Madrugadas en Sol sostenido

Perdimos cinco minutos, perdimos una vida, extraviamos en el viejo baúl de los juguetes las maravillas de la inocencia, crecimos, maduramos, y aún así, hoy nos escondemos tras el telón del anonimato más cobarde, somos sólo una frase en un libro sin autor, somos el reconocimiento post mortem, somos el resultado de la patética suma de los miedos acumulados, somos todos, no somos nadie.
Crecemos en un abismo, alimentamos la nada, resucitamos las penas por no olvidares, nos acobijamos con ellas y en la tormenta, lloramos. Cualquiera es dueño de las migajas de sabiduría que alguien nos dió de limosna, y todos saben, y nadie sabe.
Laureles para muchos, pero aplausos para nadie, creemos en el progreso, y el progreso nos escupe en la cara, creemos en el cambio, pero Marx está muerto y sus ideas hoy nos rondan en la cabeza como abejas en la miel. Nos reimos, nos tildamos de locos, nos elogiamos la facilidad para escribir, y sin embargo, nadie escribe nada.
Bebemos el jugo de las madrugadas de Sol sostenido, y en un acorde, enceguecemos la luz. Suspiro, sin ánimo de suspirar, camino, más bien danzando, escribo, por escribir, y lloramos para que el mundo se entero, que nos caemos a pedazos.

Estación "Olvido"

Has vuelto, mi memoria fugitiva, estás de nuevo aquí para alcanzarme soluciones, no planteos, estás aquí otra vez, no sabes cuanto te he extrañado, volviste a recordarme que perdimos, que el tiempo se fué, y se llevó el dolor, que trajo almas, que trajo penas, me ayudó a pensar y a pasar frío.
Un gran Sol a mi lado opaca el brillo de algunas estrellas olvidadas... Y yo ya maduré.

Los rayos de una noche atrás iluminaron mis pupilas y me llenaron de temor, su luz resplandeció en el único camino y jamás temí andar.
Fuimos cautivos de una mentira, y un capricho nos robo una lágrima, fuí advertencia y fuí calma, fuí sincero y fuí paciente, fuí clemente con lo cierto y verdugo de lo injusto, fuí un santo, fuí uno más.

Hoy escribo, y nadie dice nada, no leen, no sienten, no tienen el valor para justificar su estadía entre mis letras, silentes, por no ser francos. Hoy escribo, siempre escribí, y las voces hoy son textos, y los motivos son otros, y las sensaciones más fuertes, y el pasado pisado, y el rencor olvido.

No voy a dejar de hacer esto, porque esto es quien soy, porque soy quien escribe, y escribo tal cual soy, y sigo, por convicción, por amor al arte, por amor al hoy, porque el ayer murió, y de sus fauces escapó lo que me mantiene aquí, mi esencia, mi pasión, mis memorias y mi voz.
No nací para esperar un "Perdón", no morí mil veces para refugiarme en el adios, no lloré para olvidarme por una canción, no amo para olvidar, ni olvido por amor.
No.



Will.- Saint.-

Lágrimas anónimas.


Nos paramos en el borde, nos reímos de la altura, nos sentimos ínfimos, nos sentimos Dios. Acariciamos el morbo y el morbo nos arropa, nacemos y morimos en el mismo sitio. Consolamos a los que no han de consolarnos, no jactamos de ser buenos tipos. Lloramos, se llora a diario de este lado, y jugamos al truco sin cartas.
EscuPImos con ira, ¡Ja! Como si a alguien le importara, y seguimos caminando hacía la nada. En la vida de los mil tropiezos y las cuatro piedras, en el limbo de la magia y la negra, en un circo de asesinos nos comemos los codos y sentimos.
Uno y dos se van los cigarrillos, uno y dos se va la gente, ayer y siempre, mañana o algún día, ahora o nunca. Látigos colorean nuestros lomos y el arriero va... Matamos a las penas, penamos las muertes, morimos pensando en pensar en la muerte.
Lagrimean los ojos por el frío de frente, y las islas siguen suyas, nos dejamos llevar por el agua, como si más allá hubiera alguien, nos miramos al espejo y lo notamos, la vida pasa, lentamente, volvemos la cabeza y la evitamos, y el reflejo sigue ahí, esperandonos paciente.
Sobornamos a la noche para que dure otro siglo y jugamos al ajedrez con títeres de feria, les compramos unos chiches, y nos sentimos bondadosos, comemos frente al pobre y nos sentimos afortunados, volvemos a casa llorando, y nos sentimos sólo uno más.


Will.-


Gracias por seguir comentando.

Sólo por eso


Antes de morir en la derrota, antes de rogar por una pena, antes y después de amar, a la par de los acordes, a la luz de una vela, a la mierda, mientras le haces el amor a la magia y la magia tiembla y se retuerce, ante todo, pese a nada, por lo demás, por uno mismo, mientras el reloj agoniza y la noche cae en lluvia, antes de volver a ver el Sol, después de morir algunas veces, cuando todo se oscurece, cuando nada es lo que parece, porque no viene, porque se queda sólo por un instante, cuando viaja en un gemido, cuando vuelve sin penas, sin glorias; por la incertidumbre, con la seguridad de haber nacido poeta, por la Luna, con tu mar, con el mar, el río que me vió llorar nostalgias al son de un tango, con los genes, contra la historia, con pasión, sin dudas, dudando, volando entre sábanas, riendo por reir, llenando otras tantas copas con la miel que alguien olvidó, cantándote nena, con los ojos abiertos de par en par, con una guitarra desafinada, con una rosa en el cajón, un disco en el alma, una marca en el pecho y las muñecas vírgenes de lamentos, por la familia, la que te acompaña, la que te cagó, el que hizo y el que deshizo, por lo que no fué y amás con insania, con un dejo de malestar en el alcohol, con Sabina, o con Serrat, con piernas ajenas en la siesta, con la fuerza de siempre, con el esquema roto, con los pelos de punta en la mañana, y la voz arruinada al crepúsculo, con el culo del mundo, en el fin de la existencia, sin aquél prólogo que me prometieron, lleno de letras para matar, lleno de motivos, lleno de nada, vacío al fin, casi muerto en la batalla, renacido de las cenizas, ceniceros llenos de olvido y en el último canto del zorzal, la paciencia de los santos. Orgulloso de lo que tuve y perdí, de lo que gané y derroché, de lo que dilapidé sin siquiera conocer, del sexo con amor, del amor sin ello, las damas, las putas, el ajedrez, el truco y lo que aposté porque no me importa, lo que conservo de 25 años de madurar, con las patadas al sistema y el hack a los sentidos. Con los gatos, su compañía discutida, con las cartas sin marcar, con las marcas del seguir, el temor de frenar y la ansiedad por hacerte llegar, por los héroes, contra las probabilidades, en el cielo, en la escuela, en los caños y la inundación, entre gritos y llamas, entre ahogos y páginas, espadas y latas, ahora, nunca, siempre y mañana quizás.

Vivir, sólo por eso.


Casi nadie pasa, nadie comenta, no sé siquiera si leen, pero acá sigo y no pienso dejar de escribir.



Buena semana a todos.


Will.-


A los que aún entran al blog y leen, gracias, 1100 visitas es más de lo que esperaba.