Porque la Luna me pidió que de secretos no hablara, la mística en la superficie de las perlas puede ser piedra, espalda o escarcha, porque la suave brisa del verano que no llega nos ataca con un manto de piedad, y así somos cura, y así compramos soledad. Porque cuando el tiempo sobra para los demás y falta a tus pies, nadie tiene un rato para visitar, porque cuando vos sabés que siempre supiste ser cordial, nadie golpea a las puertas de tu reino. Porque cuando el cielo se empapa de nubes y el suelo de agua, nadie tiene un paraguas para prestar, y al final, cuando subiste al techo de otro lugar, nadie vino a despertarte en un besar.
Will.-
Will.-