La mañana que por primera vez me rodeó con sus brazos, el día que me miró de arriba a abajo estudiándome y me imaginó en su piel y sus labios, la tarde que me dijo adiós sabiendo que no era más que un hasta luego, la noche del primer y último "Te amo" que me creí, la madrugada que tras el diluvio de infarto hablamos del incendio superado, la marca remarcada en la carta mojada y del viento y la marea.
Un día en mil y mil y una noches dentro de nuestras propias fronteras, sus primeros tonos y mis primeros pasos, los tesoros colgados, el cactus y el cobarde tiempo que nos arrancó una espera a la sombra de un sobre cerrado, la experiencia de no tenerla, la impudicia del bardo en amarillentos prados de otoños párpados, la censura de los bellos vasallos. Si tu guitarra no suena, tu voz no se despliega y tu seguridad no despega no hay sentido ni latido, la vida se seca, otro valle perdido.
Nunca festejamos con copas ni champaña mas hacemos honor y gloria de nuestro amor cada semana, juntos en la proximidad y la distancia, de España a Francia, de Alemania a Argentina, de Velika a Britania, de ayer hasta mañana, de la noche a la mañana, de los globos a los fantasmas, profesamos amor de nunca hasta jamás, de principio a final.
Lola tiene algo que no se ve ni se palpa, tiene un todo compuesto de mil algos, tiene el pelo negro y el corazón en mil pedazos, tiene fantasías y virtudes para enamorar niños, felinos y santos, tiene una estrella como verdad y estalla dentro suyo inmensa inmensidad. Lola tiene palabras dedicadas por un millar, tiene el sabor del aroma de las flores que intoxican la realidad con belleza y felicidad, ella tiene la pureza que el diferencia al diamante del carbón. Lola tiene mi tiempo, mi alma y mi televisor, tiene mi fe en sus manos, podría tener el mundo pero lo lleva en su espalda, la sencillez del único, la honestidad del humilde, tiene todo lo que un hombre necesita para no tener vida ni papel suficiente para describirla.
Tigre.-
