran en nuestras ansias que emergen. Tengo ojos de Tigre y podría en una mordida confinar tu loto a una fábula diferente, lavaré en tu grito mis deseos indecentes, quita tus ropas de en medio que este río corre en una sola dirección, la de tu cauce. Terrorista de tus sentidos, ataque certero y masivo a tus instintos para tener tu territorio rendido a mi cintura, de rodillas a mi mundo de placer y aguacero, golpes de sexo en tus muslos desiertos. Que la única guerra sea la de los cuerpos en vela, que la seducción gane a los tratados, que los únicos botones sean los de tu camisa, los disparos sean de complicidad, de risa, ojalá tus alijos guarden mi lumbre sobre tu rencor, ojalá Lola te acuerdes de mí y sonrías.

Silbar una canción en francés aunque el diluvio te ahogue los párpados, buenos y malos muchachos, salpicones de agua pura de asfalto y un pasaje de encanto, santos y vampiros tras los ojos de Julia, salmos y espantos de caída libre. Libre, por disparate u omisión, somos libres porque no hay cadenas para las ideas ni prisiones para los principios, las excusas saben más a huida que a justificación y mi aroma a tu cuello sabe a plenitud, prisionero del éxtasis de tus curvas cuando bailas, rendido a tu marcha desde el momento en que tu lencería desenvainas. Ligera inquietud de olvidar tu voz, pergamino de salvación y el agudo crujir de tu cuerda más demente en tu último verso, papel de arroz, mágico conector entre este mundo y tu gruñido feroz, muerde mis brazos amor, mis palabras redundan, pero retumban en tu alarido precoz.





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Nos leemos pronto, espero hayan disfrutado el texto.


Tigre.-

Días grises, blancas Lunas.




Agua mía, mi agua, que llueves en mis labios y te ríes de mis horarios, agua mía que vistes de inundación lo que visten mis honorarios, de fuerza bruta y frescura, agua por ti no duermo y por ti despierto, me traes tu fobia, me encantas en el repique e infartas en el estruendo de tu desenfreno. Húmeda penitencia te haces vino en mis entrañas y me embriago de sexo bajo tus alas marmoladas. Si te aceleras y nos tomas por sorpresa, agua, se lo diré a tu madre, naturaleza; si prometes volver con más calma tendremos una cita y lentamente compartiremos en un almuerzo estelar lo que cada uno necesita, agua mía te robo una canción, te han escrito tantas que tus bolsillos saben a polígonos de acordes y liberación.

Agua mía, mi agua, fósforos se encienden en la oscuridad que trae la desesperación de tus truenos, el filo de tus relámpagos, privatizan la energía a un costo razonable,  poder acariciar el cielo desde arriba, caminar con mi mentón la libertad de tus talones, respirar el interior de tus piernas y asfixiar mis rencores abatidos y mis renglones descoloridos.

Agua mía, mi agua, agua que te vuelves vapor en el bronceado de su piel dorada, que nos bañas después del extasiado almuerzo arrebatado, agua que otros desean y yo deseo no olvidarla, porque es tu cielo gris el preámbulo de lo que ya hemos derrochado. Llueve, agua, espero tu sexo y tu fantasía macabra sigan bailando al ritmo de mi cuerpo cuando partas, divide el cielo en dos tu labio despistado, a un lado el mismo Dios que venero en tu Jueves santo, al opuesto, el Diablo.

Agua mía, mi agua, dile lo que digo, lee lo que escribo, llama a la Luna y pide que traduzca mis palabras. Vuelve alma que tengo un trozo de cama esperando ser ocupada y tu silueta encaja tan exacta como mi sexualidad al borde de tu falda, como el encaje de tu intimidad en la tinta de mis hemisferios, como el agua misma encaja en la raíz de tu cuello, camina conmigo, sumerjamos nuestro beso en la siniestra tormenta sicaria, cuando la sed me atrape beberé de ti mi río y mi llanto, el del primer orgasmo, el del último "Te amo".



Tigre.-

Dame Karma.



Salir a la música, entrar en ti mismo, subir a la constelación de la que hablan los ilusos y confuso entonar un tango áspero y rústico. Llover en busca de un campo o un barco, una legua de Brandy o una lengua en tu vocabulario. Ellas aguardan a que vuelvas a tu tierra a salvarlas, muñecas de porcelana resquebrajada que con la piel sonrojada se bañan en la capital de tus pecados, levanta tus anclas marinero, eleva tu alma a la comedia musical de tu espada y la armada de tu reino de corcho y balsa.

Son más que tres los chiflados, son más que uno los ángeles enamorados, son miles las historias que aún no he comprado para darles en mi puño mi propia sangre, nos merecemos el uno al otro hoy, mi Karma. Ha pasado el tiempo y en otros cuellos otros acordes han sonado, en otros cuerpos he buscado el néctar de tu dulce sonido y ahora como en el mecánico sonido de las teclas de un abecedario iluminado me emborracho, tus curvas son el café de mi mañana o el chocolate de mi canción de cuna, bebe de mí, mi sed es tu remanso y mi hambre tu relato, canción y canto, rasgueo y relajo, te veo y te palpo, Karma te nombro y Karma a tu disposición me pongo, lo que deba ser será y lo que no en meta se convertirá, dame luz, dame dulzura en tu vibrar, dame Karma, dame paz.



Tigre.-